AMERICA MESTIZA

KWE´SX FXI´ZENNXI’S PHUSEJEKA. (Revindicamos nuestro pasado)

INTRODUCCIÓN.

Para examinar la forma de ver e interpretar el mundo, sobre el conjunto de creencias que permiten analizar y reconocer la realidad a partir de la propia existencia de los habitantes de América Latina, es hablar de la América mestiza, como la manifiesta Paulo Cohelo, es referirse a ese caldo donde se mezclan las raíces africanas, las rices indígenas y las raíces españolas. Es mirar de forma diferente esa mezcla que se dio con la llegada de los españoles y africanos a América, una mezcla que le dio identidad latinoamericana, que no es española, que no es africana, que no es indígena, pero que tiene partes de estas culturas para formar un pueblo con identidad propia, un pueblo que se resiste a ser comparado con los europeos, a ser vistos y leídos desde la cosmovisión de los occidente y Europa.

En este contexto el presente ensayo busca reflexionar sobre la cosmovisión cultural del mundo en la vida moderna de América Latina, para lograr este propósito se retoma el libro América Mestiza, de William Ospina, libro Mestizaje e Interculturalismo. Diálogos con William Ospina del OBSERVATORIO POLÍTICO NACIONAL. OPN – UAGRM, Santacruz Bolivia, las venas abiertas de América Latinas de Eduardo Galeano y Manuel Quintín Lame.

Podemos decir que la diversidad cultural ha existido siempre, pero nosotros le hemos dado un enfoque que quizá no ese acorde del todo con verdadero significado. Para comenzar se dice que cuando se originó la tierra lo primero que apareció fue la Pangea, la cual no era más si no la unión de todos los continentes en un súper continente es por esto que William Ospina en la página 10 dice:” Cualquier niño puede jugar a armar un rompecabezas en el cual la desembocadura del Amazonas en Macapá coincide con la región fronteriza entre Costa de Marfil y Ghana, la Ciudad de Fortaleza corresponde a la región inferior del Golfo de Guinea, Recife coincide con la Bahía de Biafra, salvador de Bahía con las costas de Gabón, Espirito Santo con el Zaire, Rio de Janeiro con las Costas de Angola y la Zona de Curitiba con la frontera entre Angola y Namibia”.

Sabemos que, durante el proceso histórico vivido en nuestro continente, los pueblos originarios fueron sometidos a la adopción de ciertos patrones culturales ajenos a su entorno. Junto a ellos, sus prácticas culturales y sus lenguas fueron relegadas y restringidas a espacios familiares y grupales. Así las lenguas originarias entraron en un proceso de desplazamientos, mientras que la lengua castellana de los migrantes fue ocupando gradualmente mayores espacios.

Además otro aspecto que se debe tener en cuenta es el factor del idioma o lenguaje, ya que con el pasar de los días se han ido perdiendo los dialectos que identificaban a nuestros pueblos, haciéndolos vulnerables a perder su sentido de pertenencia, a los rasgos que los identifica como grupos sociales o sujetos autónomos

Ahora bien, nosotros también somos parte de esos sujetos que con nuestros actos han ayudado a que la diversidad de nuestras culturas se vea abocada al exterminio o a una disminución significativa en el uso de muestro propio lenguaje y costumbres, lo cual conllevara que por miedo o por desuso cambiemos nuestros propios patrones culturales, ya que nosotros somos muchas veces los que olvidamos nuestras propias culturas.

Otro aspecto importante de la diversidad es la agricultura, de la cual se tomas los productos como el maíz como un producto milenario, el cual ha sido símbolo de la resistencia de los pueblos aborígenes, al igual que la coca pero vista desde un punto ancestral en el uso medicinal; también se habla de la caña la cual fue traída por Cristóbal para darla como bebida a los indígenas y afro para embrutecerlos según Eduardo Galeano. Se obtenían otros productos de consumo más relevantes desde el inicio como el Café, el frijol, el algodón, el banano y las flores.

Otro factor que impone la diversidad cultural es que cada día las etnias se ven en la necesidad de abandonando sus territorios ancestrales hacia otras zonas, debido a que estas no cumplen con las necesidades requeridas, lo cual conlleva a que cada uno de estos grupos o sujetos se vean en la necesidad de conformar los llamados guetos en los centros urbanos.

Hay que resaltar lo importante desde la época de la conquista hasta nuestros días ha sido el desplazamiento continuo por parte de grupos armados, siendo un factor relevante y significativo para que pierdan su identidad como sujetos pertenecientes a una comunidad, este es quizá uno de los factores que más se visualiza en Colombia y desde la época de la colonia.

El construir identidad como América Mestiza no ha sido fácil, al contrario ha sido un proceso difícil, complejo. Al respeto William Ospina (2013) dice: “Nuestro continente ha crecido en la dificultad. Es verdad que la vida no ha sido fácil para nosotros. Asumimos por una compleja red de causas históricas el desafío del mestizaje y ha sido un arduo desafío” (p. 241).

Totalmente de acuerdo el mestizaje de América no fue un proceso fácil, es el resultado de circunstancias violentas, de situaciones no planificadas. Desde la independencia hasta finales del siglo XX la gran mayoría de países de américa latina fueron liderados por políticos y pensadores que habiendo sido fruto del mestizaje diseñaron políticas económicas, educativas, culturales entre otras desde la mirada europea, norteamericana, es decir que la visión de desarrollo, de sociedad, de cultura era vista, medida desde afuera, y aun hoy algunas políticas educativas siguen imitando y aplicando modelos desde afuera.

No obstante todas las dificultades que la América mestiza ha tenido que superar, hoy se ve una configuración de la América mestiza desde las Antillas Puerto Rico, Cuba, Haití, república Dominicana, Jamaica; centro América México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y Suramérica y el caribe.

En estos países se observa una configuración cultural que se manifiesta en las artes y en los bienes de la cultura que le dan identidad a la América mestiza. A pesas de las fronteras imaginarias determinadas arbitrariamente por los gobernantes de turno, existe un eje que configura a la América Latina como un solo país, con identidad propia un país que bies es llamado por William Ospina como la América mestiza.

Referenciando los conceptos de los mayores,

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