La década infame (1930-1943)

La década infame (1930-1943)

Este período significó un punto de inflexión en la historia argentina ya que con el golpe de estado de 1930 comenzó la restauración del régimen oligárquico y una corrupción institucional que abarcó las bases del sistema político, por eso fue llamada la década infame. Se caracteriza también por un intervencionismo estatal y el reemplazo del modelo agroexportador por la industrialización sustitutiva de importaciones.

El golpe lo realizaron los generales Uriburu y P. Justo aprovechando el malestar social a raíz de la crisis económica, que impactó en Argentina por la caída de la bolsa de Wall Street, para derrocar a Yrigoyen. El golpe contó con el apoyo de un pequeño grupo de oficiales del Ejército, civiles que pertenecían a la derecha nacionalista y la aprobación de sectores dominantes.

En un principio la dictadura fue liderada por Uriburu que implantó el estado de sitio y la ley marcial, disolvió el Congreso, intervino las provincias y las universidades, y persiguió a militantes radicales y a sindicalistas comunistas y anarquistas. Este nuevo gobierno se proponía un cambio institucional profundo que permitiera la implantación de un régimen corporativista, sin embargo la ideología de Uriburu planteaba además una reforma constitucional que derogara la Ley Sáenz Peña en favor de un sistema de voto calificado, pero el general no contaba con el apoyo de la mayoría ni dentro del ejército ni dentro de los sectores dominantes, que comenzaron a aglutinarse en torno al gral Justo y a presionar para la vuelta de la institucionalidad democrática.

En 1931, Uriburu llamó a elecciones para renovar los gobernadores en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde se impuso el radicalismo. Esto significó la muerte política de Uriburu y Justo comenzó a tomar el mando: fueron anulados los resultados de los comicios y vedada la candidatura de Alvear para las elecciones presidenciales.

En las elecciones de 1932 se impuso, por medio del fraude, Justo a través de la Concordancia, una alianza política entre radicales antipersonalistas, conservadores, y el Partido Socialista Independiente. Hasta 1943, por medio del fraude y la exclusión política de las mayorías, la Concordancia rigió el destino del país.

En cuanto a lo económico, las repercusiones de la crisis de 1929 fueron que se frenó el flujo de mano de obra extranjera, disminuyó el comercio mundial de productos agropecuarios debido a las políticas de sustitución de importaciones primarias que impulsaron los países europeos que a su vez limitó la compra de productos industriales en Argentina, cesó el flujo de capitales extranjeros desde los países centrales a los periféricos, y Estados Unidos competía económicamente en cuanto a la producción industrial y de materias primas con Argentina.

A nivel internacional, el Estado Liberal entró en crisis y comenzó la transición al Estado Interventor. En Argentina, el Estado Interventor comenzó con las medidas implementadas por Uriburu que intentó equilibrar las finanzas y cumplir con el pago de la deuda externa a través de la disminución del gasto público y el aumento de los recursos del fisco. Esto lo llevó adelante a través de la reducción de obras públicas, la rebaja de los salarios y planteles estatales, el incremento de la presión impositiva, la elevación general de las tarifas aduaneras y la creación de un sistema de control de cambios. Esto trajo como resultado una fuerte caída de la actividad industrial, aumento del desempleo, las primeras villas miseria y ollas populares.

Bajo la presidencia de Justo en 1933, ante esta crisis, primero se firma el pacto Roca-Runciman con los ingleses para satisfacer los intereses de los grupos económicos más poderosos de la economía, y con este pacto se vio mucho más beneficiada Inglaterra: Se aseguran de que la totalidad de las libras ingresadas a la

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