El Hacer Argumentativo

EL HACER ARGUMENTATIVO

Capítulo 1: Definición

La argumentación es una actividad de tipo racional, que utiliza la lengua de todos los días, de la que supone un buen manejo. Argumentar consiste en dirigir a un interlocutor un argumento, es decir, una buena razón, para hacerle admitir una conclusión y los comportamientos adecuados. Una argumentación se compone de dos elementos esenciales: un argumento es llegar a una conclusión. Se le llama locutor a la persona que habla y sus palabras, enunciados o discursos son dirigidos a su interlocutor. Por ejemplo: ¡No te operes la nariz, Comadre, podría quedarte peor!

2. El salto argumentativo

El argumento tiene el estatus de una creencia compartida, de un dato factual incontestable. Este argumento debe conducir al interlocutor a la conclusión. Sin embargo el pasaje puede ser tortuoso (dar muchas vueltas), apela a unos principios, unas convenciones generalmente admitidas. Se podrá refutar una argumentación objetando la validez de la transición del argumento a la conclusión. Las reglas de pasaje tienen la función de hacer pasar hacia la conclusión el consentimiento acordado a los datos argumentativos, pero el pasaje supone siempre un salto: siempre hay más dentro de la conclusión que dentro de las premisas.

3. La situación argumentativa

La argumentación es una actividad superficial, de la cual la vida cotidiana provee numerosos ejemplos. Estas argumentaciones se complican, toman mayor amplitud y dan nacimiento naturalmente tanto del “debate de ideas” como a la “discusión científica”. Se trata de un debate cuya importancia es reconocida por todos, en donde se expresan opiniones divergentes y donde se deberá decidir, por ejemplo, sobre los méritos de algo, pronunciar una sentencia o arribar una decisión colectiva.

4. Los actores de la argumentación

El locutor que argumenta y su interlocutor, a quién está dirigida la argumentación, reciben tradicionalmente varias designaciones. Cuando se busca describir las operaciones argumentativas desde un punto de vista lingüístico, se habla de “enunciador” y de “destinatario”. Dentro del marco del debate, se designa con el nombre de “oponente” al adversario del argumentador. En retorica se emplea el término “orador”, que sugiere que el locutor se dirige a un grupo de personas relativamente importantes, su “auditorio” o su “público”.

5. Valores y efectos de la argumentación

Un argumento es un medio de hacer admitir una conclusión. Su valor y su fuerza evidentemente deben apreciarse en función de esta intención. Al imponerle una conclusión a su interlocutor, el argumentador además espera hacerlo adoptar comportamientos en armonía con esta creencia.

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