Bases Para El Análisis De La Filosofía De La Educación Del Estado Mexicano

Para esclarecer la relación entre proyectos educativos, necesidades sociales y práctica educativa es necesario partir de la definición de conceptos categoriales como: finalidad, valor, necesidad y proyecto, y establecer los criterios para determinar la racionalidad teórica y práctica, así como el carácter conservador o praxeológico de un proyecto educativo.

El ser humano es un ser natural y es también un ser social, producto complejo resultado de millones de años de evolución biológica, el tamaño y organización del cerebro del hombre permite plantearse problemas , concebir nuevas ideas , recordar experiencias y plantear futuras acciones; capacidad que se manifiesta en dos rasgos fundamentales: el lenguaje y elaboración y empleo de herramientas.

Por esta razón la finalidad se entiende como producto de la libre autodeterminación del sujeto, condicionado objetivamente, implica una relación dialéctica entre sujeto-objeto, libertad-necesidad, se trata de una relación en la que el sujeto es el ser humano concreto, que actúa con relativa autonomía sobre un mundo material que se le enfrenta como objeto y que condiciona su actuar.

Todo fin reviste una exigencia de realización y frente a él, el individuo se presenta como término de una relación no solo cognoscitiva sino eminentemente volitiva, en virtud de que este reconoce valores en el fin al cual tiende. El individuo es consciente, sintetiza sus necesidades y las contrapone como hecho subjetivo al ambiente circundante y fija fines a su acción.

La categoría de necesidad como la de valor se comprenden perfectamente si se les considera vinculadas con el concepto Marxiniano de “riqueza social”, este significa trabajo como necesidad vital, relaciones sociales no alienadas, libertad social o libertad de todos en equilibrio con la equidad. Las necesidades pueden ser radicales (exigencias de libertad, justicia, de trabajo, equidad) y manipuladas (ne

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cesidades controladas como: intereses utilitarios, egoístas, avidez).

Todo aquello que pertenece al ser específico del hombre y contribuye directa o mediatamente al despliegue de ese ser específico se llama valor, en otras palabras todo aquello que constituye la riqueza social. Los hombres no eligen nunca valores, del mismo modo que nunca eligen el bien ni la felicidad, siempre eligen ideas concretas, fines concretos, alternativas concretas. El bien, la libertad, la felicidad son conceptos abstractos y como tales no se eligen, se escoge mas bien el conjunto de condiciones concretas, de objetos concretos que favorecen el estado existencial al que llamamos felicidad, o el ejercicio de capacidad de elección a lo que llamamos libertad. El valor es pues, el objeto del interés y la condición de la elección.

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