Television

La televisión al igual que otros medios de comunicación, juega un papel muy importante a nivel mundial, no solo en países ricos sino que también podemos encontrar este aparato en los rincones del mundo. Se basa en la transmisión instantánea de imágenes, tales como fotos o escenas, fijas o en movimiento, por medios electrónicos a través de líneas de transmisión eléctricas o radiación electromagnética. Además de eso, está disponible en cualquier hora, esto quiere decir que nunca descansa y siempre está en disposición. Este medio recibe varios tipos de programas en diferentes canales; los cuales son vistos por varios espectadores del mundo, niños, jóvenes, adultos, etc.

Es importante conocer cómo influye la televisión en nuestras vidas, ya que nos puede llevar a hacer cosas negativas o positivas dependiendo el uso. Esto no quiere decir que dejemos de ver la televisión y digamos que es malo, sino que tomemos una medida preventiva contra algún tipo de programa, y moderar el uso de este mismo aparato. Como medida de control debemos tomar en cuenta la comunicación en familia, para la adecuada recepción de los programas televisivos, dialogar y discutir sobre los programas vistos, dar razones para la prohibición de algún programa y así prevenir los efectos negativos que se pudieran producir.

Los adolescentes, aunque ya distinguen la realidad de la fantasía, aún no tienen un criterio sólido y una posición personal frente a las cosas y se vuelven muy influenciables; lo que los hace asumir nuevos comportamientos y actitudes. En la búsqueda de sí mismo, el adolescente puede llegar a formarse una idea falsa de la vida de los adultos.

Además de las funciones de distracción y ocupación del ocio, la televisión debe cooperar en las tareas de información y de educación del público. Sin embargo, salvo muy contadas excepciones, la televisión ha sido objeto de la manipulación de los poderes políticos con fines de propaganda y dirigismo y se ha convertido en el nuevo y más sangriento campo de batalla, en el que compiten las grandes compañías mercantiles. Por otra parte, los programas norteamericanas, difundidos en todo el mundo, refuerzan los patrones de conducta y los modelos impuestos por la ideología burguesa del capitalismo, y las organizaciones transnacionales de publicidad dedican sus campañas a la promoción de los bienes de consumo producidos por sus colegas, las otras empresas transnacionales.

Dada a la clara intención apelativa de la televisión, la intención de convencer a los televidentes es más grande, con fines de consumismo y propaganda, de cuyo apoyo económico se nutre y dado también el amplísimo espectro de penetración que abarca en todos los niveles sociales, es necesario analizar el discurso televisivo, siempre conscientes de estas características y no ser espectadores ingenuos. Siempre debemos preguntarnos ¿qué vende?, ¿qué dice?, ¿por qué lo dice?, ¿a quién le beneficia su dicho? Y no pensar que porque algo se dijo en la televisión es una verdad, pues bien pudieran ser una “verdad a medias” o una tergiversación de la verdad.

Así que debemos revisar críticamente el discurso televisivo, sin por ello dejar de reconocer que este medio ha logrado niveles de programación, en ocasiones, aunque no muchas, de valor artístico y educativo. Lo bueno de esto es que nos informa en lo que pasa en todo el mundo, especialmente en las noticias, pero siempre debemos tomar medidas preventivas contra el uso de la televisión. Así que yo diría que la televisión es un aparato que tiene clasificación de programas y horarios para cada edad en las personas, y debemos respetarlo, ya que por eso se tuvo que clasificar para que cada quien viera lo que debe ser.

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