Kriton Y El Deber Ser

CRIPTON Y EL DEBER SER

Existen en la actualidad condiciones que propician el deterioro de los valores fundamentales y esenciales del ser humano, es triste darnos cuenta que día a día, desde la infancia y en forma progresiva se van perdiendo u olvidando valores tan primordiales para la humanidad.

Adentrarnos a lecturas que reflejan la importancia del “deber ser” nos profundiza y da una idea en el correcto uso de nuestros valores y principios de la existencia humana, así mismo, nos impulsa a interiorizarnos y a no dejarnos corromper por la incertidumbre de hacer o dejar de hacer.

El ser honesto, recto e interesarse por los problemas de los demás ya no figura entre los principios propios del hombre, es común ver que en este mundo tan globalizado de ideas y pensamientos cada vez más gente busca su bienestar propio, su desenvolvimiento es dirigido ya no al bien común si no al suyo propio, al ser un mundo de competencias, la ley del más fuerte es la que sobresale por encima de la justicia, lo justo, lo honesto, lo propio, lo ecuánime.

Cuán importante resulta una palabra corta que algunas personas no distinguen más allá de lo que sus ojos, mente y sentimientos le permiten distinguir, moral algo tan simple como la regulación normativa de los individuos algunas veces resulta tan complicada para la mente humana.

Libertad, igualdad, justicia, dignidad nos deberían inspirar para alcanzar fines valiosos dirigidos a perseguir el bien común, el sometimiento de las leyes es una obligación absoluta, es el deber ser, por lo que en nuestra vida diaria deberíamos estimar opiniones buenas y rechazar las malas, no olvidemos que las opiniones buenas son dirigidas por los sabios y las opiniones malas por los necios.

Interesante resulta la conciencia interna de Sócrates al no dejarse corromper ante la insistencia de Criptón, y más interesante resulta el hecho de analizar todos y cada uno de los pros y los contras de la toma o no de decisiones, que sin duda alguna marcarían la vida de un hombre, ese análisis debería ser retomado por todos y cada una de las personas encargadas de juzgar, impartir, promover, resaltar, estudiar y profundizarse en la repartición de justicia.

Ojalá jóvenes y niños tengan la oportunidad de leer y comprender la importancia del yo interno, para que la humanidad prospere en un ambiente de armonía, cuánta falta hace la reflexión, entender que lo justo va de la mano de lo injusto y que solo es justo la persona que no solo predica con el ejemplo si no que imparte sus conocimientos anteponiendo sus intereses propios.

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