La parábola de la enojo

EL ENOJO

1. No hagas locuras. Proverbios 14:17-18

Todos nos enojamos de maneras distintas, dependiendo de lo que hay en nuestra mente. Las situaciones difíciles o adversas pueden sacar lo peor de nosotros, pero debemos controlar nuestras emociones y dejar el enojo para ser cada vez más fuertes y concentrarnos en lograr lo bueno. El enojo sin control significa enojo, pleitos, depresión y destrucción.

2. 2 Timoteo 1:7 V1960; Proverbios 29:11; Domina sobre tus emociones y se sabio.

Aprendamos a orientar positivamente la energía de nuestra vida. Úsala para enfocarte en alcanzar tus metas, no para pelear con alguien. Así tendrás más fuerza, no te sentirás cansado sino vigoroso, enérgico y lleno de vida. El Espíritu Santo no es sólo un espíritu de poder y de amor, sino también de dominio propio y puede ayudarte a lograrlo. El enojo controlado significa paz que te llena de pasión contagiosa que edifica a muchos.

3. Efesios 4:26

El enojo te puede llevar a pecar y el pecado solo trae muerte consigo, no solo física.

Los hombres sabios poseen temperamentos consistentes que forman carácter y estabilidad. Ellos han aprendido a pensar antes de actuar, a elegir sus emociones de manera constructiva, a expresar sus sentimientos y a enfocar sus pensamientos hacia las metas. Esta conducta te convertirá en una persona cada vez más sabia.

Conclusión: Dios nos ha hecho diferentes y únicos. Es importante valorarte como eres y aprender a dominar tu enojo, permitiendo que el Padre Celestial te moldee. No des rienda suelta a tus emociones que pueden llevarte a decir palabras hirientes, especialmente con la familia. Ejerce el control de tu enojo en el hogar. En el trabajo, canaliza tu energía en las energías para lograr metas, ya verás que te sentirás más enérgico y apasionado.

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