Los signos tienen definición y división. Agustín se dedica a examinarlos

Los signos tienen definición y división. Agustín se dedica a examinarlos. También propone la voz como medio por el cual podemos llegar a conocer el sentimiento y ánimo del que la usa. Está dividido en dos partes: signos naturales y artificiales, los primeros son los que sin ninguna intención ni voluntad se dan, y los segundos son los que fueron impuestos por la voluntad humana para comunicarse y expresar lo que sienten. Se puede decir que los artificiales son para las sociedades, ya que con estos se puede dar el deseo de pertenecer a alguien con deseo igual (como son los grupos sociales en la actualidad).

Cuando no mostramos algo hablando, lo mostramos por medio de expresiones que la mayoría no nos percatamos que las estamos haciendo.

El lenguaje nos sirve para enseñar y aprender, el lenguaje corporal es algo que puede comprenderse de forma natural e instintiva de esta forma, por medio de las expresiones podemos saber si la persona ésta mintiendo o prestando atención.

Así, las palabras, nos mueven a consultar la verdad, que dice San Agustín es enseñada por Cristo, quien habita en el hombre e ilumina todo aquello que permanece visible.

No obstante la mente, buscando la verdad en sí misma, se trascenderá así al encontrar en ella las ideas, verdades que no pueden cambiarse ni proceder de la experiencia.

Finalmente, aunque las palabras no pueden manifestar por completo lo que se tiene en el espíritu, ayudan mucho a expresar una parte de ello. Sin duda alguna San Agustín buscaba la forma por la cual se expresara  sin necesidad de signos, pero se dio cuenta que no podría ser, solo en algunos casos muy rústicos, ya que somos humanos y nosotros “evolucionamos” para así poder tener una mejor comunicación y expresar lo que sentimos en el alma.

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