Que papel cumplen las emociones en la filosofía según Kant

¿QUÉ PAPEL TIENEN LAS EMOCIONES EN

LA FILOSOFÍA MORAL DE KANT?

En el presente reporte se explicaran las 3 principales objeciones kantianas a la idea de que cualquier acción regida por las emociones que realice una persona puede contribuir a que lo evaluemos como agente moral, las cuales serán criticadas posteriormente, utilizando el artículo de Bernard Williams, "La moral y las emociones".

La primera de estas objeciones de kant es : las emociones son demasiado caprichosas, que se experimentan pasivamente, que la inclinación a una persona a experimentarlas o a no es producto de la causalidad natural y se distribuye fortuitamente. Esto significa que puedo sentirme benévolo hacia una persona, y no con esta otra persona, por toda clase de razones. Esto en parte es cierto, pero a medida que lo ves te das cuenta de que solo va contra la idea de que la idea de que la motivación emocional es la única que cuenta con valor moral, no contra la idea de que cuenta en alguna medida. Pero en cualquier caso es parcialmente falso, ya que, para empezar postula una idea burda de las emociones mismas; sugiere que no hay ningún modo de regular la propia respuesta emocional a la luz de otras consideraciones, de aplicar algún sentido de la proporción sin abandonar del todo la motivación emocional, y esto es falso

La segunda de estas afirmaciones es que: las emociones se experimentan pasivamente, son algo que nos sucede, pero el valor moral sólo se vincula a lo que hacemos con nuestra libertad, a esos aspectos en los que estamos racionalmente activos. Esta afirmación tiene varios puntos débiles, primero los inmediatos como, ¿Como una acción emocionalmente motivada puede por sí misma ser libre? o ¿Acaso alguna acción es realmente libre? etc. Para esta afirmación Williams nos ofrece dos propuestas, la primera es que no deberíamos despachar con demasiada rapidez la idea de que algún elemento de pasividad, algún sentido en el que los impulsos morales nos mueven, y llevamos grabados ciertos procederes, puede contribuir vitalmente a la noción de sinceridad moral. Su segunda propuesta es si ¿es cierto que alguien que recibe buen trato de otro lo aprecia más, piensa lo mejor del donante, si sabe que es resultado de la aplicación de un principio, más que producto de una respuesta emocional?

Por último, Kant insiste en que a causa de muchos factores naturales, los seres humanos difieren enormemente en su configuración emocional, algunos descubren que el gesto humano surge naturalmente, otros no. Este argumento falla por que al hacer que el valor moral dependa de tales rasgos de carácter determinado psicológicamente sería hacer de la capacidad de valor moral una especie de ventaja natural, y esto es lógicamente incompatible con la noción de lo moral y también, en algún sentido odiosamente injusto.

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