Concilio De Trento
Enviado por lilyan_95 • 13 de Junio de 2014 • 484 Palabras (2 Páginas) • 224 Visitas
Cuando hablamos del concilio de Trento se tiene que quedar en claro que se reunían los representantes de la iglesia para poder reorganizar y estabilizar a la iglesia misma, a consecuencia de la aparición del protestantismo.
Básicamente lo que querían era devolver el prestigio que tenía la iglesia como institución.
El desarrollo del concilio de Trento empieza en el año 1545 y finaliza en el año 1563, comprende tres etapas diferentes y discontinuas debido a interrupciones a lo largo de su desarrollo o proceso.
La primera fase de este concilio se desarrolla del año 1545 al 1547 esta fase fue la que tuvo mayor alcance ya que aquí fueron tocados los principales temas doctrinales planteados por los protestantes.
Uno de los primeros decretos afirmaba que las escrituras tenían que ser entendidas o interpretadas según la tradición católica que representaba un rechazo implícito del principio protestante de que solo eran escrituras.
Hay que recordar que los protestantes tenían una libre interpretación de las sagradas escrituras por este lado del concilio
También se habló del largo y elaborado decreto sobre la justificación ya que condenaba pelagianismo el cual es una doctrina herética al contradecir muchas Escrituras y principios bíblicos.
Esta sesión también se ocupó de ciertas cuestiones disciplinarias, como la obligación de los obispos de residir en las diócesis de las que fueran titulares.
La segunda fase de este concilio de Trento se desarrolla del año 1551 al 1552 después de una interrupción de 4 años provocada por el desacuerdo político entre pablo III y Carlos V, esta tan solo duro un año, entonces esta segunda fase del concilio de Trento fue convocada por el nuevo papa julio III aquí se centra sobre todo en el tema de los sacramentos.
La tercera fase y ultima de este concilio de Trento permaneció suspendido por 9 años dentro de la parte final del pontificado de Julio III.
Fue el Papa Pio IV quien renovó la convocatoria en 1561, cuando en España reinaba Felipe II, para afrontar la que sería su fase final.
En las deliberaciones de esta última etapa se impusieron las cuestiones disciplinarias, para hacer hincapié en el problema pendiente de la residencia episcopal, considerado por todas las partes clave para la auténtica aplicación de una reforma eclesiástica.
Aquí se debatió el tema que se había tratado en la primera fase es decir la obligación de los obispos de recibir a las diócesis de las que eran o fueron titulares
El hábil legado pontificio Giovanni Morone armonizó posturas opuestas y logró clausurar el concilio.
En 1564 Pio IV publicó la Profesión de la Fe Tridentina, resumiendo los decretos doctrinales del concilio. Sin embargo a estar
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