El Marxismo

Marxismo

El marxismo Es el sistema económico-filosófico-social promovido por Marx en la Europa del siglo XIX, se distinguen tres fuentes de riqueza: la tierra, el trabajo y el capital (idea del economista Adam Smith) por lo que las asocia con dos clases sociales; rentistas y asalariados por un lado, burgueses por otro. Esta concepción nace ante la imperiosa necesidad de vincularla a la lucha obrera ya que este estamento social estaba siendo víctima del capitalismo salvaje. Fue entonces en 1848 cuando Marx publicó su manifiesto comunista que fue acogido posteriormente como la bandera de la revolución obrera. El trabajo de Marx se centra en su obra “El capital” la cual consta de siete volúmenes.

En esta publicación el autor describe lo que para él será la nueva sociedad que ha diseñado y que define conceptos tan importantes como la plusvalía (es la diferencia entre el valor de reproducción de la fuerza de trabajo del trabajador y el valor generado por esta fuerza de trabajo). Para Marx el motor de cambio histórico se lleva a cabo por las luchas de las clases sociales por lo que ideó la homogeneización de las mismas y así llegar a una sociedad plena.

El traspaso del ideal marxista a Rusia dio lugar al comunismo de la URSS. La teoría de Marx se sostenía sobre las bases de una sociedad industrializada y no sobre una sociedad agrícola, así que con esta base tan deferente el resultado también lo fue. Lo único que se consiguió fue someter a la población a la disciplina de a un estado totalitario liderado por Vladimir Lenin y su sucesor Joseph Stalin.

La teoría formulada por Karl Marx nunca ha sido aplicada de la forma que el establecía, ya sea porque el contexto social propiciaba su imposición o por las variaciones que cada dirigente aplica en el territorio donde sucede una revolución. Es el caso de Cuba, el dictador Fidel Castro nunca llegó a entregar el poder al pueblo y se dedicó a fortalecer el poder de su administración.

Venezuela, Ecuador y Bolivia también se acogen al ideal de Marx para hacer apología de sus gobiernos, mientras estos se distancian cada vez más de las pautas establecidas por el alemán.

Para el caso de España sería conveniente repasar algunas de las ideas de Marx para hacer pedagogía democrática. Por ejemplo: “Centralizar el capital” puede aplicarse a la recuperación de determinadas competencias del Estado, fomentando así la igualdad entre ciudadanos -como es el caso de la educación-. Regenerar la democracia extrayendo de cada teoría el contenido que mejor se adapte a la circunstancia en la que nos encontramos.

El problema principal al que se somete la teoría marxista es a la perversión del lenguaje que impera en nuestros días y a las que están siendo sometidas muchas corrientes de pensamiento formando parte de discursos demagogos y carentes de contenido.

Actualmente las ideas marxistas están superadas ya que el autor no creyó en el sujeto por encima del Estado-idea liberal fraguada en Cádiz en 1812 y que exportamos a Europa-ni en medidas de avance social ligadas a la libertad en detrimento de la igualdad.

Las clases sociales no están tan definidas como en el contexto de Marx por lo que los conceptos “obrero” y “patrón” quedan desfasados, la lucha de clases no sabría a quien enfrentar por lo difuso de la situación. Su aplicación en una sociedad actual propiciaría la destrucción de la esencia de la persona tal y como la concebimos, ya que la libertad del individual es a mi juicio el paradigma del siglo XXI. Así pues las ideas marxistas ayudan a comprender y a fijar un límite a la economía de mercado. También hay que extraer el espíritu regenerador ante situaciones opresoras. Si el estudio del marxismo es tema de investigación a día de hoy es porque innovó en el intervencionismo del Estado y en la concepción del mismo. Pese a todos los análisis realizados sobre

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