Montaigne

En el capítulo ll perteneciente a Michael Montaigne titulado “del arrepentimiento” no habla acerca de cómo él se arrepentía rara vez, Montaigne consideraba como vicios no solo aquellos que tenían que ver con la razón y lanaturalwza sino también las ideas de los hombres falsas o que por lo menos eran considerados así

De igual manera la recompensa a buenas acciones o acciones virtuosas es lama probación de los otros así que se relaciona el arrepentimiento con el mal obrar pero sin llevar al pecado ya que el pecado era considerado el nivel más alto, los pecadores hacen que todo lo contrario de lo que se proponen, al corregir las imperfecciones y los vicios que reconocemos en nosotros, pero nos prohíben alterar el reposo de nuestra alma. De igual manera nos hacen creer que sienten disgustos y remordimiento internos, corrección, ni interrupción nada dejan aparecer y que curación no existe si la carga del mal no se ceba a un lado o; si el arrepentimiento pesara sobre el platillo de la balanza, arrastraría consigo la culpa.

Montaigne nos dice que las cualidades no se extirpan ni se ocultan y que lo que con el tiempo ha intentado corregir las cuestiones públicas como nuevas opiniones o reformas no se ha podido lograr.

En los negocios decía que dejo escapar muchas ocasiones excelentes por no tomar dirección adecuada; sin embargo, después de un tiempo fueron bien encaminadas,

Al hablar de él nos dice que sus acciones son ordenadas y conformes a lo que es y que a su parecer no podría conducirse mejor, a su entender el vivir dichosamente y no morir dichosamente como lo decía Antistenes es lo que llega a constituir la felicidad humana

Montaigne nos dice en este capítulo que debe amarse la templanza por ella misma y por respeto al Dios que nos la ordenó, como la castidad... Pero que en la vejez nuestras almas están sujetas a imperfecciones más importunas que en la juventud; así lo decía el cuándo era mozo, y su apreciación no era entendida por sus pocos años; cabellos grises le otorgan crédito .El hombre camina íntegramente hacia su crecimiento lo mismo que hacia su decrecimiento. El sentía que a pesar de todos sus esfuerzos va ganando en mí terreno palmo a palmo; cuanto podía se sostengo, pero ignora a dónde lo llevarían pero al final de todo le hacía feliz el saber el lugar de donde caeré.

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