Sherlok Holmes

Sherlock Holmes saludó nuestro extraño visitante en una silla. "Usted es un entusiasta en su línea de pensamiento. Percibo, señor, como yo en la mía", dijo él. "Puedo observar desde el dedo índice que usted haga sus propios cigarrillos. No dudaría en alumbrado uno."

El hombre sacó papel y tabaco e hizo girar el uno en el otro con sorprendente destreza. Tenía mucho tiempo, temblando dedos tan ágiles e inquietos como las antenas de un insecto.

Holmes guardó silencio, pero sus pequeñas miradas como dardos me mostró el interés que tuvo en nuestro compañero curioso.

"Supongo, señor," dijo él al fin, "que no se trataba simplemente con el propósito de examinar el cráneo que me ha hecho el honor de llamar aquí la última noche y de nuevo hoy?"

"No, señor, no,. Aunque estoy feliz de haber tenido la oportunidad de hacer eso, así que vine a usted, señor Holmes, porque me di cuenta de que yo mismo soy un hombre poco práctico y porque de repente me encontré con un mayor problema grave y extraordinario. Reconocer, como yo, que son el segundo mayor experto en Europa ------ "

"De hecho, señor! Consultemos quien tiene el honor de ser el primero?" -preguntó Holmes con cierta aspereza.

"Para el hombre de mente con precisión científica el trabajo de Monsieur Bertillon siempre debe apelar fuertemente."

"Entonces te tiene no es mejor consultar con él?"

"No, este es mi amigo, el doctor Watson."

"Encantado de conocerlo, señor. Yo he oído tu nombre mencionado en relación con la de su amigo. Me interesa usted mucho, señor Holmes. Apenas había esperado tan dolicocéfala un cráneo o tal desarrollo supraorbital bien marcado. tendría usted alguna objeción a mi dirigiendo mi dedo a lo largo de su fisura parietal? un molde de su cráneo, señor, hasta que el original es avibable, sería un adorno para cualquier museo antropológico. no es mi intención ser efusivo, pero confieso que me codiciarás su cráneo ".

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