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Elogio A La Dificultad


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2012  •  8.031 Palabras (33 Páginas)  •  362 Visitas

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Sobre la lectura

Estanislao Zuleta

(1982)

Estanislao Zuleta, Sobre la lectura 2/18

Sobre la lectura

Estanislao Zuleta

(1982)

Voy a hablarles de la lectura. Me referiré a un texto escrito hace unos años.

Espero que lo comentemos en detalle para que logremos acercarnos al problema

de la lectura. Comencemos con un comentario sobre Nietzsche. Nietzsche tiene

muchos textos sobre este tema, pero por ahora les recomiendo sólo dos: el prólogo

a la Genealogía de la moral y el capítulo de la primera parte de Zaratustra que se

llama “Del leer y el escribir”; hay otros muy buenos en el Ecce Homo y en las

Consideraciones intempestivas, particularmente en la que lleva por título,

Schopenhauer educador. En ella se habla de lo que significó Schopenhauer para

Nietzsche en su juventud y en qué sentido fue para él un educador. Además les

recomiendo que se lean Sobre el porvenir de nuestros institutos de enseñanza,

pues en él, Nietzsche, hace una crítica de la Universidad como pocas veces se ha

hecho, incluso hoy. Vamos a leer el texto sobre la lectura; lo comentaremos y

contestaré las objeciones, críticas o insatisfacciones que ustedes me manifiesten.

Acaso ningún escritor haya hecho tan conscientemente como Nietzsche de su

estilo, un arte de provocar la buena lectura, una más abierta invitación a descifrar

y obligación de interpretar, una más brillante capacidad de arrastrar por el ritmo

de la frase y, al mismo tiempo de frenar por el asombro del contenido. Hay que

considerar el humorismo con el que esta escritura descarta como de pasada lo más

firme y antiguamente establecido y se detiene corrosiva e implacable en el detalle

desapercibido: hay que aprender a escuchar la factura musical de este pensamiento,

la manera alusiva y enigmática de anunciar un tema que sólo encontrará

más adelante toda amplitud y la necesidad de sus conexiones. Este estilo es la otra

cara, el reverso de un nítido concepto de la lectura, de un concepto que a medida

que se hace más exigente y más quisquilloso libera la escritura de toda

preocupación efectista, periodística, de toda aspiración al gran público y de esta

manera abre al fin el espacio en que pueden consignarse las palabras del

Zaratustra y elaborarse la extraordinaria serie de obras que lo continúan,

comentan y confirman. Al final del prólogo de la Genealogía de la moral

Nietzsche dice que requiere un lector que se separe por completo de lo que se

comprende ahora por el hombre moderno. El hombre moderno es el hombre que

está de afán, que quiere rápidamente asimilar; “por el contrario, mi obra requiere

de lectores que tengan carácter de vacas, que sean capaces de rumiar, de estar

tranquilos”. Nietzsche dice que “existe la ilusión de haber leído, cuando todavía

no se ha interpretado el texto. Y esa ilusión existe por el estilo mísero en que

escribe.

Estanislao Zuleta, Sobre la lectura 3/18

Pero él va más lejos, el texto que viene más a la mano es el Zaratustra y se

encuentra en el primer discurso del Zaratustra. Dice Nietzsche que va a contar la

manera como el espíritu se convierte en primer lugar en camello, el camello se

convierte en león y éste se convierte finalmente en niño.

Nietzsche dice que primero el espíritu se convierte en camello, es el espíritu que

admira, que tiene grandes ideales, grandes maestros. Por ejemplo, en el caso de

Nietzsche, Schopenhauer, y una inmensa capacidad de trabajo y dedicación; el

camello es el espíritu sufrido, el espíritu que busca una comunidad con cualquier

cosa. –Es un aspecto que se refiere al pensamiento, todo el Zaratustra es una

teoría del pensamiento–. Si no se logra leer así, no se entiende nada; pero el

espíritu no es sólo eso, admiración, dedicación, fervor, y trabajo; el espíritu es

también crítica, oposición y entonces dice que el espíritu se convierte en león;

Como león se hace solitario casi siempre y en el desierto se enfrenta con el dragón

lleno de múltiples escamas y todas esas escamas rezan una misma frase: tú debes.

Entonces el espíritu se opone al deber, es el espíritu rebelde, el que toma el tú

debes como una imposición interna contra la cual se rebela, que mata todas las

formas de imposición y de jerarquía, pero que todavía se mantiene en la negación.

Y dice Nietzsche que el león se convierte finalmente en niño y explica así: el niño

es inocencia y olvido, un nuevo comienzo, y una rueda que gira, una santa

afirmación. Eso ya no es rebelión contra algo; la rebelión contra algo sigue

estando determinada por aquello contra lo cual uno se rebela, de la manera en que

por

...

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