Ensayo El Devenir

ENSAYO EL DEVENIR

Hablar de devenir es referirse indefectiblemente al hecho en que la realidad nunca está estática, sino por el contrario, en permanente evolución; por ello se afirma que “lo que ahora es, dejará de serlo inmediatamente después, para pasar a ser otra cosa”1

Heráclito, padre de la dialéctica, tiene la razón cuando expresa en sus escritos que la realidad está siempre en constante transformación y que por ello nada que le corresponda a ella es lo mismo en el instante siguiente.

Esa movilidad de la realidad, ese mundo de los contrarios, es precisamente el que equilibra la naturaleza y los procesos que en ella se operan continuamente-unos más lentos y visibles que otros-, puesto que no puede existir nada sin su fuerza contraria que a su vez es la que le permite su presencia.

Todas las cosas de la naturaleza están sujetas a un devenir perpetuo donde absolutamente todo fluye y nada permanece, y donde el nacer o perecer de un ser implica necesariamente el nacer o perecer de su contrario.

De este modo, puede afirmarse entonces que la naturaleza en sí misma es conflicto, lucha de presencias y ocultamientos en la cual la “guerra” se convierte en el umbral de la armonía, a partir del “logos (fuego eterno) que «se enciende según medida y se apaga según medida»”2

Y es precisamente este logos, el que conlleva a Heráclito a descubrir la verdad en el mundo de los hombres, los cuales paradójicamente permanecen inertes ante los cambios y transformaciones del mundo en que habitan y de la naturaleza de su propio ser-“ficción vacía”, razones por las cuales su vida se convierte en un eterno vacío, en un infinito ir y venir sin rumbo, en un permanecer constante cuando todo es inconstante y por ello su misma vida se convierte en una monotonía devoradora que le impide ver que “el mundo “aparente” es el único: el “mundo verdadero” no es más que un añadido mentiroso”3

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