La Clonacion

LA CLONACIÓN: ¿AVANCE CIENTÍFICO O RETROCESO ÉTICO?

Lo que parecía ciencia ficción como es la creación de nuevos individuos fuera del ámbito de la sexualidad, ha quedado demostrado como una realidad certificable a partir del tema de la clonación. Pero ¿Es la clonación humana un dilema ético? Claro que es un dilema ético, en mi opinión, el hecho que implica clonar a seres vivos, en especial a los humanos, debemos juzgarlo como un acto nefasto que atenta con la identidad y dignidad humana.

El objetivo del presente ensayo es presentar a la clonación de manera controversial, desde una perspectiva ética, a fin de convencer a otros para que acepten unas ideas y se adhieran a ellas o, simplemente para recóvenselos y llevarlos a que asuman una nueva actitud, tratando de mostrar evidencias de las repercusiones éticas que trae el tema de la clonación a la sociedad.

Antes de empezar con el debate cabe preguntarse ¿Cuándo comienza la vida humana? ¿con que derecho puede uno considerar que una vida no tiene ningún significado, y podemos manipularla a nuestro antojo?¿Con qué autoridad y con qué sabiduría podríamos imponer a otros seres humanos nuestro diseño en su misma entraña biológica, a carecer de la referencia de un padre y una madre, a ser fruto de una unión sexual? ¿Quiénes somos nosotros para invalidar este método de lotería genética que lleva miles de millones de años funcionando ?

Para nadie es un secreto que todos los fines de la clonación, como muchas otras ideas creadas por el hombre, por más prometedores y fascinantes que suenen, traen nefastas repercusiones éticas para la sociedad y para la ciencia misma, cuando son usados con fines irracionales y destructivos. La clonación se disfraza de una técnica que perfectamente puede llegar salvar vidas, curar enfermedades y que favorece al desarrollo de la humanidad, mas sin embargo muy pocas personas saben los verdaderos fines que esta tiene, ni los efectos que sus “beneficios” pueden traer a largo plazo. Detrás de todos las proezas que esta propone se encuentra a la espera la gran cosecha de dólares que motivan a los científicos a realizar en secreto grandes cifras de fracasos en busca de la perfección de este proceso, llegando a crear “monstruos” sin conocerse aun las causas de estos desordenes y dejando a su paso muerte y peligro para toda una especie.

No se trata de estar en contra del progreso de las sociedades, ni mucho menos de negar que la clonación puede llegar a cumplir lo que hoy en día promete. La idea de que podamos tener una mejor calidad de vida, obtener la cura de enfermedades como el Parkinson, la infertilidad, el cáncer, la diabetes y muchas más enfermedades que nos acarrean, nos hacen pensar que quizás debemos solidarizarnos con este proceso. Pero ya bien sea la clonación con fines reproductivos o con fines terapéuticos, la primera parece constituirse con un fin de mayor validez que las segunda, todo eso no justifica que manipulemos a nuestro antojo una vida una humana.

Debemos cuestionarnos a que costa se quiere alcanzar todo eso, a partir del irrespeto por la vida y la identidad humana, porque por más que quieran negarlo lo que se está interrumpiendo es una vida, ya que desde el momento de la concepción, en el caso humano, aunque ese nuevo ser no sea todavía un ser completo, sino en desarrollo. Es, virtualmente, un ser humano total, dotado de cuerpo, alma y espíritu . Es ese mismo cuestionamiento por lo que hoy en día la clonación se considera un dilema ético y moral.

Para concluir, la clonación tiene más para quitarle a la humanidad que para darle. Es muy satisfactorio que el hombre llegue a avances tan grandes, pero eso no justifica que andemos experimentando con la vida de los seres vivos solo para el beneficio de algunas personas. Tenemos en nuestras manos la oportunidad de objetarnos a este tipo de prácticas para evitar las

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