TRATADO DE PAZ- COLOMBIA.

PLEBISCITO SOBRE ACUERDOS DE PAZ FARC-GOBIERNO.

Por:

STEFANIA SAJONA BEDOYA.

Profesora:

LEIDY ANDREA VALDES ORTIZ

COORPORACION UNIVERSITARIA REMINGTON

FACULTAD DE MEDICINA

2016

PROCESO DE PAZ.

“¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?”

Es erróneo decir que el tratado de paz entre las FARC y el gobierno va a acabar enteramente la violencia del país, sin embargo, nunca está de más hacer algo para reducir la misma. Desde mi punto de vista, un acuerdo que promete acabar una guerra de más de cincuenta años, que sólo ha traído dolor y pérdida para ambas partes (pero sobre todo para la población civil, que siendo inocente en este tipo de problemas, siempre ha sido la principal víctima, la que más sangre ha derramado y más sufrimiento ha padecido), es algo que sin duda alguna vale la pena intentar, algo a lo que darle una oportunidad.

No obstante, en un acuerdo de paz, ninguna de las partes queda totalmente satisfecha, debido a que ambos buscan llegar a una solución, sin salir perjudicados del todo y en busca de beneficios propios, lo que conlleva a ciertos sacrificios y compromisos por parte de los tratantes para lograr un convenio sólido en el que todos ganen. Esto es lo que genera la flexibilidad y consideraciones que se ha tenido para con las FARC al momento de acordar y por lo tanto el descontento de muchas personas y la total negación de otras que seguramente votarán por el ‘No’ en el plebiscito.

Debo admitir que soy de aquellos que no están de acuerdo con algunas cosas: como por ejemplo el hecho de que rebajen considerablemente una pena y el rigor de los castigos a los que confiesen el delito, lo que, a mi parecer, disminuye la justicia para las victimas pero aumenta los beneficios a los victimarios. También está el hecho de que es muy probable que cuando el grupo se desmovilice, al ser tan grande y abarcar casi todo el país, muchos miembros quieran seguir delinquiendo, creando así nuevos y múltiples  grupos ilegales, como pasó con las Bacrim y otras bandas criminales que surgieron a partir de la desmovilización de las AUC. Asimismo, soy consciente de que al integrarse tantas personas a la sociedad, van a haber muchos impactos políticos, sociales y económicos, como el hecho de que aumentará el desempleo, los impuestos.

Todo lo anterior refleja que existen muchos riesgos y desafíos en este tipo de situaciones, que podrían resultar en deplorables consecuencias si no hay un verdadero compromiso por parte del gobierno, de las FARC, e incluso se requiere el compromiso de las víctimas y de todas las personas, del pueblo colombiano en general, para que no haya discriminación hacia los desmovilizados, hay que tener presente que ellos también son personas, y que muchos de ellos fueron reclutados y alejados forzosamente de su familia y de sus hogares, quizá desde edades tempranas.

“Quienes hemos conocido la violencia sabemos el valor de la paz. Quienes hemos llegado a los umbrales más altos del dolor sabemos que el mejor esfuerzo que podemos hacer es que nuestros hijos no tengan que vivir lo que nosotros vivimos”, afirmó Mauricio Lizcano.

Para alcanzar la paz se debe perdonar, se debe dejar el rencor y el odio, se debe aceptar y tratar de empezar de nuevo, ya que es algo que se construye y logra en unidad, con convicción y participación de todos. A pesar de todos los riesgos y dudas que pueden generar los Acuerdos de paz, ya firmados en Cartagena, en estos momentos son algo que genera esperanza e ilusión de cambio para lograr quizás una paz plena y un futuro mejor, por eso voto ‘Si’ al plebiscito.

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