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12 Hombres en pugna

papallons14 de Febrero de 2013

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Martin Balsam (jurado 1),

Miembro 1: Un hombre común, impresionado y presionado con la responsabilidad que el estado ha colocado sobre sus hombros al nombrarlo presidente del jurado, trata de ser muy formal y respetuoso, y aunque no es muy brillante, se da a respetar.

John Fiedler (jurado 2),

Miembro 2: Hombre tímido y sin personalidad definida, duda constantemente y esto hace difícil que mantenga una opinión propia, se le persuade fácilmente por lo que su opinión será casi siempre la misma que la de la última persona que ha hablado.

Lee J. Cobb (jurado 3),

Miembro 3: Es muy fuerte, rudo y testarudo hasta caer en lo sádico, es malhumorado y no le gusta escuchar otra opinión distinta a la de él, está acostumbrado a imponer su forma de pensar sin importar las consecuencias.

E.G. Marshal (jurado 4),

Miembro 4: Hombre de buena posición económica, se desenvuelve y habla con elegancia, es muy analítico y cuadrado hasta cierto punto, su suerte en los negocios hace que se sienta en ocasiones superior a los demás. ç

Jack Klugman (jurado 5),

Miembro 5: Un hombre gris, tímido y callado, de estrato social bajo acostumbrado a cumplir con las normas de la sociedad para la que labora, le cuesta trabajo relacionarse con la gente, su falta de personalidad provoca que le falten al respeto.

Ed Binns (jurado 6),

Miembro 6: Hombre fuerte, honesto práctico y trabajador, suele cumplir con su trabajo sin meterse en problemas, por lo que siempre se atiene a los hechos, no soporta a la gente irrespetuosa y grosera.

Jack Warden (jurado 7),

Miembro 7 : Fanfarrón, presumido, altanero pero agradable vendedor, tiene cosas más importantes que hacer que sentarse a deliberar en una sala de jurados, es de temperamento explosivo y siempre está seguro de lo que dice aunque en realidad es tan inculto que no sabe en realidad de lo que está hablando.

Henry Fonda (jurado 8),

Miembro 8: Callado y analítico, siempre trata de ver el otro lado de la moneda, es de valores arraigados por lo que valora mucho la importancia de la vida, cree firmemente en la justicia y tratará de luchar siempre para conseguir que se cumpla.

Joseph Sweeney (jurado 9).

Miembro 9:Hombre de la tercera edad, vive de sus recuerdos y parece que sólo se mantiene con vida para no olvidarlos, en su juventud fue un hombre de ideales por los que luchaba hasta con el físico y su fuerza, hoy sólo puede luchar con la experiencia ya que su cuerpo cansado no le permite más.

Ed Begley (jurado 10),

Miembro 10: Un hombre amargado y molesto con la vida, es racista e intolerante, sólo valora su vida y no respeta credo, sexo o edad, es un hombre frustrado que sabe que nunca será un hombre importante, por lo que se desquita con los más débiles.

George Voskovek (jurado 11)

Miembro 11: Refugiado europeo, habla con acento, es humilde y está agradecido con el país que le abrió las puertas, no tolera la injusticia y los malos tratos ya que él padeció esto durante la guerra, por lo que siempre está dispuesto a conversar con tal de alcanzar un acuerdo justo.

Robert Webber (jurado 12),

Miembro 12: Joven publicista, ingenioso y agradable, ve a la personas como números, estadísticas y porcentajes por lo que no es fácil que entienda el lado humano de las cosas, es arrastrado por la vida y el mundo superficial de las agencias de publicidad, aunque en el fondo es un buen tipo.

Nota: En la versión estadounidense de la película (Twelve Angry Men, Sydney Lumet,

1957), los diversos papeles están interpretados por los actores siguientes: Henry

Fonda (jurado 8), Lee J. Cobb (jurado 3), E.G. Marshal (jurado 4), Jack Warden

(jurado 7), Ed Begley (jurado 10), Martin Balsam (jurado 1), John Fiedler (jurado 2),

Robert Webber (jurado 12), George Voskovek (jurado 11), Jack Klugman (jurado 5),

Ed Binns (jurado 6), Joseph Sweeney (jurado 9).

Jurado 1: Un hombre común, presionado con la responsabilidad que el estado ha colocado sobre sus hombros al nombrarlo presidente del jurado, trata de ser muy formal y respetuoso, y aunque no es muy brillante, se da a respetar.

Jurado 2: Hombre tímido y sin personalidad definida, duda constantemente y esto hace difícil que mantenga una opinión propia.

Jurado 3: Es muy rudo, malhumorado y no le gusta escuchar otra opinión distinta a la de él, está acostumbrado a imponer su forma de pensar.

Jurado 4: Hombre de buena posición económica, se desenvuelve y habla con elegancia, es muy analítico, su suerte en los negocios hace que se sienta en ocasiones superior a los demás.

Jurado 5: Un hombre tímido y callado, de estrato social bajo acostumbrado a cumplir con las normas de la sociedad, le cuesta trabajo relacionarse con la gente, su falta de personalidad provoca que le falten al respeto.

Jurado 6: Hombre fuerte, honesto y trabajador, suele cumplir con su trabajo sin meterse en problemas, no soporta a la gente irrespetuosa y grosera.

Jurado 7: Fanfarrón, presumido, efectivo vendedor, tiene cosas más importantes que hacer que sentarse a deliberar, siempre está seguro de lo que dice aunque en realidad es tan inculto que no sabe en realidad de lo que está hablando.

Jurado 8: Callado y analítico, siempre trata de ver el otro lado de la moneda, es un hombre de valores por lo que valora mucho la importancia de la vida, cree firmemente en la justicia.

Jurado 9: Hombre de la tercera edad, de gran experiencia, por ello su opinión es respetada por la mayoría de los componentes del jurado.

Jurado

Los personajes

• Henry Fonda: De profesión arquitecto, es el personaje que inicia el debate, señalando el deber de hablar. Destacan en él su enorme templanza y racionalidad. Con estas cualidades es capaz de enfrentarse a una sociedad –de la que estos doce hombres son metáfora– hostil, diversa, aferrada a sus propias preconcepciones del mundo y sus anclados hábitos de conducta y juicio. Ese dominio racional de su persona es lo que le confiere la independencia de criterio y la firmeza de sus convicciones. A lo largo de toda la película manifiesta esa independencia en varias escenas. El mero hecho de discrepar serenamente con todos, en el comienzo del juicio, nos presenta el carácter del personaje. Provocado e incluso insultado en varias ocasiones por el iracundo, no deja sin embargo de mantener su postura dialogante. De hecho, sitúa sus cualidades en una posición superior: soportando esos ataques y esa cerrazón sin perder la calma, le sirven para ir conociendo y esclareciendo cada personalidad, lo que utilizará a su favor cuando desmorona uno de los argumentos, que oyeran al chico amenazar de muerte a su padre, gracias a la ira que ha suscitado precisamente en quien le atacaba con ella.

Pero hay otra característica fundamental en él. No se trata sólo de que se guíe por su razón y de que se atenga firmemente al análisis objetivo de los hechos (esta misma actitud, como veremos, la mantiene también uno de sus más firmes oponentes: el corredor de bolsa). Es también un hombre de ideales. Cree en la justicia, se siente en la obligación de llevarla a cabo. El ideal es la motivación, y sin esa motivación no hubiera sentido la necesidad de buscar una revisión de las supuestas evidencias que fueron presentadas en el juicio. No es el único miembro del jurado con una conciencia moral, pero sí el único que la antepone a las apariencias, a la presión social, al “realismo” conformista que prima en un principio en otros personajes también éticos pero pasivos. Ese ideal, tan asentado en su alma y en su temple, queda de manifiesto en el final de la película: cuando desmorona al iracundo, tras haberse enfrentado duramente a él, no siente ningún revanchismo. Muy al contrario, es el único que permanece entonces cercano a él, el único que le muestra empatía, calor humano y respeto, cuando, completamente abatido aquél, es él quien coge su chaqueta y le ayuda a ponérsela. La magia de la película, lo que nos hace afirmar que parece realista, es que refleja, precisamente, la fuerza del ideal moral, su distancia del mundo real y el camino que conduce de uno a otro, que no es otro sino la luz de la razón.

• El presidente del jurado: ayudante de entrenador. Un hombre sencillo en sus juicios, pero con voluntad de hacer las cosas bien. Se siente afectado por el comentario crítico del hombre maduro que manifiesta sus prejuicios desde el principio contra la gente de suburbios. Es bueno, pero emotivo y susceptible a la crítica, lo que debilita su capacidad de imponer el ideal moral en el mundo.

• El más joven, empleado, de profesión pintor. Posee un carácter noble y se rige por principios, cualidad que manifiesta cuando sale en defensa del anciano al ser tratado de forma despectiva por el iracundo. No tiene prejuicios, por ello su planteamiento será limpio y tendente a encontrar y sostener la verdad: de inmediato corrobora el argumento del ruido ensordecedor que causan los trenes al pasar, haciendo incoherente el testimonio de que oyeran al chico decir nada. Pero, como confiesa al protagonista, no está habituado a tomar decisiones, a pensar, por lo que en un principio tiende a aceptar la apariencia de culpabilidad sin percibir esas incoherencias de las declaraciones de los testigos. No se trata de un personaje de poca inteligencia, sino de excesiva modestia en lo que a su capacidad de reflexión se refiere. A partir de su cualidad más destacada, la nobleza de carácter, podrá poner en marcha esa capacidad reflexiva gracias a la guía del protagonista.

• El señor de bigote. Es un personaje

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