La teoría causal aristotélica

Aristóteles, Física: La Teoría Causal Aristotélica.

Las Causas

Para llegar a entender algo, es necesario conocer las causas que producen esto, por tanto, el plantearse por qué ocurre algo nos lleva al conocimiento.

Es por esto, por lo que Aristóteles, desarrolló la teoría de las cuatro causas, esta teoría establece que nada es accidental y que no existe la suerte, por tanto, todo cambió tiene una razón de ser (causa). Estas cuatro causas son:

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• Una misma cosa tiene varias causas:

Ejemplo:

• Una estatua es creada a causa del arte del escultor como también del bronce.
• La causa para hacer galletas son el cocinero y la harina.

• Hay cosas que son recíprocamente causas

Ejemplo:

• El ejercicio es causa del buen estado del cuerpo y este del ejercicio.
• Engordar es causa de comer mal y éste de engordar.

• Una misma cosa puede ser causa de contrarios

Ejemplo:

• La ausencia del piloto es causa del naufragio y su presencia, es causa de la salvación de la nave
• La falta de estudio es causa de una mala nota, pero sí estudio es causa de una buena nota.

Todas son causas en el sentido de ser aquello de qué están hechas las cosas

• Unas son causas en cuanto que son el sujeto subyacente
• Otras son causas en cuanto que son su esencia
• Otras son causas en el sentido de ser el fin o el bien de las cosas

Las causas se dicen en muchos sentidos:

• Hay causas que son anteriores y posteriores
• Hay causas accidentales

La suerte y la casualidad

Se suele decir que la suerte y la casualidad son causas, por tanto, muchas veces esto sucede. Otros, sin embargo, piensan que nada proviene de la suerte, lo que los lleva a dudar de su existencia. Para ellos, todo ocurre por una causa determinada y esto definitivamente no es la suerte, porque, si la suerte existiera, es extraño que ninguno de los antiguos sabios se haya dedicado a estudiar está, jamás lo definieron, sin embargo, se llega a entender que pensaban, que nada es debido a la suerte.

El problema es que, esto genera sorpresa, ya que, muchas cosas sí son debido a la suerte y a la casualidad, es por esto, que si debiesen o tendrían que haberse referido a ella de una u otra manera. Es así, como sigue siendo extraño el que nunca se hablará de ella, ya sea para admitirla, o para rechazarla, ya que, algunos de ellos sí lo uso, como, por ejemplo, Empédocles. Él sostenía que el aire no estaba siempre separado en lo más alto, como si fuera un hecho fortuito y también afirmaba que las partes de los animales se generaban fortuitamente.

Hay otros, que consideran que el mundo, son productos de la casualidad, pues, dicen que el orden de todo está bajo el mando de la casualidad. Esto resulta sumamente contradictorio, ya que, por una parte, dicen que tanto los animales como las plantas no se generan fortuitamente, sino, que la causa de ello es la naturaleza o una inteligencia, pero, de la misma forma, afirman que el cielo y las cosas más divinas que vemos se han generado por casualidad. por tanto, no son las mismas que han generado, a los animales o las plantas.

También tenemos otros, que piensan que hay que examinar la casualidad y la suerte, ver de qué trata cada una, si son lo mismo o son diferentes.

La suerte y la casualidad como causas accidentales e indeterminadas

Podemos ver que si bien hay cosas que evidentemente no son causa de la suerte ni de fortuitos, ya que, suceden siempre de la misma manera o en la mayoría de los casos, también, podemos ver otros sucesos que si ocurren de manera fortuita. Esto nos lleva a que es evidente que la suerte y la casualidad si son algo.

Ahora bien, ciertas cosas ocurren para algo, éstas pueden ser por elección o por la no elección. Cuando tales hechos suceden por accidente, los asociamos a la suerte. Esta causa accidental es indeterminada, ya que, en una misma situación pueden ocurrir múltiples cosas y también es imprevisible, ya que, no podemos saber cuándo esta va a ocurrir. A la vez se dice que la buena suerte es inconstante, ya que, no es posible que algo debido a la suerte ocurra siempre o en la mayoría de los casos.

Es así como la suerte, es una causa accidental qué ocurre al momento de hacer cosas para un determinado fin, y que son de manera eleccionaria. Es por esto por lo que, tanto el pensamiento como la suerte van de la mano, ya que, no hay elección sin pensamiento. Un ejemplo para entender mejor esto es, ir a comprar al almacén y en el camino a encontrarse un billete.

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