La intolerancia entre las diferentes formas de pensar y de ver el mundo de las personas nos pueden llevar a desatar guerras entre nosotros mismos, guerras innecesarias.

AGORA

La intolerancia entre las diferentes formas de pensar y de ver el mundo de las personas nos pueden llevar a desatar guerras entre nosotros mismos, guerras innecesarias. En el caso de Ágora, una ciudad de la Alejandría, se muestra una realidad muy cruda donde el humano no quería aceptar sus diferencias, había una lucha para imponer creencias entre los habitantes, situación que a mí me pareció horriblemente incómodo y molesto.

Se muestran difíciles decisiones por parte de los personajes principales, tres fueron las más destacadas. Davo era un esclavo de la astrónoma y matemática más importante del lugar, Hipatía, de quien estaba enamorado. El chico por curiosidad recibe enseñanzas sobre Jesús y sobre cómo orar por parte de Amonio, un cristiano, quienes estaban tomando el poder muy rápidamente, convenciendo a Davo al cristianismo, tras ser liberado por Hipatía al enterarse de sus sentimientos hacia ella.

En una ocasión, los paganos trataron de atacar a los cristianos, pero como éstos eran más numerosos lograron vencer a los paganos. Aquí es donde interviene el Emperador de Roma, él decide perdonar a los Paganos con la condición de que los cristianos pudieran tomar posesión de sus templos e imágenes sagradas, permitiéndoles incluso destruirlas, incluyendo su biblioteca, que almacenaba grandes conocimientos de la época. Muy pocos escritos se salvaron. Años después, Orestes, antiguo discípulo de Hipatía, a quien amaba, se convirtió en alcalde de Agora, después de igual convertirse al cristianismo, pero su fe de puso en duda cuando se le ordenó arrodillarse aceptando la palabra del dios cristiano, donde también aceptaba la sumisión de la mujer, acusando así a su amada de ateísmo y brujería. Lo cual Orestes no aceptó en frente de todo el pueblo.

La actitud más destacada fue la de la astrónoma, Hipatía, quien siendo acusada de brujería y ateísmo nunca cambió su pensamiento, su entusiasmo por la ciencia y el darle sentido a la teoría helio centrista de Aristóteles, ella mantuvo su postura hasta el momento en que los cristianos la lapidarían por su deshonra a la palabra de dios. En ese momento vuelve a aparecer Davo, quien acaba con la vida de su amada asfixiándola con sus propias manos para evitar la tortura que le esperaba.

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