Filosofos

TALES DE MILETO

Se dice que Tales de Mileto tenía ascendencia fenicia y que fue hijo de Examio y Cleobulina. Según Flegonte, murió aplastado y extenuado por el calor cuando una multitud se le vino encima durante un encuentro gimnástico.

Se cuenta que Tales fue discípulo de sacerdotes egipcios y caldeos, gracias a cuyas enseñanzas comenzó a filosofar sobre las cosas celestes y divinas.

Tales también adquirió fama de geómetra, astrónomo y meteorólogo; se le atribuye la hazaña de haber medido correctamente la altura de las pirámides egipcias, con base en la longitud de su sombra. También explico la naturaleza de los eclipses de sol, y pudo predecir uno en tiempos de Darío. Quizá a todos estos logros se debe la idea de Aristóteles de considerar a Tales como uno de los siete sabios de la antigüedad.

Entre sus principales contribuciones a la filosofía esta la que sostiene que el primer principio material de todo lo que existe es el agua, el “elemento” arkhé del cual se generan todas las cosas y al que vuelven cuando se disuelven o corrompen. De acuerdo con Aristóteles de Estagira, Tales aseguraba que la tierra estaba sostenida por el agua.

ANAXIMANDRO DE MILETO

Anaximandro de Mileto (aprox. 610-456 a. de c.), hijo de Práxides, fue el más destacado de los discípulos de tales. Se le reconoce el hecho de haber escrito el “primer” libro en prosa sobre la naturaleza y los dioses. También se considera que fue el primero en dibujar un mapa o esfera de la tierra y los mares, y que inventó el instrumento conocido como gnomon.

Anaximandro propuso dos importantes nociones para la filosofía de todos los tiempos a saber: el principio (arkhé) y el proceso. El primero es el sustrato, es decir, la “materia” o el “elemento” de donde se generan todas las cosas. El segundo consiste en el ciclo de generación y destrucción que se verifica por el enfrentamiento y la separación de los contrarios. Anaximandro propuso que el principio de todas las cosas, no era ni el agua, ni el fuego, ni la tierra, ni el aire sino “una naturaleza distinta” a la que llamó lo infinito, lo ilimitado, lo indeterminado (to apeirón, en griego).

Para nuestro filósofo e inventor, si la generación no implica modificación del principio o sustrato sino la separación de sus de sus distintos elementos, la corrupción consiste en una “re-unión” de los contrarios (día y noche, invierno y verano, luz y tinieblas) en el principio indeterminado.

ANAXÍMENES DE MILETO

Anaxímenes de Mileto (585-526 a. de c.) fue hijo de Eurístrato, y alumno tanto de Anaximandro como de Parménides. Anaxímedes consideró que el primer principio material o elemental de todas las cosas era el aire, al cual, según lo indica Simplicio, consideraba como infinito. Es importante hacer notar que la manera en que esta filósofo concibe el aire (aér) no es igual a la que nosotros sostenemos en la actualidad.

Más que la mezcla de gases que constituye la atmósfera terrestre, el aire para Anaxímenes era una suerte de principio vivificante que, por su carácter maleable y su eterno movimiento, podía generar todas las cosas y procesos presentes en el universo.

Este filósofo postuló que la tierra es plana, y esta sostenida precisamente por la presión del aire que se acumula por debajo de ella. Del sol, asegura que está compuesto de tierra que, por la velocidad de su movimiento, adquiere temperatura.

Tales y Anaxímenes formularon sus respectivas propuestas sobre el principio material de todas las cosas; el primero dijo que era el agua; el segundo, el aire. Al parecer Anaximandro no recurre a ningún principio material, pues el apeirón es indeterminado.

PITÁGORAS

Pitágoras nació en la isla de Samos, aproximadamente en el año 584, a. de c. y murió en metaponto en 496 a. de c., dos años antes de las Guerras Médicas.

Se cree que Pitágoras fue el primero en usar el nombre de filósofo: amante de sabiduría, para la actividad que desempeñaba. Este pensador vivía en comunidad con sus alumnos, en un sistema rígido de reglas de obediencia y austeridad en el comer y vestir, con base en creencias como la inmortalidad del alma, en un clima de introspección y misterio, ya que estaba prohibido revelar la doctrina.

HERÁCLITO

Heráclito nació en Éfeso, otras de las ciudades de Jonia, por el año 540 a. de c., en el seno de una familia rica. Su apodo era el “oscuro” por su costumbre de escribir en forma enigmática para que no todos entendieran lo que expresaba. Otra causa para tal mote puede ser por la frase “a la naturaleza le place ocultarse”.

Heráclito es conocido como el filósofo que se interesó más por lo que cambia que por lo permanente. Si bien Heráclito busca la unidad, la identidad y el ser. Para Heráclito, ese uno era el fuego.se piensa que quizá su afirmación estuvo inspirada en el culto del persa al fuego, o bien que es tanto simbólica (energía) como literal (fuego): “este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo han hecho, sino que existió siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre vivo, encendiéndose con medida, y con medida apagándose”

PARMÉNIDES

Se calcula que Parménides nació hacia el año 540 a. de c., en Elea, colonia situada en la Magna Grecia. Escribió un poema titulado (Sobre la naturaleza) donde expuso su teoría del ser.

La tesis central del poema se resume así: el ser es, el no ser no es. Pero así como el no ser es inconcebible, el ser absoluto tampoco puede ser conocido, pues está más allá de las limitaciones del pensamiento humano. El ser verdadero, es decir, la realidad, no puede conocerse por los sentidos, sino solo por la razón.

El ser indivisible, inmóvil y material. A la verdad solo se llega por medio de la razón que acepta el ser, en tanto que la opinión que acepta el no ser permanece en la sensación.

EMPÉDOCLES

Empédocles de Acagras o Agrigento (484-424 a. de c.) fue hijo de Metón, descendiente de una familia

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