LA INHUMANIDAD
leimar_rivas05Trabajo13 de Junio de 2021
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República Bolivariana de Venezuela
Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal de Ayacucho
Sede-Ciudad Guayana
Facultad de Derecho
Sección: 3D1P
Cátedra: Derechos Humanos
LA INHUMANIDAD
Profesor: Alumna:
Jesús Osuna Leimar Rivas CI: 30.648.149
Ciudad Guayana, Abril 2021.
Para iniciar la travesía a través de este texto podemos decir que nosotros los humanos, a pesar de nuestros indudables logros, no hemos conseguido liberarnos de la crueldad, del daño voluntariamente infligido, de las matanzas colectivas, las guerras, los genocidios. La atrocidad es un componente esencial de la cultura humana. Siempre hemos estado en un constante sistema lleno de crueldad lo cual ha hecho que nos veamos afectados por los derivados de la inhumanidad constantemente. Ya que como individuos nos hemos acostumbrado tanto a que pasen siempre este tipo de cosas por frente de nosotros y lo único que hacemos es hacer como si es una conducta totalmente normal y en vez de escandalizarnos o de rebelarnos, solo lo seguimos dejando pasar. Ahí es donde atribuimos la siguiente frase dicha por Stalin: “Una muerte es una tragedia. Cien mil muertes son una estadística”.
Y es cierto, alrededor de los años cada que muere una persona se mide por una tasa de estadísticas y es totalmente lamentable. La admiración por nuestra inteligencia también pertenece a la atrocidad y al comprobar que la crueldad, la brutalización programada y el horror, nos damos cuenta que también productos de esa inteligencia
También tenemos una serie de acontecimientos que sucedieron a la lo largo de la historia ejemplo tenemos el XX de haber inventado la guerra total”, donde se desato la primera guerra mundial y en esta nunca hubo una distinción entre combatientes y civiles, entre guerreros y niños, mujeres y ancianos, en la que se puede matar a distancia, sin riesgo alguno. Por ello sabemos lo mucho que ha ampliado sus dimensiones a medida que los Estados iban militarizando a su ciudadanía con el servicio militar obligatorio, es decir, cuando el ejército pagado por un monarca se convirtió en “el pueblo en armas”, pero la idea de que hubo en alguna ocasión guerras puras aquellas en las que solo morían los combatientes, se protegía a la sociedad civil y representaban un choque espiritual y no físico es una falsedad, como tendremos ocasión de ver.
Marina nos hace ver que la guerra ha sido una constante en la historia de la humanidad. Las guerras agresivas han respondido siempre a las mismas causas: el deseo de expandir el poder, el ataque como método Preventivo, o las creencias y sentimientos que impulsan a la acción violenta y a la venganza. Los horrores de la guerra pueden explicarse por la situación excepcional que se vive, capaz de despertar y exacerbar todas las pasiones. Pero es más difícil analizar los asesinatos en masa sistemáticos, fríos, burocráticos. Es lo que hace que el exterminio Nazi de los judíos sea de una negrura impenetrable. Los genocidios documentados no pueden explicarse diciendo que los perpetró una pandilla de sádicos. No es así: los ejecutaron ciudadanos bien Integrados socialmente, que en una situación excepcional Cometieron atrocidades y que después volvieron a su vida normal.
En la actualidad lo que son los genocidios son un caso tan común y cruel que nos deja ver que el sistema no cambia solo se siguen repitiendo los mismos patrones malos. Los genocidios muestran la locura homicida de individuos que no eran asesino su vez las hambrunas son una de las plagas permanentes que ha sufrido la humanidad. Muchas de ellas son provocadas por catástrofes climáticas, sequías o inundaciones. Pero muchas otras tienen causas políticas. En el siglo XX hay dos ejemplos claros de estas últimas. La sufrida en Ucrania entre los años 1932-1933 y la padecida en China entre 1959 y 1961. También destacaron de este siglo lo que fueron las víctimas de la hambruna ucraniana son difíciles de calcular. Los expertos las fijan entre 2,5 y 6 millones y, para los críticos del Régimen soviético, sería un caso de genocidio, al ser una hambruna Artificial creada por el gobierno de Stalin. Se ha acuñado el término Holodomor para designar el genocidio provocado mediante el Hambre. Según Anne Applebaum, “la hambruna no fue causada Por el caos ni por fallos, sino por culpa de las requisas, así que eso solo pudo ser intencional”.
El motivo pudo ser una campaña de Rusificación de Ucrania y el deseo de evitar posibles intentos de autodeterminación de esta república las hambrunas son una de las plagas permanentes que ha sufrido la humanidad. Muchas de ellas son provocadas por catástrofes climáticas, sequías o inundaciones. Pero muchas otras tienen causas políticas. En el siglo XX hay dos ejemplos claros de estas últimas. La sufrida en Ucrania entre los años 1932-1933 y la padecida en China entre 1959 y 1961.
Pero después de lo que fue el lanzamiento Después de Reformas y Apertura, el programa reformista económico que implicó una cierta apertura al capitalismo, el Partido Comunista de China declaró oficialmente en 1981 que la hambruna se debió principalmente a los errores del Gran Salto Adelante. Lo que conllevo junto al inicio de la Gran Guerra, los genocidios y las hambrunas es la utilización bélica de la violación masiva de mujeres. Claudia Card, en The Atrocity Paradigm, dedica un capítulo a las violaciones en la guerra y señala Dos fenómenos diferentes: uno el rapto de mujeres para confinarlas en burdeles para los soldados, como hizo, por ejemplo, El Ejército japonés; el segundo es la utilización de las violaciones como arma de guerra para desmoralizar al enemigo, introducir división entre ellos, dejar embarazadas a las mujeres, aterrorizar a la población y vengarse. A lo largo del estudio de esta biografía hemos podido observar la gran evolución muestra que la humanidad se ha enfrentado a problemas terribles de convivencia y los ha ido solucionando con mayor o menor fortuna. Problemas que han ido siendo desenlazados como un tobogán según Marina, hemos pasado de ser completamente primitivos a ser totalmente oprimidos y sistematizados y es ese dinamismo de problemas y soluciones es lo que constituye la cultura. También conforme los tiempos pasaron el sistema fue cambiando y se comenzó a sentir, se implantaron los pensamientos morales, lo que es la compasión, y se fueron estableciendo distintitos tipos de normas para la protección de los individuos de la sociedad, normas morales que se internalizaron y se crearon Instituciones permanentes para fortalecer la cooperación pacífica. Las cuales son entendidas donde se fueron destacando diversidad de factores como creaciones de la “inteligencia compartida”, que aumentan el capital social de esa comunidad, sus recursos para resolver los Problemas y elevar el nivel de felicidad política. De igual manera siempre existes distintos tipos de ocasiones donde las circunstancias son diferentes. Sin embargo, en determinadas circunstancias toda esa construcción cultural se desploma y cae hacia niveles más elementales de conducta. Es lo que llamo “regresión”.
Entonces tenemos que Mennell, uno de los autores que ha estudiado los fenómenos regresivos, señala que hasta ahora nos hemos recuperado: “El hecho es que, tras todo el horrible sufrimiento que trajo consigo [el Holocausto], las tendencias civilizatorias volvieron a ser dominantes tras un periodo relativamente corto de años”.
Tal vez esa rapidez en la recuperación se deba también a una rapidez en olvidar, lo que favorecería la repetición de las atrocidades. Conforme a lo que hemos ido leyendo podemos decir que a la vista de los altibajos de la historia, Thomas Henry Huxley Sostuvo la teoría del barniz moral (moral veneer). Esta teoría nos dice que, los seres humanos son malvados, bestiales, egoístas y tienden a actuar mal y tratar impropiamente a los otros, es decir solemos tener conductas inmorales que podríamos controlar pero la sociedad decide creer que es una forma común de actuar pero existe sobre esta naturaleza un barniz moral, de origen indeterminado.
Frans de Waal Piensa que esta es una visión sesgada y pesimista de los sapiens. Sostiene que la búsqueda del interés propio no excluye evolutivamente el desarrollo de tendencias altruistas y compasivas. Pero este autor opina que, la evolución ha dado lugar a especies que siguen impulsos genuinamente cooperativos. Desconozco si en el fondo la gente es buena o mala, pero creer que todas nuestras acciones están calculadas de forma egoísta a escondidas de los demás y a menudo de nosotros mismos equivale a sobreestimar de forma exagerada los poderes mentales de los seres humanos, por no hablar de otros animales. Pero según a la referencia que hemos tenido a lo largo de la historia, la evolución cultural según la ciencia es que, los humanos nos separamos del resto de los animales lentamente. Nuestra naturaleza no está diseñada a partir de cero, sino que ha ido ampliándose, redefiniéndose a medida que se construía y adquiría competencias más ricas, nuevas y poderosas. Esto quiere decir que en vez de compartir aquellas cosas buenas que nos implantan decidimos guardárnoslas ya que un supuesto también dice que según cambiaba el entorno, del cual forman parte las propias invenciones humanas, en lo que he denominado un “bucle prodigioso”. Y más a favor de todo lo que nos dice marino lo que hace la inteligencia es que revierte sobre sí misma y la modifica. Nuestro cerebro es una maravillosa chapuza, un kluge, como dicen los informáticos. Una solución poco elegante, pero eficacísima. Pero cuando nos centramos a hablar de lo que son los “animales espirituales” no me estoy refiriendo a una supuesta división metafísica entre “material e inmaterial”, entre “cuerpo y alma”, sino a algo descriptivamente más cercano, a un ser que puede dirigir parte de su comportamiento no por estímulos directos, sino por representaciones pensadas o imaginadas. Lo cual hace que no tengamos un control completamente sobre nosotros, pero cuando llegamos a una corrección espiritual puede llegar a mejorar. Un animal que puede inventar normas y acomodar a ellas su acción, que puede elaborar proyectos o hacer cálculos matemáticos, es un animal espiritual. Un animal enraizado en un lugar, pero que puede vivir en un “no lugar”, en la utopía.Sabemos que según la cronología de la historia nos dice que para humanizar las estructuras animales, nuestra especie necesitó dos millones de años. La evolución biológica surge por el juego de mutaciones, combinaciones y selección. Pero en el caso humano aparece un nuevo factor: el aprendizaje. Gracias a él, biología y cultura se entremezclan y dan lugar a una gran exclusiva humana: la educación, la transmisión intencionada de conocimientos y habilidades de una generación a otra. Con razón, Jerome Bruner, uno de los grandes psicólogos del siglo pasado, pensaba que el sapiens era un “animal docens”. De hecho, la racionalidad también es fruto del aprendizaje.
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