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Milesios


Enviado por   •  10 de Marzo de 2013  •  Tesis  •  1.741 Palabras (7 Páginas)  •  1.874 Visitas

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Aristóteles llamará a los filósofos milesios “físicos”, puesto que parece que les preocupó sobre todo la physis, la Naturaleza, “lo que se hace desde sí mismo”, “lo que crece”, “lo presente”. La physis se vincula al concepto de necesidad, el universo es orden dinámico, puesto que todo lo que contiene se comporta como es necesario que lo haga y el cambio en intrínseco a la physis. Y todo puede explicarse en función de un principio o de unos pocos, oponiendo a la multiplicidad que muestran los sentidos, la unidad, distinguiendo entonces entre el mundo y su interpretación, distinción ajena a la conciencia mítica (es un principio científico que el máximo fenómeno sea explicado con la mínima hipótesis, recuerda Samborsky). La filosofía es pues un lógos abstracto, capaz de superar lo concreto y buscar la esencia de las cosas más allá de la experiencia cotidiana. El camino iniciado por los milesios será continuado por los demás, con nuevas aportaciones, otros focos de atención, de un modo más abstracto, pero con idéntico afán explicativo.

Porque todo esto supone un enorme esfuerzo de abstracción, de confianza, de afán de conocimiento. Es la capacidad de la inteligencia (nous) la que permite acceder al lógos, no los sentidos, que muestran el mundo cambiante y engañoso. Pero, parece que el nous, la capacidad de “percibir” de “darse cuenta de” no está al alcance de todos: los presocráticos prefiguran el objeto de estudio, la filosofía, al tiempo, también el sujeto, el filósofo, como adelantábamos.

1. LOS FÍSICOS MILESIOS

Recorramos brevemente las aportaciones de los tres filósofos milesios: Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Se ha creído pertinente hablar de escuela milesia, por lo homogéneo de sus preguntas, por tratarse de filósofos más o menos coetáneos y porque parece que entre ellos se dieron relaciones de amistad, incluso de maestro y discípulo; aunque se puedan hacer objeciones a tal apelativo, es indudable su relación, la continuidad de sus aportaciones y la similitud de puntos de partida.

Tales (1ª mitad del s. VI a. C., 624-546 aprox.)

Su madurez se cifra en torno al 585 a. C. (por la famosa predicción del eclipse). De origen milesio según Diógenes Laercio, aunque Heródoto alude a un posible origen fenicio[[#sdfootnote19sym|19]].

No dejó obras escritas, a excepción quizá de la Astrología Náutica, de dudosa atribución.

Tales inaugura la aportación milesia al conocimiento de la Physis, que se sustancia en explicaciones monistas sobre cuál es el principio de todo.

Conocemos algunas anécdotas de su vida que demuestran su genio práctico. Parece que viajó a Egipto. Realizó importantes aportaciones matemáticas (teorema), se hizo famoso por realizar mediciones (pirámides) pero no parece preciso que ofreciese los principios geométricos subsiguientes. En general, “se convirtió en un símbolo del ingenio matemático y geométrico”[[#sdfootnote20sym|20]], y de sabio general (Diógenes Laercio recoge su biografía en el libro I). Sus aportaciones a la astrología fueron esencialmente tres: predijo un eclipse en el año 585 a. C.[[#sdfootnote21sym|21]] (Herodoto, I, 74), seguramente extrapolando los datos recopilados por los babilonios sobre eclipses lunares; midió los solsticios y sus variaciones; y estudió grupos de estrellas, acaso por su utilidad náutica.

Desde el punto de vista filosófico interesan algunas aportaciones que conocemos por noticias breves de Aristóteles:

1. El Estagirita escribe, en Metafísica A3, 983b 6, que Tales afirmó que era el agua el principio (arché, lo denomina Aristóteles) de todas las cosas. Noticia exitosa ampliamente recogida luego, sin embargo, cabe la posibilidad de que su sentido no fuese el que Aristóteles, que no conocía de primera mano la referencia, le dio. Puede ser que el milesio afirmase que el mundo habría surgido de una extensión indefinida de agua primigenia. Incluso, si no se trata de una reelaboración de Aristóteles, y es afirmación cierta, es muy pobre y no podemos reconstruir con certeza suficiente qué quería decir Tales con ella y de qué modo el agua era principio de todas las cosas. Desde un punto de vista simbólico, el agua purifica, restaura, trasforma, conecta, es el arché, lo divino, lo que parece enlazar con la sentencia siguiente, sin embargo, si el arché es transfenoménico, el agua es respuesta inexacta, ya que no lo es: forma parte de los fenómenos y los principios[[#sdfootnote22sym|22]].

2. En De Anima A5, 411 a 7, Aristóteles firma que Tales consideraba que “todo estaba lleno de dioses”, o “lo divino lo llena todo”, podemos atribuir a este la idea de que hay algo divino en la materia, de que la materia vive, tiene alma ya que esta es el principio del movimiento inherente a la ella (hilozoísmo). Parece que en “todo”, término nuevo y trascendente, hay physis, en todo está lo divino, lo eterno e inabarcable, lo necesario, o bien: lo divino constituye el todo, donde todo es el resultado de un cierta legislación. Se ha puesto en relación con la expresión “entrad aquí también hay dioses” atribuida, en una conocida anécdota, a Heráclito[[#sdfootnote23sym|23]].

3. En De Caelo B 13, 294 a 28, y, de nuevo, en Metafísica A3, 983, b 6, Aristóteles recoge una opinión de Tales según la cual, la Tierra flota sobre al agua. Hay motivos para pensar que el milesio, en su interpretación del mundo, recibió influencias del sustrato griego sobre

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