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Se Necesita Una Vida


Enviado por   •  14 de Febrero de 2015  •  1.350 Palabras (6 Páginas)  •  144 Visitas

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BIOGRAFÍA:

El poeta colombiano Luis Carlos López "El tuerto", compuso poemas de gran contenido autóctono, belleza lírica y todo ello con un marcado sentido del humor, como lo atestiguan estos versos autobiográficos:

"Cutis garapiñado, Nariz curva de anzuelo Y del gorro, que porta a medio lado Surge la hirsuta rebelión del pelo".

Nació en Cartagena de Indias, Colombia dentro de una distinguida familia de recursos económicos limitados. Su familia era parte castellana y parte vasca. Estudió en escuelas locales y luego de obtener el bachillerato, inició estudios de medicina, pero la Guerra de los mil días le impidió terminar esa carrera.

Luis Carlos López estudió los clásicos por su cuenta, en especial Schopenhauer, Unamuno, Nietzsche y lo hizo a todo lo largo de su vida. Mantuvo correspondencia con Miguel de Unamuno. Su único viaje a Bogotá lo hizo al terminarse la Guerra de los mil días y al regresar se unió al negocio familiar, dedicado al comercio. López no estuvo contento dentro de dicha ocupación y empleó su tiempo libre en la lectura y en componer sus poemas. En 1905 se casó con Ana Marina Cowan y tuvo tres hijos.

Su amor por la lectura le valió el siguiente comentario por uno de sus críticos: "Luis Carlos López es un comerciante acaudalado y astuto, sus amigos de la Cámara de Comercio conceptúan que la perniciosa manía de hacer versos se le irá pasando con el tiempo. También esperan tal curación sus otros amigos que no somos de la Cámara. Tiene, indudablemente, suficiente energía orgánica para librarse de esa chifladura".

Al dejar el negocio familiar, el poeta vivió momentos difíciles desde el punto de vista económico. Eventualmente ocupó cargos diplomáticos en Munich y en los Estados Unidos. Al dejar a Colombia para ir hacia Munich compuso estos versos: "Adiós, rincón nativo! Me voy y mi pañuelo Parece un ave herida que anhela retornar, Mientras singla el piróscafo, bajo el safir del cielo, Cortando la infinita turquesa de la mar.

Nunca podré olvidarte heroico suelo De mis antepasados!.No te podré olvidar Ni aun besando a una chica que sepa a caramelo Ni aun jugando con unos amigos al billar."

Luego de Munich el poeta fue enviado a los Estados Unidos donde se radicó en la ciudad de Baltimore y permaneció allí por siete años.

Su obra es de contenido costumbrista y se caracterizó por su estilo incisivo y lleno de humor, enfrentándose a las costumbres del momento; describiendo a Munich lo hizo con versos como estos, dirigidos a un sacerdote amigo:

"Ah, mi querido Padre!. Qué bien en ésta.

Metrópolis, comiendo repollo y salchichón,

Sin moscas y mosquitos en la sabrosa siesta,

Y sin que usted me pida que vaya a oírle un sermón"

Al poeta se le conoció con el apodo de "El tuerto" y García Prada explicó este sobre nombre así: "Sus ojos son claros, penetrantes, vivarachos, y, para colmo de desdichas, tiene torcido el derecho, y derecho el izquierdo, que es el bueno. Por eso lo llaman el Tuerto, aunque se sabe a ciencia cierta que con el ojo "tuerto" mira mejor que con el bueno".

Entre sus obras: De mi villorrio, Posturas difíciles, Varias a varios, Por el atajo, Barrio holandés, Mientras llueve, Poesía americana, Apuntes callejeros, A un perro, Medio ambiente, Noche señera, A mi ciudad nativa, Brindis, Día de procesión, Noche buena, Serenata, A un bodegón, A Satán, A un amigo.

Luis Carlos López murió en Cartagena su ciudad natal a los 71 años víctima de complicaciones cardíacas.

Luis Carlos López (1879 - 1950)

A mi Ciudad Nativa

Ciudad triste, ayer reina de la mar.

J. M. de Heredia

Noble rincón de mis abuelos: nada

como evocar, cruzando callejuelas,

los tiempos de la cruz y de la espada,

del ahumado candil y las pajuelas...

Pues ya pasó, ciudad amurallada,

tu edad de folletín... Las carabelas

se fueron para siempre de tu rada...

-¡Ya no viene el aceite en botijuelas!

Fuiste heroica en los años coloniales,

cuando tus hijos, águilas caudales,

no eran una caterva de vencejos.

Mas hoy, plena de rancio desaliño,

bien puedes inspirar ese cariño

que uno les tiene a sus zapatos viejos...

La fortaleza

...

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