DAVID HUME

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

FACULTAD DE EDUCACION

PROGRAMA DE EDUCACION FISICA

MATERIA EPISTEMOLOGIA

PROFESOR: PEDRO PABLO MENDIETA

ESTUDIANTE: OMAR ANDRES IBAÑEZ MORANTES

“UN EMPIRISTA ES UNA PERSONA AMANTE DE -TOCAR DE PIES A TIERRA-, SIN EL MENOR DESEO DE -VIVIR EN LAS NUBES-” *1

El siglo XVIII, conocido como el “siglo de las luces” es un periodo de tiempo en la historia de la humanidad prolífico en prohombres que pretendiendo dar explicación a los interrogantes de su época delinearon lo que se conoce como el paradigma de la modernidad. Un paradigma complejo que sentó las bases del nuevo pensamiento; filosófico, cultural, económico, social y político. En el año de 1711, nace en Edimburgo, Escocia (Parte del Imperio Británico), la descollante figura de David Hume que, junto a Berkeley y Locke, todos ingleses, teorizaron la doctrina epistemológica que se conoce con el nombre de empirismo.

Quizá su oficio de diplomático en la política inglesa le permitió a David Hume ponerse en contacto con primerísimas figuras de la alta sociedad europea, entre los que se cuentan Juan Jacobo Rousseau y los enciclopedistas franceses. También, se codeó con lo más granado de la intelectualidad inglesa debido a su actividad de catedrático de algunas de las universidades más cotizadas de su tiempo. Todas estas correrías de diplomático lo llevaron a contradecir, primeramente, la postura del racionalismo

En Europa del siglo XVIII, encontramos enfrentadas dos grandes teorías filosóficas: el racionalismo y el empirismo.  Geográficamente, en la Europa continental y más particularmente en Francia, Alemania y Holanda, estaban los pensadores que consideran “… la razón como fuente principal y única base de valor del conocimiento humano en general” sustentada por teóricos como Renato Descartes, Guillermo Leibniz y Baruch Spinoza.  Habría que afirmar además que “la razón había ejercido hasta entonces una verdadera tiranía…” durante todo el siglo XVII.  De otra parte, contradictores al racionalismo, ubicados en Gran Bretaña enfatizan “… el papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento”. Los insulares europeos radicales defensores del pensamiento empirista estaban representados por Berkeley, Locke y David Hume.

Un empirista es aquel que “desea hacer derivar todo conocimiento sobre el mundo de lo que nos cuentan los sentidos. La fórmula clásica de una actitud empírica viene de Aristóteles, quien dijo que –no hay nada en la conciencia que no haya estado antes en los sentidos- “

Para el empirista Hume, “… los hombres viven en su propio mundo… el mundo de verdad. El mundo de flores y animales y niños que nacen y crecen”, es decir, parte de la realidad cotidiana “desea volver a la percepción inmediata del mundo de los hombres” en contraposición a las posturas del racionalismo que, según él, hablaba y escribía con palabras muy viejas y anticuadas, procedentes de la Edad Media. Un ejemplo de concepto viejo y anticuado sería la palabra ángel o ángeles (figura de hombre con alas) nada cotidiano ni ajustado al mundo real.

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