Еl archiduque Fernando Maximiliano José de Habsburgo

Conocido por ser un hombre de temperamento un tanto romántico e ideas liberales, el archiduque Fernando Maximiliano José de Habsburgo, nació en el palacio de Schoenbrunn, Viena, el 6 de julio de 1832.

Hijo del archiduque Francisco Carlos de Austria y la princesa Sofía de Baviera, Maximiliano fue hermano del emperador Francisco José I de Austria – Hungría y el segundo emperador de México.

Durante su juventud sirvió en la marina de su país y recorrió el Mediterráneo y gran parte de Europa. En 1856 contrajo matrimonio en Bruselas con la princesa Carlota Amalia de Bélgica, hija de Leopoldo I de Bélgica.

Entre 1857 y 1859, Maximiliano fue gobernador del reino Lombardo – Véneto, donde practico una política liberal y conciliadora que no logro convencer a todos aquellos que deseaban la independencia y unidad de Italia.

En 1861, el entonces presidente mexicano, Benito Juárez, suspendió los pagos de la deuda externa que México tenía, lo que provoco una intervención francesa en territorio mexicano. En julio de 1863, un grupo de notables mexicanos ofreció a Maximiliano el trono de México.

El archiduque Maximiliano de Habsburgo aceptó el ofrecimiento y en 1864 firmo con el gobierno francés el documento conocido como el Pacto de Miramar, por el cual, los franceses se comprometían a brindar apoyo militar al futuro emperador mientras éste sufragará los gastos.

Tras conquistar la ciudad de Puebla, las tropas francesas recibieron a Maximiliano de Habsburgo, quien entró triunfalmente en la Ciudad de México en junio de 1864, siendo coronado el día 12 de aquel mes.

El nuevo emperador, Maximiliano I de México, trató de seguir una política de reformas moderadas de carácter liberal, lo que lo llevo a construir una enemistad con el clero y con aquellos franceses que fueron desplazados de la administración.

Pero no fue hasta 1865 cuando se produjo el cambio decisivo, el presidente estadounidense, Abraham Lincoln, terminada la guerra civil de su país, reconoció a Benito Juárez y pidió la salida de las tropas francesas de territorio mexicano.

Napoleón III, ocupado en otros asuntos, decidió retirar a sus tropas de México, rompiendo así con el Pacto de Miramar y dejando a Maximiliano sin tropas y sin algunos hombres de vital importancia en su gobierno, por lo que el emperador se vio en la necesidad de aceptar, en su gobierno, hombres de ideología mas conservadora.

Tras la retirada del ejército francés, en marzo de 1867, Juárez se dirigió hacia la Ciudad de México junto con sus tropas. Maximiliano I asumió el mando supremo del ejército y se dirigió a Querétaro, donde pensaba resistir la ofensiva. Las tropas imperiales quedaron sitiadas por las de Benito Juárez y el 15 de mayo capitularon. El 19 de junio de 1867, Maximiliano I fue fusilado junto con sus

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