LAS METAS

FILOSOFIA

SANTIAGO MELO CASALLAS

L.I.C DESIDERIO VARGAS PEREZ

OCTAVO “A”

COLEGIO FERVAN

BOGOTA 26/05/17

LAS METAS

Teniendo en cuenta que personas que tienen una meta pero hay personas que no permiten lograr aquellas metas por envidia, celos, egoísmo, etc. Las personas pierden la idea de lograr aquellas metas para que su vida mejore y se a mejor. Algunas personas tratan de superarse como lo hizo juan salvador al tratar de volar más rápido.

        Es así que las personas deben saber cómo lograr las metas propuestas para lograr en su vida, no deben las otras personas que interrumpir las metas de los demás con insultos y desanimar a las personas de forma que no puedan realizar lo que quiere para su vida.

        Por lo tanto las personas pueden desarrollar sus metas propuestas para su futuro sin que otras personas los desanimen ni los perjudiquen en su vida. Las personas deben tener el valor para decirles a las personas que los obligan a dejar de hacer lo que tiene propuesto en la vida con sus metas que le pueden ayudar a llegar la perfección

La MUERTE es la separación del cuerpo y el alma, y el filósofo no se preocupa en exceso del cuerpo y por gozar las “voluptuosidades del cuerpo”, pues ello significa estar cerca de la muerte. El cuerpo es entendido también como un obstáculo para la adquisición de la ciencia, porque los sentidos nos llevan al error. El alma alcanza las verdades universales, el verdadero conocimiento y la justicia a pesar de los sentidos, superando los sentidos, que embrollan al alma y suponen un obstáculo para alcanzar su objetivo. El cuerpo demuestra también Sócrates que es malo, pues intentar contentarlo, darle cosas materiales y placeres es el origen de guerras y combates. Por todo ello, demuestra Sócrates que LA MUERTE ES UNA PURIFICACIÓN DEL ALMA, Y COMO TAL LA DESEA. Es así que esta purificación es la tarea de la vida del filósofo, y sería una contradicción intentar regirla en el momento que llega, pues demostraría que sólo se interesa por el cuerpo y no por el alma. La verdadera virtud es la purificación de toda clase de pasiones.

Sócrates contesta a Cebes. Cebes se había referido al alma en la metempsicosis  o transformación, temiendo que ésta se estropease. A ello le contesta Sócrates que al conocimiento de las verdades no se llega por el conocimiento sensible, pero que el camino a seguir es largo y podemos quedar cegados por las verdades que alcanzaremos. Sócrates comenzará la demostración de que “existe algo bueno, bello y grande por sí mismo”.  Si existe la belleza es porque participa de la Belleza, no porque la compongan los ojos y los nervios; existe la idea, y lo demás participa de ella. Y esas Ideas no nacen ni perecen; de ellas nace lo sensible. Lo que hace vivir al cuerpo es el alma, que es el alma, que es inmortal, pues no admite lo contrario a ella, que es la muerte. Por ello hay una tarea ética: cuidar del alma apartándola de las pasiones, alimentándola de templanza y pureza. Este es el camino de la purificación, y por ello acepta con serenidad cuando llega el Sirviente de los Once a darle la cicuta. Sócrates acepta las indicaciones que el carcelero le da para tomar adecuadamente el veneno, se despide de sus amigos, toma el veneno y muere tranquilamente, no sin antes recordar a Critón que lleve a Asclepio el gallo que le tenía prometido. 

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