America Latina viene atravesando una crisis

Nehuen Loscalzo                  Tai

América Latina viene atravesando una crisis en cuanto a la educación pública. Algo tan importante como terminar el colegio secundario es imposible para la mitad de los jóvenes promedios, y en el 20% más pobre uno de cada tres logra un título secundario. Según la Comisión de las Naciones unidas por América Latina con menos de 12 años de escolaridad se está destinado a ser pobre, es decir, que la educación es calve para el progreso de los individuos.

Si bien bajo la tasa de analfabetos y subió el número de niños que comienzan la primaria, aún queda un largo camino por recorrer ya que una de las causas por las cuales los niños y jóvenes dejan sus estudios, tanto primarios como secundarios, es el hambre. El 16% de los niños sufre de hambre en América Latina –el mayor productor de alimentos del mundo per cápita- por gobiernos neoliberales, tanto dictaduras como democráticos, que hubo durante mucho tiempo en nuestra región.

Pero no solo eso, si no que se le suma el trabajo o, mejor dicho, la esclavitud infantil. Las últimas cifras registradas daban un total de 14 millones jóvenes menores de edad a los que les robaron la infancia; no quieren trabajar, se les arrebato la oportunidad de jugar, de diverse y les cambiaros las plazas, los potreros, las escuelas por minas, plantaciones, basureros, etc.

Por parte de los nuevos gobiernos como los de los Cristina y Néstor o los de Lula y Dilma se buscó incrementar el presupuesto asignado a la educación pública, que en nuestro país fue duplicado y paso a representar el 6,47% del PBI que, a su vez, también fue acrecentado. En cambio las políticas de los mandatarios cariocas fue estrechar la grieta de desigualdad que había en su país, para ello incrementaron una política de discriminación a favor de la gente de color, es decir, las personas de más bajos recursos o de color eran las primeras en las listas de becas o de ayudas sociales.

Y por último, pero no menos importante, los maestros que sufren un salario bajo en relación al labor fundamental que tienen en nuestra sociedad. Esto se ve reflejado en que el 35% de los docentes tiene un doble trabajo porque no les alcanza, y en el caso de los maestros/as universitarios una gran mayoría trabaja a dono rem. En contraste en  Suiza, por ejemplo, un maestro gana un 30% más que el salario promedio de la población.

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