Alquimia

Alquimia

La palabra alquimia es muy curiosa e interesante que llama la atención, por lo que muchos se harán la misma pregunta: ¿Qué es la alquimia? Hace medio siglo no había en Occidente ninguna duda a este respecto: Era una superstición existente entre los ignorantes de tiempos pasados que creían que con ciertas manipulaciones se podría transformar metales viles en oro.

Sin embargo, este término va más allá de una simple práctica vanal, porque tiempo después apareció una conclusión nueva, aclaratoria, de la alquimia: era, realmente, Psicología. Los alquimistas se autoanalizaban; “sublimando” y “calcinando” su propio inconsciente. Su meta verdadera no era la de fabricar oro, sino producir un hombre no alienado.

Esto más que un pensamiento era un estilo de vida en la que el alquimista hacer una introspección de su ser y lo llenaba a transformaba mediante su conocimiento, denotando su propia materia para así encontrar el modo de penetrar en la materia externa. El pensamiento alquímico es una forma distinta de no sólo reflexionar sino también otra forma de vivir nuestro pasar por la tierra, debido a que la alquimia se encuentra en todo, en el arte, en el amor y sobre todo en nuestra profesión. Es un viaje de muertes y nacimientos donde las cosas dejan de ser para convertirse en otras, impregnándonos de todo eso que nos encontramos en el paisaje a medida que recorremos nuestro camino por la vida.

Y así mismo como su proceso principal es la transformación, la profesión, el amor, nuestras relaciones, nuestro oficio incluso el arte misma son herramientas de la alquimia a la cual se le pueden aplicar cierto procesos como la limpieza de la sustancia, que sería en éste caso todos esos obstáculos esas imperfecciones en nuestro conocimiento, nuestra obra o nuestro pensamiento; luego una fase de disolución y aleación, donde adquirimos nuevos conocimientos y los fusionamos a las bases o principios ya adquiridos, o bien en el caso del arte, la transformación y aleación de distintos materiales que se complementan creando una solo belleza; y por ultimo una nueva consolidación que es toda aquella cosecha, por así decirlo de lo que hemos sembrado transformado, de aquel crecimiento hacia el amor que ha pasado ya por todos esos procesos anteriores, por esa putrefacción de lo profano, de destilación de aquello que se desliga de la materia prima para convertirse así en un solo ser ya transformado y único, cuerpo y alma.

Es muy importante que no solo los artistas, los trabajadores del arte, sino todos veamos la vida de la manera como los alquimistas se rehacían a sí mismos en todos los aspectos de la vida no tanto desde la parte química sino desde la parte espiritual y como eso puede ayudarnos a transformar el mundo que está ahí afuera, darle una nueva cara a la realidad ya que nuestro compromiso esta en lo “sagrado”, en la belleza

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