Las Cuestiones de la Filosofía de la Educación y el Artículo 3°. Constitucional

Objetivo:

Analizar los vínculos de la Filosofía de la Educación y el Artículo 3° Constitucional.

Procedimiento:

Síntesis de lectura.

Resultados:

Conclusión:

Lista de Referencias:

Bibliografía:

“Las Cuestiones de la Filosofía de la Educación y el Artículo 3°. Constitucional”

El estudio del artículo 3°. Constitucional, nos permite visualizar los principios básicos que rigieron la práctica educativa en nuestro país, desde su origen hasta el México contemporáneo, donde las reformas han sufrido modificaciones tanto de forma, como en la orientación ideológica de los proyectos educacionales establecidos por el estado.

En este contexto, se destacan en primer lugar los dos principios fundamentales establecidos en nuestra Carta Magna de 1917, que estable que la educación debe ser “libre” y “laica”, sin pasar por alto que la primera reforma de 1934 definió la educación como “Socialista”, hasta que en 1946 nuevamente se reforma para quedar definida constitucionalmente como “Democrática” y “Nacional”.

El proyecto original surgió con un enfoque conservador, que contradecía los términos “Libertad de enseñanza” y “Laicismo”. Fue necesario que una comisión dictaminara que por educación laica,  debería de interpretarse aquella que además de estar ajena a la religión, debía entenderse como una educación neutral que trasmite la verdad que se deriva del criterio racional y científico.

Por lo que se refiere al principio de “libertad de enseñanza”, también fue necesario un debate de los legisladores para definir su interpretación, derivándose el derecho de enseñar y el derecho de aprender, sin embargo, existieron muchas contradicciones para definir los proyectos educativos, toda vez que las dos fuerzas principales del movimiento revolucionario, dieron un sentido diferente al principio de libertad en la educación. Surgiendo entonces, el principio de obligatoriedad.

Dicho principio, obstruía el criterio axiológico rector de los planes educativos de aquellos años, por esta razón cuando en 1934 se reformó el Artículo 3° para establecer que la educación fuese socialista, la interpretación de “obligatoriedad” se refería a la búsqueda de la justicia social y la eliminación de privilegios culturales, poniendo la educación básica al alcance de todos, para hacer viables las necesidades y aspiraciones de las clases populares.

Respecto al término “Socialista” según Guevara Niebla, “la educación socialista intentaba: superar las limitaciones del modelo de educación liberal y acrecentar la responsabilidad de la escuela en el cambio social y apoyar un proyecto de desarrollo con rasgos nacionalistas y populares”^[1], cuyo principio fue congruente con los valores inherentes a la búsqueda de la justicia social.

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