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Metchnikoff

yesmani11 de Abril de 2015

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Koch había comenzado a usar el microscopio con la misma falta de propósito deliberado que el viejo Leeuwenhoek, examinando cuanta cosa se le ponía delante hasta que un día se le ocurrió observar la sangre de ovejas y vacas muertas de carbunco. Un día al observar entre los diminutos glóbulos verdosos unas cosas extrañas unos cuantos bastoncitos cortos que flotaban, agitándose levemente entre los glóbulos sanguíneos. “NO tengo la menos idea de cómo indagar si estos bastoncitos y filamentos están vivos-meditaba Koch.” Aisló en una gota pendiente y con nutritivos los bastoncitos causantes del carbunco.

Metchnikoff se transformó repentinamente de naturalista en cazador de microbios. Un buen día empezó a estudiar la digestión de los alimentos en las esponjas y en las estrellas de mar, mucho tiempo antes había descubierto en el interior de estos animales unas células errantes que formaban parte de sus cuerpos, pero que eran independientes; esas células errantes del cuerpo de las larvas de las estrellas de mar, esas comen los alimentos, devoran las partículas de carmín, pero también deben comerse los microbios ¡Naturalmente!. Esas células errantes son la protección de la estrella de mar contra los microbios. Nuestras células errantes, los glóbulos blancos de nuestra sangre, deben ser las que nos protegen contra los microbios invasores, son seguramente, la causa de nuestra inmunidad contra las enfermedades, son las que impiden que la raza humana sucumba los bacilos maléficos. Aquí esta la explicación de por qué los animales resisten los ataques de los microbios, y ya tenemos a Metchnikoff convertido en cazador de microbios. El les dio el nombre de fagotitos porque proviene del griego y significa célula que come.

Pablo Ehrlich logro fabricar una bala mágica, le gustaba trabajar con diferentes tipos de colorantes pero su favorito era el azul de metileno, quien en un experimento le inyecto a un ratón para tratar de aliviar su dolor, pensó que era un buen anestésico pero fallo. Ehrlich era una enciclopedia en cuestiones de química, sus manos no tenían la habilidad de la de un químico experto; odiaba los aparatos complicados, tanto como amaba las teorías complicadas; no sabía manejar aparatos era un químico chapucero y como era hombre de buen carácter y buen entendedor no tardo mucho en salir de la fábrica de colorantes, próxima a su laboratorio el derivado de la benzopurpurina con los grupos sulfo debidamente unidos, es decir, “ligeramente modificado”. Shiga inyecto tripanosomas del mal de caderas a dos ratones blancos; paso un día y paso otro; los párpados de los ratones empezaron a pegarse con el murciélago de su destino; se les erizo y el pelo con el miedo de su aniquilamiento; un día más y todo había terminado para aquellos dos ratoncillos, pero entonces les inyecta Siga un poco de aquel colorante modificado; Ehrlich vigila, se pasea masculla palabras, gesticula y se tira de los puños de la camisa a los pocos minutos las orejas de los ratones se ponen encarnadas y los ojos casi cerrados se vuelven más rozados que los de sus hermanos albinos. el tripanosoma de la nagana, descubierto por David Bruce y el tripanosoma de la enfermedad del sueño mortal para los hombres. Se reían del rojo tripan, rehusando en absoluto dejarse influenciar por este producto. Pablo Ehrlich tropezó por casualidad con el famoso preparado, el 606; aunque conviene advertir que sin la ayuda de Bertheim no lo hubiera encontrado nunca. El 606 fue el resultado de la síntesis química más útil: peligroso de obtener, por el riesgo de los incendios y explosiones ocasionados por los vapores de éter que intervenía en todas la fases de la preparación y difícil de conservar, porque la menor traza de aire lo transformaba en veneno enérgico.

Tal era el célebre preparado 606, que disfrutaba del nombre: “p. P-Dihidroxi-diaminoarsenobenceno” y cuyos

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