Decagolo Etico

La vida universitaria está llena de momentos y experiencias que transforman al sujeto que las vive. Son momentos de aprendizaje ético, momentos donde se transmiten y asimilan valores éticos, cuya práctica contribuye a hacer a vida más humana (Cortina, 1995)

Una vez que como estudiantes concluyamos una carrera universitaria, se tomarán decisiones en el ámbito laboral habiendo desarrollado habilidades y fortalezas personales que nos permitan un desarrollo en el quehacer profesional vinculándolo con un quehacer ético.

El presente decálogo ético es una propuesta para alcanzar un correcto abordaje en las diferentes profesiones del equipo, haciéndonos conscientes de la responsabilidad individual y social de cada una de nuestras profesiones, donde asumimos una corresponsabilidad y un compromiso no solo a promover y respetar su contenido, sino a dirigirlo en el ámbito laboral y personal después de graduados, y de acuerdo a los valores éticos universales.

Cada renglón está orientado al ejercicio profesional y personal, siendo aplicable a las diversas relaciones humanas involucradas en el crecimiento y desarrollo integral, durante y después de nuestra formación académica.

DECALOGO

• Promover un ambiente positivo de aprendizaje y para todos sin tolerar comentarios discriminatorios o denigrantes. Aceptar a los demás como son con sus defectos y cualidades, respetando su integridad personal, sin discriminación de edad, ideas, creencias, preferencias sexuales, políticas o religiosas.

• Actuar con compromiso y madurez, responsabilidad y puntualidad en las actividades encomendadas, contribuyendo al ambiente de aprendizaje participando activamente dentro y fuera del salón de clases, optimizando recursos tecnológicos para el logro de objetivos.

• Tomar decisiones bajo consenso del equipo siempre salvaguardando el bienestar de todos, en búsqueda de la verdad y resultados óptimos.

Conclusión

Las universidades afortunadamente ya incluyen una formación ética para sus estudiantes, las necesidades actuales exigen más que conocimientos, en su proceso formativo están conscientes de que su deber es desarrollar a hombres y mujeres no sólo académicamente, sino para la vida misma; poniendo una alternativa de elección a los estudiantes, enfrentándolos a circunstancias diversas, expresando sentimientos, actitudes y cualidades intelectuales, perfeccionándolas y haciéndolas fundamentales en la toma de decisiones, contribuyendo a un mejoramiento , personal y social, de modo que se elija un crecimiento armónico, sostenible , es decir la búsqueda de un modelo de crecimiento propio, y eficaz en búsqueda de cualidades éticas esenciales que caractericen nuestro proceso formativo como profesionales.

La ética profesional y los valores éticos universales son generales y a la vez específicos de acuerdo a cada carrera que hemos elegido, y son la base de todo profesional, cómo a través de ellos cimentamos nuestro futuro paso a paso, el deber ser como resultado de las esferas donde se desarrolla el ser humano, un ser bio-psico- social.

Referencias:

• Artículo: Bases éticas para desarrollar el deber ser en el proceso formativo de los profesionales. Yusimi García Chediak. Centro para el desarrollo de Ciencias Sociales y Humanísticas. Consulta 26 junio 2014. Extraído de: http://www.humanidadesmedicas.sld.cu/index.php/hm/article/view/123/105

• Cortina, A. (1995). La educación del hombre y del ciudadano. Revista Iberoamericana de Educación. Nº 7, pp. 41-63.

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