Una Visión del Reconcilio

Una Visión del Reconcilio

“El silencio de los fusiles”, éste fue el nombre que le asigno Natalia Orozco a su documental sobre el proceso de paz en Colombia, fuerte reflexión que hace recordatorio de un conflicto armado que ha durado poca más de media década, en donde la división de poder y los actos inmorales, efectuados por las fuerzas revolucionarias y el ejército colombiano,  marcaron a cada familia de esta nación; arraigando a sus recuerdos miedo, crueldad.

Cuando Juan Manuel Santos ascendió al poder e inició contactos con la guerrilla, citándose en un mismo espacio con aquellos agentes que él mismo había batallado por más de 30 años, se creó esperanza en los hogares colombianos, idealizados por un supuesto de un cese al fuego cruzado, una reivindicación de las familias afectadas, ayuda para los desmovilizados y justicia. Sin embargo, durante el camino de conseguir el bienestar,  algunos parámetros establecidos para una justa como democrática paz, no eran aceptados por algunos colombianos, esto creo un impedimento para  dar continuidad al proceso, por lo tanto aquellos entes gubernamentales y personificaciones de las FARC decidieron por cuenta propia dar a conocer sus intenciones a través de actos de bondad, tales como, información sobre secuestrados fallecidos, disculpas en medios de telecomunicaciones, aun así, los damnificados no se convencían de las intenciones propias de las FARC.

Ahí radico la confrontación que dio a lugar en las mesas de dialogo en la Habana Cuba, en donde padres, madres, hermanos e hijos dieron cara ante aquellas personas que causaron tanto dolor. Fue sumamente impactante ver como los paramilitares se pusieron en los zapatos de estas personas, dando disculpas, también aceptando las ofrendas de distintas culturas y haciéndose responsables de los actos que hicieron; percibir a esos hombres y mujeres, que en algunos momentos de su vida tomaron malas decisiones, causando tantos actos barbáricos y que ahora estuvieran frente a frente con las secuelas que esa guerra había dejado, son imágenes desgarradoras donde nos dejan ver el lado crudo y cruel de la vida que adoptaron los guerrilleros.

Humberto de la Calle, actual candidato a la presidencia fue uno de los partícipes más importantes durante los cuatro largos años de dialogo, puesto que, fue el jefe negociador y el estar tan inmerso en las coaliciones que se han presentado durante las pasadas décadas, es uno de los más calificados para dar crítica y fuerza empática en el momento de asignar los estamentos para el acuerdo.

Es muy evidente como un fin en común puede unificar dos polos totalmente opuestos, tales como los paramilitares y el gobierno, esto nos recuerda como a pesar de que los conflictos que sometieron a una nación puedan dejar una marca imborrable en la historia de la misma, es el factor humano que habita en cada parte de la sociedad del que sale las esperanza y fé que forman una unidad, unidad que forma un país.

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