El dios Zeus y su amante

El dios Zeus y su amante

Hace miles de años en el Olimpo existió su máximo protector y gobernador el dios Zeus, tenía una esposa llamada Hera; Hera estaba notando un comportamiento muy extraño en su esposo; lo notaba muy feliz y alegre, ella muy bien sabia que el es frio y arrogante.

La esposa al saber que había cambiado su actitud comenzó a sospechar y concluyó que lo tenía que estar vigilando las 24 horas durante los 7 días. Esta lo seguía siempre que Zeus salía de su casa, pero no veía ningún comportamiento extraño y ella pensó desde que lo empecé a seguir ha recuperado su frialdad y arrogancia así que Hera decidió confrontarlo y justo antes de la hora del almuerzo le preguntó:

Zeus, ¿Por qué hace unas semanas tenías una actitud de alegría y en estas semanas volviste a tu frialdad habitual? Zeus le respondió:

Nada Hera solo que esa semana se despertó por primera vez en mi vida mi hormona de la felicidad, aunque no sé por qué razón y en esta semana se me volvió a desactivar, Hera ingenua le creyó, pero lo que no sabía era que Zeus vio que ella lo estaba vigilando, por eso no fue donde su amante durante el transcurso del tiempo en el que Hera lo vigilaba, después de que Hera dejara de seguir a Zeus este mismo siguió yendo a ver a su amante que se llamaba Helena que casualmente se llamaba como su hija perdida Helena de troya.

Un día Hera fue invitada a una ceremonia muy especial ya que era la esposa de Zeus, aunque ella había invitado al mismo, pero Zeus no fue y se quedó en su casa, cuando Hera se fue Zeus aprovechó para invitar a un banquete a su amante; cuando terminaron el banquete Zeus le dijo a Helena:

Amada mía vamos a casa de tu padre para que me deje tomar tu mano.

Helena le respondió:

Con mucho gusto mi amado.

Pero durante el trayecto a casa del padre de Helena, Zeus se encontró a su esposa y esta misma corrió ya que su amado la había traicionado, Zeus corrió para alcanzarla y disculparse con ella pensaba que si algún guardia lo veía le quitaría lo arrestaría y posteriormente lo lanzaban al calabozo, ya que le estaría vulnerando los deberes cívicos a Hera, Zeus la alcanzó y logró reconciliarse con ella y después Helena los alcanzó y le preguntó a Zeus:

Amado mío y ¿que pasara conmigo?

Zeus le respondió:

No volveré a verte y me quedaré con mi amada esposa.

Después de estas palabras Helena se enfureció tanto que le pego una cachetada que le dolió mucho, pero Zeus dijo:

Todo sea por el amor de mi esposa.

Pero Hera le respondió, todavía no nos hemos reconciliado, te tengo un ultimo desafío.

Zeus le preguntó:

¿Cuál es?

Hera le respondió:

Ven mañana a la casa y te diré.

Zeus no tuvo otro remedio que dormirse en su trono y en su mente corrían las preguntas: ¿Qué será? ¿Cómo será ese dicho desafío? ¿será fácil o difícil? Zeus hizo tantas preguntas en su mente que cuando vino a ver ya había amanecido y dijo:

...