La Retícula, El Orden Absoluto Del Arte Abstracto.

La retícula es una estructura que posibilita la existencia de contradicciones entre los valores de la ciencia y los espirituales dentro de una misma pieza. Es según Krauss la estructura base para el arte moderno, se extiende en todas direcciones, de esta manera opera desde la obra hacia afuera, uniendo y al mismo tiempo diferenciando la obra de el mundo que la rodea.

Es a partir del surgimiento de la fotografía que la pintura necesita un nuevo problema que resolver. Ya no era suficiente contar con una técnica impecable y representar imágenes lo más parecidas a la realidad, cuando un fotógrafo podía lograr un grado de mimetismo mayor con una cámara fotográfica y en un menor tiempo. A partir de este momento en el tiempo el arte se empieza a redefinir a partir de esta nueva técnica pictórica.

Antes de seguir empecemos por descomponer lo que es la fotografía: La fotografía surge a principios del siglo XIX en respuesta a la necesidad social de lograr imágenes “reales”. Es en 1826 cuando Joseph-Nicéphore Niépce logra fijar una imagen obtenida a través de una cámara obscura en una placa de metal cubierta con Betún de Judea, una substancia fotosensible que cambiaba de color al ser expuesta a la luz, y es esta la que está considerada como la primera fotografía.

El desarrollo de la fotografía crece de manera exponencial durante los siguientes años, y es con la fabricación de un negativo reproducible por parte de Henry Talbot que logra ser un medio accesible de reproducción de imagen.

Pero más allá de esta historia o del alto grado de mimetismo de esta técnica lo que influencia al arte después de este punto.

La fotografía es un índice, esto significa que es un rastro, un registro de la existencia de algo. Es necesario que la luz rebote en el objeto a fotografiar y sea captado por la emulsión para que la imagen se registre. Esto convierte a la fotografía en prueba irrefutable de la existencia de dicho objeto o escena.

¿Y por qué es tan importante que sea un índice?

Toda imagen esta formada de signos, y como todo en este planeta esos signos están sujetos a la clasificación para entenderlos mejor. Los signos se dividen en 3, hay íconos que son signos cuya relación con el referente es completamente visual, se parecen al objeto que representan. Existen los signos que se comprenden por consenso social, como el alfabeto. Y al último están los índices, la relación que tienen con el objeto es de existencia, de rastro.

Claro que la fotografía bajo ningún motivo es verdad, como bien dice Fontcuberta, la fotografía está sujeta a la interpretación, pero más allá de eso la fotografía aplana la realidad. Nosotros nos movemos en un mundo con 3 ejes de dirección mientras que una fotografía esta limitada a ser una imagen completamente plana. La fotografía también aísla ese instante en el tiempo del resto, no tiene una continuidad, no tiene acción ni tiempo. La fotografía también encuadra, tiene límites de lo que se puede ver, al encuadrar, el fotógrafo corta la “realidad” y hace de la fotografía un pedazo cercenado de este mundo.

Es a partir de estos tres principios que el arte se reinventa, la pintura no busca representar la realidad si no crear una realidad nueva, ya no es un intento más de comprimir el mundo en 2 dimensiones, ahora se busca crear un mundo de 2 dimensiones, algo así como una línea, una línea siempre será una línea y no la representación de esta.

Los marcos se eliminan y es solamente el lienzo el que delimita este mundo, como una ventana, en pedazo de algo más grande. La pieza también, es claramente un índice de que el creador estuvo ahí, se vuelve una prueba irrefutable de la existencia de dicho creador y por supuesto de la sociedad a la cual pertenece.

Todo esto se convierte en las bases del arte abstracto, y por lo tanto la base de el trabajo de Rogelio Pollesello,

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