El Amoy Y Infierno

“importa muy poco que no sean igualmente severas sus obras. Imaginamos que don Tomás debe de encontrarse ahora en el Purgatorio por culpa de su afirmación. Sería bueno tenerlo allí, desde un punto de vista de justicia poética, hasta que sus Poemas amatorios se agoten o empiecen a juntar polvo en las bibliotecas por falta de lectores. Toda ficción debería tener una consecuencia moral; y, de hecho, los críticos han descubierto que no hay ficción que no la tenga. Hace ya tiempo, Felipe Melanchton escribió un comentario de la Batracomiomaquia que probaba que la intención del poeta era la de volver odiosas las sediciones. Pierre la Seine, yendo un poco más lejos, mostró que la verdadera intención consistía en recomendar a los jóvenes la moderación en la comida y la bebida. Jacobus Hugo, por su parte, quedó convencidísimo de que, en Euenis, Homero insinuaba a Calvino; que Antinoo era Martín Lutero; los Lotófagos, los protestantes en general, y las arpías, los holandeses. Nuestros escoliastas modernos son igualmente agudos. Estos señores demuestran la existencia de un sentido oculto en Los antediluvianos, de una parábola en Powhatan, de nueve ideas en Arrorró mi niño y del trascendentalismo en Pulgarcito. En resumen[…]”

Pasaje de: Edgar Allan Poe. “Nunca apuestes tu cabeza al diablo.” esebook, 2011-03-10. iBooks.

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