TECNICISMO

TECNICISMO

Utiliza un lenguaje claro, sencillo y llano para explicar los conceptos más técnicos. Hablar técnicamente no significa comunicar mejor. Tu objetivo es llegar a la mayor parte posible de tu audiencia y si hablas con un exceso de tecnicismos sólo lo harás sobre una pequeña parte de ella. Para solucionar este problema tendremos que emplear diferentes estrategias de traducción en cada caso, como, por ejemplo, tratar de explicar el término.

Es muy importante utilizar un vocabulario comprensible para todos los que nos escuchan, evitando tecnicismos o expresiones que no puedan entender. Ya que es considerado como pedante, pensando que sabemos más que los demás. Aunque seamos expertos en un tema concreto debemos ser sencillos, eso dará un mayor atractivo a la conversación y despertará el interés de todos los presentes.

FRASES INCONCLUSAS

Acompañar con gestos lo que decimos para completar nuestras lagunas hace que el interlocutor se quede con una idea confusa, o abundar en sobreentendidos. Para evitar que esto pase en una entrevista, es necesario ensayar en nuestro círculo familiar para poder terminar frases. Otra forma de perfeccionar es escribir para poder afinar sus ideas, nada mejor que escribir sus respuestas, hable con sintaxis.

VERACIDAD Y VEROSIMILITUD

La veracidad es la disposición moral de acercarse a la verdad, decirla y defenderla. Se supone que el lector es quien debe hacerse una opinión, y para eso se le dan, digamos, las herramientas de realidad, de lo que pasa.

En literatura el término es verosimilitud. No se trata de escribir la verdad, por más que se trate de una ficción “basada en hechos reales”. Se trata de hacerlo creíble, que todos sus engranes estén su lugar, que los personajes sean congruentes en una personalidad (o que sus cambios sean consecuencia de un proceso), que no haya disparates que hagan que no entremos a ese texto.

ELOCUENCIA VERBAL

Consiste en hablar con naturalidad, conserve su manera der ser y mejórela pero a partir de lo que eres. Nunca ocultar su personalidad, porque es su mayor fuerza, eso lo hace único. Si cree que hay algo que mejorar dedíquese a eso. El segundo valor de la elocuencia vivencial es la claridad, comunique sus ideas con claridad, las ideas que se expresas con exceso de palabras, terminan siendo confusas y, desde luego, poco atractivas. La amenidad es el tercer valor, no consiste en ser divertido sino en lograr activar la atención de los oyentes, una correcta modulación, entonación, manejo de matices y de pausas, y exige que la exposición sea fresca. El cuarto valor es el entusiasmo, es la misma vida de un discurso. Nunca menosprecie su importancia. Sin entusiasmo una conferencia está muerta y probablemente el auditorio no quede ni conmovido ni convencido. El quinto valor es la verosimilitud, tiene que ver con la credibilidad del personaje. Podemos lograr verosimilitud, entre otras cosas, por medio de los detalles. La cantidad de detalles, por ejemplo, en el testimonio de una persona nos sirven para saber si una persona miente o dice la verdad. También debe estar en las acciones, en la coherencia de esas acciones. Todo lo que haga un personaje tiene que ser acorde con su forma de ser y su personalidad. No podemos forzar a que haga algo solo para lograr más intriga o tensión en la historia.

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