Solo Por La Creación
mar_sol8 de Septiembre de 2011
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Ojalá aspirase el día de mi muerte
Aquello que esta entre tus ojos…
El loco de Laylà
S. XII
Te voy a contar la historia que nadie ha sido capaz de escuchar por que les dejaría el corazón abierto, desnudo, susceptible al dolor de Layla y Machnún, la historia es poesía y nos deja pensando sobre lo que somos en esta tierra, nuestro querer en el mundo, es un color distinto de la realidad, es la palabra enfrentada al corazón, es el observador de las emociones. Es un misterio que te empapara de caricias, que te dejara volar sobre los amuletos de los sueños y es solo para ti porque eres mi espera, algo que no necesita más explicaciones.
El secreto es dejar que las palabras te abracen, que compartas esta historia permanente que no tiene tiempo, ni espacio, que llega a las últimas consecuencias y es tan intensa que te lleva a traspasar los límites de la realidad, entre el dolor y la pasión que envuelve. Tal vez te abandones a ti mismo bajo su sombra, te transformes en un chaman, serás la luz y el misticismo, podrás contemplarte desde adentro, el Amor será el sendero de la locura, aquello que te atrapa, el mediador entre los dioses y el hombre, la entrega absoluta de las palabras.
Nuestra naturaleza es divina porque creamos las historias que no se han escrito, es un acto divino, esa es nuestra esencia caminar por la creación.
La historia de Layla y Machnún transcurre en el siglo XII, tuvieron un solo encuentro, solo se miraron y eso basto, no necesitaban más, se transformaron en una sola historia. Así sucedió en este relato persa, que surge del espíritu de un amor que no consigue la entrega total de Layla, porque es imposible buscar la perfección en lo banal, en los convencionalismos sociales, en lo que todos esperan en el exterior y son incapaces de buscarlo en las cosas mas simples de la naturaleza humana.
Él se pierde en la belleza de Layla (Noche), Machnún rompe las reglas, su destino esta trazado, el amor le cuesta dolor, su pasión es Amor, se aparta de la realidad y tiene como única alternativa las palabras, su locura al amar. Sus versos son el reflejo del dolor, solo los hombres verdaderos pueden recorrer el sendero donde un amor mortal, se transforma en divino. Machnún es sagrado por sus palabras, emana del misterio, es un poeta-profeta, llena el abismo con su manifestación de lo divino y tiene el ritual del sacrificio en sus manos. Puede acabar con la realidad, en el centro de lo sagrado y solo así es más humano y vulnerable.
La noche, su Layla, es la esencia divina de su creación, tiene por si misma la belleza que todo lo trasciende, que se manifiesta en el enigma, la metamorfosis del tiempo en figura divina, es la transparencia que vence al misterio, el secreto primigenio de la resurrección, es la luz que alumbra las visiones del alma y la inteligencia, se encuentra purificada por las palabras del poeta y sigue siendo fuego, esencia de la filosofía de los sueños de aquel que la espera bajo un árbol apenas floreciente.
El secreto de la historia es descubrir que somos más que piel, que somos capaces de liberarnos de los sentidos y transformar la realidad, Machnún y Layla permanecen vírgenes; trasmutan en energía espiritual la sexualidad.
Y en esta historia existen voces que tientan el corazón de Machnún, para regresar a la banalidad del mundo para poseer a la noche, pero regresa al camino de lo cierto, el desierto se convierte en refugio.
Layla queda viuda, pero no aprovecha su condición para unirse con su amado en vida, decide morir, pide ser enterrada con su vestido de novia porque sabe que en la otra vida se casará con Machnún. La muerte esa puerta a lo incierto la lleva a trastocar la realidad y a buscar la unión mística, con aquel que solo pudo reconocer en los ojos de si misma. Él muere y consuman
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