Mito de Edipo

El mito de Edipo ha servido como base y complemento a los distintos tipos de estudios, desde las ciencias hasta las epistemes humanísticas. Viendo con mucha más perspectiva el relato, permitiendo asi, observar y profundizar los distintos puntos de vista con el que se puede mirar el mito. Uno de ellos del cual nos habla Michel Foucault es desde la política, donde nos plantea la idea de un Edipo que no le interesa tanto lo que pasa alrededor de su tragedia, el parricidio y el incesto, puesto a que él ya lo sabía, debido a sus averiguaciones por saber de su destino, y a pesar de él ya saberlo, sigue su camino haciendo caso omiso a sus predicciones ya antes descubiertas. Mientras que, al él proclamarse rey, si aparece su principal interés, que es no perder su trono, su poder. Por eso su nombre en la tragedia: Edipo Rey haciendo un significante a sus pies hinchados junto con el poder, la realeza. Y esto se hace notar en sus acciones y sus palabras, el momento mas tenso de Edipo es cuando su pueblo le pide que haga algo para acabar la peste que es a causa de una maldición que se le habría de dar a Edipo si desobedecía a lo que ya le habían asignado los dioses, de ahí el complejo de Edipo, que es denominado por desobedecer a las reglas impuestas, desobedecer a esto te causara un castigo, asi lo dicen los dioses. Foucault tambien muestra como argumento los primeros casos de justicia que se regían a partir de los dioses, hablando en un contexto actual, que sería la religión. La política se ha servido del miedo que desprende el poder de “Dios” para asi justificar sus reglas, o su concepto de la justicia que se basa en la relatividad de verdad.

En el texto de Foucault – “La verdad y las formas jurídicas”, nos plantean un modelo jurídico que se imparte desde un juramento hacia los dioses, donde si de este juramento se está mintiendo, los mismos dioses serán quienes castiguen a aquel que profane su juramento. Nos lo describen en el caso de Menelao y Antíloco, quienes habían pactado un desafío a caballo, donde competirían ellos dos y solo habría un tercero que sería quien estuviese en la recta final para mirar quien ganase, este tercero finalizando la competencia dice que uno de ellos ha cometido una irregularidad, Antíloco que es el juzgado, dice que el no ha cometido ninguna irregularidad, así que Menelao le propone un desafío donde le dice a Antíloco que tome la justa de su caballo y jure a los dioses que el no ha cometido ninguna irregularidad. Antíloco renuncia al desafío y reconoce que el cometió una irregularidad.

Este se convierte en un claro argumento para el mito de Edipo, desde donde se aborda en el tema de la política, puesto a que en el relato de Edipo tambien hay un miedo o respeto a ese “dios” que, al ser desobedecido ante él, este toma partido para castigar a aquellos que no honren sus nombres o en este caso intenten evitar las palabras ya asignadas al destino de cada uno, siendo así, Edipo.

Tambien se vuelve trascendental el tema del poder, de ese deseo de Edipo de no querer perder su trono, su poder, que incluso aun sabiendo que él es quien ha traído tal maldición a su pueblo, decide pensar que no es asi y se argumenta en el pensar que aquellos que dicen que es él quien ha llevado esa maldición al pueblo, solo son impostores que desean robarle su puesto como rey. Llevando esto un poco a la actualidad, estos argumentos toman fuerza en lo que pasa actualmente en cuanto al tema político, y es que a pesar de que aún sigue un régimen de religión, este se ha logrado apartar del tema político, o bueno, un poco. Pero hablando ya desde un contexto, tomare el colombiano como referencia, y es de aquellos líderes que por mas que ellos sepan que son un cáncer para el país, que son el típico complejo de Edipo por perder su poder, que son ellos quienes son la maldición del país, sigue importándoles aún mas seguir estando allí, en el poder, sea para mal o para bien, asi es como los líderes, en este caso presidentes, tomando referencia desde uno de los personajes mas “icónicos” y dañinos para la patria como lo es el señor Álvaro Uribe Vélez. Que la gente aun lo sigue deseando por sus hazañas que se convierten a la final en un camuflaje para poder continuar con sus intereses, como sucede en el mito de Edipo, puesto que el pueblo empieza a adorar a Edipo por el hecho de haber acabado la esfinge, y ya con el contexto de Álvaro Uribe de “acabar” con la guerrilla. A la final terminan convirtiéndose en la misma historia en contextos diferentes, con un mismo fin, el deseo de poder mas allá del bienestar del pueblo. (aclarar)

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