Creacion Del Hombre
katherinelemusr24 de Agosto de 2011
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GÉNESIS DEL HOMBRE
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros nos preguntamos ¿Quiénes somos?, ¿De donde venimos?, ¿Cuál es nuestro origen?, y lo cierto es que nacen millones de incógnitas que se suponían ser respuestas evidentes, es allí, cuando nos debatimos entre dos teorías: El proceso evolutivo primate y Dios; creencias de las cuales se han abierto grandes cuestionamientos y polémicas desde el siglo XX y que hoy por hoy persisten en nuestras mentes tan desarrolladas y potentes, y a la vez primitivas e inseguras.
En cuanto nos referimos a la evolución primate hasta la conversión de un ser humano, lo primero que nos ideamos es al ser humano hecho todo un chimpancé, y es mas, según investigaciones científicas, los genes del ser humano y del chimpancé son idénticos en aproximadamente un 98%, pero, ¡Alto ahí!, esto no significa que el humano evolucionará a partir del chimpancé, sino que ambas especies se desarrollaron a partir de un antepasado simio común; siguiendo esta tendencia, existe otra disciplina que respalda aquel descubrimiento, pero, esta vez no con ADN o hechos biológicos sino con restos materiales de la vida humana ya desaparecida, ciencia que recibe el nombre de arqueología, la cual encontró despojos de diferentes especies australopitecinas primitivas que vivieron hace entre 4 y 2 millones de años y que muestran ‘claramente’ diferentes adaptaciones que marcan la transición de simio a humano.
Podría seguir contándoles acerca de un sin numero de hallazgos arqueológicos que van desde un pequeño diente canino, el primer martillo de la historia, y los rastros del que podría ser el primer pariente lejano del humano en África hasta la formación de las primeras tribus, clanes, civilizaciones y sociedades enteras, pero, a fin de no importunarlos decidí no dilatar aquello que quizá para muchos puede ser fehaciente o no.
Por otra parte, tenemos la historia de un ser omnisciente y omnipresente que se revela ante la humanidad con la extensión del cielo: la Tierra, y finalmente corona su obra con la creación de la primera familia, Adán y Eva, el primero creado del lodo de la tierra y complementado con el soplo del espíritu y la vida; mientras que Eva fue creada de una de las costillas del que sería su compañero de vida, Adán. Aunque ciertamente esta historia parece sacada de los cuentos de los hermanos Grimm o incluso de las historias mágicas de Disney, la Sagrada Biblia para muchos de nosotros significa la Palabra de Dios, la cual expresa toda la capacidad de comunicación y acción de aquel ser superior en favor del hombre.
Indudablemente seria inicua si tratase de dar una última resolución a un tema tan controversial como este, por lo tanto, solo me queda por decir que como seres humanos, necesitamos ‘adorar algo’. Qué adoramos?...Es otra cuestión en juego, que comprende una significación bastante amplia en nuestros días y que básicamente la podríamos dividir en dos grupos: Aquellos que adoran al Creador invisible corpóreamente pero necesariamente presente incluso en lo mas recóndito de nuestra intimidad; y aquellos que veneran a la Bestia, a conjeturas casi que improbables, a un cúmulo de restos materiales que si bien podrían ser simple y llanamente otra clase de primates totalmente ajenos a nuestra perfección como seres humanos.
No obstante, las semillas o mejor dicho, las raíces de nuestra creación siguen siendo forasteras en el campo científico, pero, de algo estoy segura, existe un ser mágico escribiendo paso a paso los estados de mi vida, la razón de mi ser, de mi existir (o mas bien subsistir) y porque no, este ensayo.
Katherine Lemus Rojas.
Cód.: 20112104324
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