ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Biografía De José María Morelos


Enviado por   •  4 de Mayo de 2013  •  Biografías  •  5.052 Palabras (21 Páginas)  •  406 Visitas

Página 1 de 21

Introducción:

Tepecuacuilco , noviembre 13 de 1815

Mi querido hijo Juan:

Tal vez en los momentos que ésta escribo, muy distante estarás de mi muerte proxima. El día 5 de este mes de los muertos he sido tomado prisionero por los gachupines y marcho para ser juzgado por el caribe de Calleja.

Morir es nada, cuando por la patria se muere, y yo he cumplido como debo con mi conciencia y como americano. Dios salve a mi patria, cuya esperanza va conmigo a la tumba.

Sálvate tú y espero serás de los que contribuyas con los que quedan aún a terminar la obra que el inmortal Hidalgo comenzó.

No me resta otra cosa que encargarte que no olvides que soy sacrificado por tan santa causa y que vengaras a los muertos.

El mismo Carranco te entregará. Pues así me lo ofrece, lo que contiene el pequeño inventario, encargándote entregues la navaja y des un abrazo a mi buen amigo don Rafael Valdovinos.

Tú recibe mi bendición y perdona la infamia de Carranco.

Tu padre, José María Morelos.

Te encargo que la virgen del Rosario la devuelvas a la parroquia de Carácuaro, cuya imagen ha sido mi compañera.

A Dios.

Me es satisfactorio contar este pequeño fragmento de vida, que a continuación voy a presentar, una sencilla investigación y redacción de hundimiento en libros, horas de felicidad y emoción, rabia y desdicha por la cruel verdad, pero el gran bocado que me he dado, es incomparable al orgullo que hoy llena mi persona al corroborar, la corta vida de tan mas significante siervo.

Se darán cuenta, que mi búsqueda y comentario a lo largo de la redacción va mas humano que una simple lista de acontecimientos. Trate de imprimir, como el personaje mas noble de nuestra historia, vivió con añoranza sus mas grandes anhelos.

Perdón si extraje mucha información como la iba leyendo, pero trate que la voz del cura Morelos resonara aun mas que el sonido del pulsar de las teclas que imprime este texto. Así como Quintana Roo escucho el primer esbozo de Morelos sobre sus 23 artículos de Sentimientos de la Nación, que no hubo ninguna modificación por parte de este, así quiero que llegue hasta sus ojos, las palabras mas fieles que pudieron haber salido de su boca.

Así como retomo la sencillez y la humildad que tanto enamoro a sus fieles allegados y valientes seguidores, quise que leyeran y acelerar su pulso una vez mas, porque esta fue la vida de un hombre mexicano, que buscaba ante todo tipo de fuerza, la libertad de los suyos, y muchas de los beneficios aun vigentes que conservamos.

A.J.D.J.

Primeros pasos

José María Teclo Morelos y Pavón nace en un ceno familiar muy católico. Su madre, ferviente creyente, fue el motivo por el cual, en su niñez y juventud, Jose Maria acepto la vocación de presbítero. No se sabe a ciencia cierta si fue algo mas que el mero gusto de su madre, pero vemos ahora el resultado, y pienso que no hubiera sido lo mismo de otra forma.

El 30 de septiembre de 1765 nace en Valladolid (hoy Morelia), Michoacán, Jose Maria Teclo Morelos y Pavón, hijo de Jose Manuel Morelos y Juana Maria Guadalupe Perez Pavón. Aparte de Jose Maria, sus padres procrearon dos hijos mas, Nicolas y Maria Antonia. A la edad de 14 años, Jose Maria trabajaba probablemente como escribano1 o contador.

En 1790, y con 15 años, ingresó al colegio de San Nicolas Obispo, en Valladolid; donde el rector del colegio era Miguel Hidalgo, que en el proceso de aprobación renuncia. Al ser Jose Maria de origen mulato, su madre solicito al Juzgado de Capellanías2 de Valladolid que se reconocieran los derechos de su hijo, como beneficiario de la capellanía fundada por su abuelo3 Pedro Perez Pavón. Morelos también presentaría de igual forma las pruebas testimoniales necesaria para demostrar sus derechos a la capellanía fundada por su bisabuelo. Mas tarde, el catedrático de latinidad del colegio San Nicolas Obispo, Jacinto Mariano Moreno, certificaría de mínimos y menores los estudios de Jose Maria, y en el año de 1972, Jose Maria solicita entrar al colegio en calidad de capense. Posteriormente ahí estudiaría gramática latina y retórica, filosofía y moral. En 1795, despues de salir con buenas calificaciones del colegio San Nicolas, viaja a la ciudad de Mexico para sustentar el examen de grado de bachiller en artes en la Real y Pontificia Universidad de Mexico. Así mas tarde, el 19 de diciembre, Jose Maria fue ordenada subdiacono y recibió la facultad de administrar los sacramentos de manos del obispo de Michoacán, Fray Antonio de San Miguel, al mismo tiempo que Jose Maria Cos fue ordenado diácono en Valladolid, y en 1796.

Jose Maria Morelos, como otros muchos aun sin vocación heroica que ponía en todos sus actos, pudo ordenarse con muy escasos estudios. Estos no fueron precisamente brillantes; tampoco fue un clérigo letrado, sino estrictamente informado para el cumplimiento basico de sus deberes eclesiásticos. El 21 de Septiembre, fue ordenado diácono por el obispo de Michoacán, fray Antonio. El 21 de Diciembre del año próximo, fue ordenado presbítero por el mismo obispo de Michoacán. Despues fue trasladado a Churumuco, como cura interino. En 1801 se compra una casa en Valladolid y el 15 de Mayo de 1803, nace Juan Nepomuceno Almonte, hijo de Jose Maria y de Brigida Almonte.

Morelos Insurgente

El 17 de marzo de 1808, en el Palacio Real de Aranjuez, ocurrió un levantamiento popular, que exigía la destitución de Manuel Godoy, pues ya se encontraban tropas francesas en las ciudades de Burgos, Salamanca, Pamplona, San Sebastian, Barcelona y Figueras. Después de la destrucción del Palacio y la captura de Godoy por el pueblo, interviene el príncipe de Asturias, Fernando de Borbón, quien evita el linchamiento de Godoy. Se decía que, ante la conquista de España por parte de las tropas francesas, la familia real había huido a Aranjuez para embarcarse a alguno de los dominios en América. Al mediodía, el rey Carlos IV suplico en favor de su hijo, Fernando VII. El 24 de marzo, Fernando VII volvió a Madrid, pero un día antes el general Joaquín Murat había conquistado la ciudad. En Bavona, Napoleón obligó al rey a abdicar en favor de su hermano José Bonaparte. El 2 de mayo comenzó la guerra de la independencia española.

Del otro lado del mediterráneo, en Nocupetaro, el 5 de septiembre nació Jose Victoriano, hijo de José María y de María Ramona Galvan, y en el año siguiente, nace una hija en Carácuaro, con información desconocida. A pocos días antes del inicio del movimiento en 1910, Morelos recibe una carta de Hidalgo sobre el gran jubileo, que debía de celebrarse el 29 de octubre en Dolores; muchos criollos se dieron cuenta que solo podrían lograr sus reivindicaciones por medio de la fuerza y que necesitaban mayor apoyo para tener éxito. Algunos de ellos encaminaron a buscar alianza con el pueblo explotado y empezaron a plantear medidas serias en beneficio de las mayorías populares.

Estalla la lucha armada en Querétaro, importante centro político y comercial, se formo en 1810 una nueva conspiración, cuyos proyectos no iban mas allá de los del ayuntamiento de Mexico. El grupo estaba formado por varios criollos de la región, sobresaliendo Ignacio Allende, Juan Aldama (Ambos oficiales del ejercito colonial) y Mariano Abasolo, todos ellos vecinos acomodados de la ciudad de San Miguel el Grande (hoy Allende, en Guanajuato). Las reuniones eran disfrazadas como “tertulias literarias”, se celebraban en distintos municipios, incluyendo la residencia del Corregidor de la ciudad, Miguel Dominguez, simpatizante del movimiento en el que participaba activamente su esposa Josefa. El popular padre Hidalgo, párroco de la cercana población de Dolores, aceptó encabezar el movimiento.

En la madrugada del 16 de septiembre, Hidalgo reunió a sus feligreses frente a la iglesia de Dolores, los exhortó a sublevarse contra el régimen virreinal, denuncio el mal gobierno y llamo a apoyar al rey Fernando VII.

El cura Morelos se encontraba en su iglesia en Carácuaro, mientras el se enteraba de todos los acontecimientos recientes respecto al movimiento, meditaba de cierto modo, porque el famoso cura, estaría encabezando la causa y con un tremendo éxito inimaginable. Pensaba esperanzado que tal vez era posible unirse y dirigir aquel movimiento, que estaba en desborde, que por ahora era una seria de intentos, mal armados, sin dirección, ni carácter militar, ni disciplina aunque poseídas, por una fuerza arrolladora por la explosión poblacional reprimida por tantos años y convicción de sus deseos de redención..

¿Podría el, un cura ignorante e inexperto, hacer algo por corregir lo imperfecto? ¿Podría el organizar y conducir al movimiento a la victoria? ¿Podría algún día?

El cura Morelos sabia que Hidalgo abandonaba Guanajuato y cruzando el valle entre Santiago y Salvatierra, se aproximaba a Valladolid. Se movió rápidamente a redactar una carta a Miguel Cervantes, cuñado, para guardar así, la seguridad de los suyos y la opinión de su próximo agregado al movimiento.

Escucha, de una enterada población, el paso del cura Hidalgo por Valladolid, el día 17 de octubre, y sin pensarlo mas, el 19 de octubre, sale de Carácuaro hacia Valladolid en su busca, pero no logra encontrarlo. Lo alcanzo en un pequeño pueblito, llamado Charo y se entrevisto con el al día siguiente.

Despues de comer juntos con Allende y el Dr. Gasteñeta, tendría lugar la trascendental entrevista entre los mas insignes caudillos de nuestra Independencia. Cuentan, que el cura Hidalgo, tomó del brazo amablemente a Morelos y lo aparto para tener una conversación mas privada, donde hablaron largamente...

-”De modo, padre, ¿Que lo tiene usted resuelto?”

-”¡Si, señor!”

-”¿Y esta usted decidido a cambiar su vida tranquila por nuestras aventuras?”

-”Lo he pensado bien, contesto el cura de Carácuaro. Creo poder ser útil como capellán del ejercito. Pensé, ademas, allá en mi soledad, construir un fortincito en mi curato, hacer de el un punto de defensa; ahora despues de lo que usted me ha dicho, creo firmemente en la verdad y en la justicia de este movimiento. Creo que todos los americanos debemos aprovechar la coyuntura de que el legitimo rey de España esta ausente, preso por Bonaparte, para lograr que Mexico sea independiente y libre. Nada hay mas valioso que la libertad y todo sacrificio es poco para conseguirla. He soñado tanto en secundarlo a Ud.; tal vez, si me fuera posible, formar también un ejercito y combatir... ¡Pero veo mi ignorancia en todo! Sin embargo, mi voluntad es grande y ¡Estoy decidido!”4

Despues de una larga charla, Hidalgo lo nombro su terrateniente para que se levantara en armas la costa del sur. Sabemos que tales instrucciones consistieron en que en todos los lugares por donde pasara, recogiera las armas que fuera encontrando y haciéndose cargo del gobierno, encomendará como mejor le parezca quien lo estuviera sirviendo, siempre que no fuese europeo. Es también conocido que la meta concreta que Hidalgo fijó a Morelos fue la toma de Acapulco. Y convencido ya Morelos, que la excomunión de Abad y Queipo5 no lo comprendía, se despidió de Hidalgo sin pensar que no habrían a volverse a ver nunca.

El notable cambio en la personalidad de Morelos, era sobresaliente. Ya no es el cura que suplica humilde; ahora surge de pronto el hombre que ordena con imperio, que habla como quien de mucho tiempo atrás tiene costumbre de mandar y ser obedecido. Es la verdadera personalidad que rompe las barreras, que surge con vigor..

El 25 de octubre de 1810, Morelos salió de Carácuaro e inicio así lo que ha llamado su primera campaña. 7 de noviembre de 1810, Morelos entro a Tecpan, donde se le unieron Ignacio Ayala y los hermanos Juan Jose, Antonio y Pablo Galeana, mas tarde capturaría el cerro del Veladero.

Por el otro lado, las tropas de Hidalgo sufrieron una seria derrota militar en Aculco a manos de Felix María Calleja, hábil militar peninsular avecinando en San Luis Potosí; El dirigente insurgente se retiró a Guadalajara donde estableció su gobierno, publico varios de los decretos citados y mando editar un periódico. Al tratar de interceptar a las tropas de Calleja, el ejercito insurgente sufrió una derrota en el Puente de Calderon. Los dirigentes insurgentes se dirigieron al norte, pero en el camino, hubo una ruptura en el poder y Allende despojó a Hidalgo del mando. Seria despues Ignacio Elizondo, quien fue perteneciente al ejercito insurgente, y despues se reconvirtio al peninsular, capturo a Hidalgo, Allende, Mariano Jimenez y Juan Aldama; fueron conducidos a Chihuahua, juzgados, condenados a muerte y ejecutados. Los españoles colocaron sus cabezas en la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato, donde permanecieron hasta 1821.

Durante su marcha al norte, Hidalgo había encargado a su secretario Ignacio López Rayón organizar la continuación de la insurgencia, mientras se buscaban nuevos apoyos. López Rayón, estableció su cuartel en Zitácuaro, Michoacán. Para dar institucionalidad al movimiento, organizo ahí la “Suprema Junta Nacional de America” en agosto de 1811. Planteo continuar la guerra y defender los derechos del rey de España, Fernando VII... El cura Morelos repudió este objetivo, opuesto al acordado en secreto por varios de los primeros dirigentes de la sublevación, de buscar la Independencia. En 1812 Calleja logró tomar Zitácuaro, pero la Junta continuó en diferentes sedes.

En el periodo siguiente, de 1811 a 1815, el movimiento fue encabezado por el cura Morelos, quien se desarrolló como el de dirigente mayor visión de la insurgencia.

Jose Maria Morelos era el hombre nacido para actuar, mandar organizar y dirigir. Había en el la aptitud, la vocación del jefe, que se impone por la fuerza sobresaliente de su personalidad; del guía iluminado con ingenio; en una palabra, del caudillo que planeaba, realiza y triunfa en los combates. Estratega, legislador, estadista. Hombre de acción, con las naturales características de generosidad y de crueldad que ponen en la vida de los guerreros, mas que sus sentimientos, las circunstancias del momento.

Continuo y profundizo la defensa de las reivindicaciones populares que ya había sostenido el iniciador de la lucha. Organizo un ejército disciplinado, menos numeroso pero de mayor capacidad de lucha que los grande contingentes que siguieron al cura de Dolores. Su base política era similar a la de éste, enriquecida por el apoyo de muchos letrados (intelectuales en ese entonces) criollos. Punto para Morelos; preocupado por su carencia de sabiduría y experiencia, recurre a gente modesta con estudios para un asesoramiento eficaz, haciendo llevar hacia otro nivel al ejercito insurgente, siendo también el beneficiado... Entre éstos destacaban fray Servando Teresa de Mier, que se encontraba en Londres, José María Cos y Quintana Roo, quienes habían participado en la Junta de Zitácuaro y el escritor Joaquín Fernández Lizardi.

La campaña militar que encabezó el cura Morelos, fue condecorada pronto con grandes éxitos, aunque fracasó en un primer intento de tomar el importante puerto de Acapulco. Calleja, al frente del ejercito virreinal, lo sitió en Cuautla tratando de aniquilarlo, pero los insurgentes resistieron y finalmente rompieron el asedio. Despues las tropas del cura Morelos tomaron el puerto de Acapulco, abriendo una salida al mar, y a la posibilidad de obtener mayores recursos, de ahí la importancia y la preocupación de Hidalgo al encomendar ese objetivo al cura Morelos.

Morelos, cuyo rasgo mas sobresaliente de su personalidad fue su gran capacidad para la acción, una vez que consideró que su esfuerzo como militar estaba concluido en lo principal y creyendo también que la guerra cuya misión se milita a dividir y acabar con el enemigo; destruir los obstáculos que se oponen al triunfo de los ideales, era solamente un medio. Que esta fuerza que había logrado alcanzar su meta soñada: la independencia de México.

El cura Morelos decidió revivir a la trascendente pero poco exitosa Junta Suprema de Gobierno, con la opción de sustituirla por un organismo que ordenara y coordinara los esfuerzos dispersos de los diferentes jefes de la insurgencia; pero las desigualdades1, comenzadas por la búsqueda de un liderato de la acción insurgente, hizo que cada jefe insurgente actuara bajo su propio mando; había que luchar por lograr la unidad y la coordinación para hacer desaparecer la anarquía que reinaba entre los insurgentes.

Propuso así, la celebración de un Congreso que fuera el representante de la soberanía, centro del gobierno y depositario de la suprema autoridad que debían obedecer todos los que proclamaban la independencia de México. Morelos eligió Chilpancingo, a la que elevó al rango de ciudad con el título de Nuestra Señora de la Asunción. Designó como diputados de las distintas provincias que podían estar representadas, a los capitanes generales que defendían la causa de la Independencia. En la elección del Generalísimo de las fuerzas insurgentes debían tomar parte todos los generales y oficiales con mando de fuerzas, enviando sus sufragios si no se encontraren presentes. Como fruto esencial del Congreso debía elaborarse una Constitución, y en efecto, de ese Congreso de Chilpancingo habría de salir mas tarde la primera Constitución Mexicana, o sea la de Apatzingán. El Congreso de Chilpancingo y la Constitución de Apatzingán vinieron así a ser producto de la iniciativa de Morelos y en gran parte obra personal suya.

A pesar de que Rayón obstaculizo cuanto pudo la celebración del Congreso, acabó por concurrir a él como diputado por Nueva Galicia (Guadalajara). Al día siguiente, 14 de septiembre, reunidos en la parroquia del lugar, el señor capitán general don José María Morelos, el teniente general Manuel Muñiz, y los diputados nombrados por Morelos, don Ignacio López Rayón, Dr. Don José Sixto Verduzco, don José María Liceaga, don José María Murguía y el recién electo José Manuel Herrera; los suplentes don José María Cos, y Lic. Don Andrés Quintana Roo, se iniciaron formalmente las labores del Congreso. El Excelentísimo señor Capitán General pronuncio un breve y enérgico discurso sobre la necesidad en que la Nación se halla de tener un cuerpo de hombres sabios y amantes de su bien que la rijan con leyes acertadas y den a su soberanía todo el aire de majestad que corresponde. Posteriormente hizo leer a su secretario Rosainz un documento que tituló “Sentimientos de la Nación”, 23 puntos dados por Morelos para la Constitución próxima a elaborarse. En tal escrito se hallaban consignadas las opiniones del Capitán General sobre el sistema que convenía que se adaptara y la marcha que debería seguir el Congreso y es una verdadera plataforma de ideas políticas y sociales para elaborar la Constitución.

Esos 23 puntos son la confirmación de las ideas sociales y políticas de Morelos que no son sino las ideas mas avanzadas de la época y que habían conformado y animado a otras revoluciones como la de Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. La idea de la soberanía del pueblo; de los derechos naturales como la libertad política y la igualdad de todos los hombres diferenciados solamente por el vicio o la virtud; la tesis de la división de Poderes, etc., son ideas del Jusnaturalismo francés, y doctrinas de los Enciclopedistas J. Jacobo Rousseau y Montesquieu, pero asimiladas sentidas y redactadas para ajustarse a las necesidades de México, por el hombre genio que era el cura Morelos.

Sentimientos de la Nación

Que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al Mundo las razones.

Que la Religión Católica sea la única, sin tolerancia de otra.

Que todos sus Ministros se sustenten de todos y solos los Diezmos y Primicias, y el Pueblo no tenga que pagar más h que las de su devoción y ofrenda.

Que el Dogma sea sostenido por la Jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los Obispos y los Curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: omnis plantatis quam non plantabit Pater meus Celestis cradicabitur. Mat. Cap. XV.

Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las Provincias en igualdad de números.

Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.

Que funcionarán cuatro años los Vocales turnándose, saliendo los más antiguos, para que ocupen el lugar los nuevos electos.

La dotación de los Vocales será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará por ahora de 8.000 pesos.

Que los empleos sólo los Americanos los obtengan.

Que no se admitan extranjeros, si no son Artesanos capaces de instruir, y libres de toda sospecha.

Que los Estados mudan costumbres, y por consiguiente la Patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo español, que tanto se ha declarado contra (nuestra Patria / esta nación)

Que como la buena Ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia; y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.

Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados; y que éstos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio.

Que para dictar una Ley se haga Junta de Sabios, en el número posible, para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles.

Que la Esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de Castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un Americano de otro el vicio y la virtud.

Que nuestros Puertos se franqueen a las Naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino, por más amigas que sean, y sólo habrá Puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando el diez por ciento.

Que a cada uno se le guarden sus propiedades, y respete en su Casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.

Que en la nueva legislación no se admita la tortura.

Que en la misma se establezca por Ley Constitucional la celebración del día doce de Diciembre en todos los Pueblos, dedicado a la Patrona de nuestra Libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los Pueblos la devoción mensual

Que las tropas extranjeras, o de otro Reino, no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.

Que no se hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas, pero que no son de esta clase propagar la fe a nuestros hermanos de tierra dentro.

Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga igual de ligera, que no oprima tanto, como la alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la Guerra, y honorarios de empleados.

Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre, todos los años, como el día Aniversario en que se levantó la Voz de la Independencia, y nuestra Santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con Espada en mano para ser oída: recordando siempre el mérito del grande Héroe el señor Don Miguel Hidalgo y su compañero Don Ignacio Allende.

Chilpancingo, 14 septiembre 1813.
José María Morelos.

Los veintitrés puntos propuestos por Morelos al Congreso, son una verdadera síntesis de las mas avanzadas teorías políticas y sociales de su época. Su capacidad para adentrarse en las raíces de los problemas políticos y económicos de su patria, una primera justificación al movimiento insurgente; afirmar que la soberanía será extraída del pueblo y que este mismo se la encargará a sus representantes quienes la ejercerán con los tres Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), era la idea básica de toda organización, innovando democráticamente y revolucionariamente. Morelos vio que el problema no era de razas, ni de colores, ni de religión, sino desaparecer los privilegios que impedían la igualdad y negar la libertad; considerar que las tradiciones patrióticas y religiosas, son patrimonio de los pueblos.

Como era de esperarse, en la sesión del 15 de septiembre don José María Morelos fue electo por unanimidad, Generalísimo de los Ejércitos Insurgentes. Votó por él toda la oficialidad del Ejercito del Sur, todo el Cuerpo de Hacienda, todo el Cuerpo Eclesiástico. Morelos estaba presente cuando se hizo la declaratoria de que había sido electo y cuando se le pidió que prestara juramento, de una forma cortés rehusó el cargo y agrego que “lo creía superior a sus merecimientos y capacidades”. Verduzco le pidió aceptar el nombramiento que el pueblo, el Congreso y el Ejercito le conferían. Para dejar un momento sola a la asamblea, Morelos pasó a la sacristía a fumar un tabaco.

Ya incorporado y notificado de la resolución, apareció ante la Asamblea entre gritos y aplausos, se inclino ante la voluntad del Congreso y con voz clara y sonora dijo que “defendería a costa de su sangre la Religión Católica, la pureza de María Santísima y los Derechos de la Nación Americana, y desempeñaría lo mejor que pudiese el empleo de la nación se había servido conferirle”.

Al darle al Generalísimo el título de Alteza, Morelos respondió que no admitía, y en cambio, el adoptaba el de “Siervo de la Nación”. José Maria Morelos, Generalísimo de los Ejércitos de la Insurgencia, quiso ser el primero en dar el ejemplo de obediencia al Congreso representativo del pueblo; el “Siervo de la Nación” renunciaba a los privilegios del cargo de Generalísimo.

Constitución de Apatzingán

Desde junio de 1814, el Congreso había anunciado que pronto presentaría la primera Constitución del país independiente. El Congreso nombro a Morelos, a Liceaga y al doctor Cos, como parte del Poder Ejecutivo. Se hizo toda una ocasión, hubo una sencilla comida, fue una comida de gala, con un baile improvisado, donde se dice, que Morelos bailo con Leona Vicario, una mujer a la que estimaba mucho. Celebrando aquel día en el que quedo por fin expedida la primera ley constitucional de este país. “El día mas feliz de mi vida” fue lo que dijo el cura Morelos.

La Constitución de Apatzingán estableció el predominio del Congreso sobre los otros dos Poderes, ya que los que constituían el Supremo Gobierno y los encargados de la Corte o Tribunal de Justicia, serían nombrados por el Congreso. Pero la falta de unidad de mando, en esos días de lucha, harían decadente todo el trabajo que propino la Constitución.

El virrey Calleja se enteró de la promulgación de la Constitución varios meses despues, por la publica circulación de dichos ejemplares. Como consecuencia, mando quemar el documento. Amenazo con pena de vida y confiscación de bienes a quien siguieran apoyando a la independencia. Los insurgentes fueron considerados rebeldes y traidores. El congreso, viendo todas la situaciones recién acontecidas, por naturaleza no se sentían seguros en ninguna parte. Morelos propuso el traslado hacia Tehuacán donde mandaba un jefe insurgente leal: Mier y Terán.

No se iban a queda con los brazos cruzados, y aprovecharon la delicada situación del Congreso, y así Calleja derrotó a los insurgentes en Valladolid y triunfo en mas batallas. Así hasta lograr finalmente la aprehensión, el juicio y la ejecución de Morelos. Esta victoria de las tropas del gobierno virreinal postuló la derrota del movimiento popular insurgente y aparentemente la liquidación del intento de alcanzar la independencia de México. Las causas de la derrota de Morelos no fueron netamente militares, si no en gran medida, políticas. Con la Constitución de Cádiz, muchos criollos pensaron que seria mejor regresar a su antigua posición, del lado virreinal, donde les convenía.

Morir es Nada

El ultimo viaje de Morelos, fue ya preso, a San Cristobal Ecatepec. Fue encerrado, con quien mantuvo una ultima conversación, el coronel Concha. Al poco rato, una tropa fue por el. Estaba bien vestido, y con su reloj favorito, de tal forma como si fuera a conducir a su viejo ejercito. Se encomendaba mucho a Dios. Y oraba. Se vendo con un pañuelo blanco suyo. De pronto, la gente comenzaba a concurrirse. Se hinco, los militares cargaron su fusil, y todos lo hicieron al mismo tiempo. -¡Fuego!- y tras la descarga, se no fue el hombre que había producido la revolución de la Nueva España.

Conclusiones:

“Soy Siervo de la Nación, porque esta asume la más grande, legítima e inviolable de las soberanías; quiero que tenga un gobierno dimanado en el pueblo y sostenido por el pueblo; que rompa todos los lazos que le sujetan, y acepte y considere a España como hermana y nunca más como dominadora de América. Quiero que hagamos la declaración que no hay otra nobleza que la de la virtud, el saber, el patriotismo y la caridad; que todos somos iguales, pues del mismo origen procedemos; que no haya privilegios ni abolengos; que no es racional ni humano, ni debido que haya esclavos, pues el color de la cara no cambia el del corazón ni del pensamiento; que se eduque a los hijos del labrador y del barretero como a los del rico hacendado; que todo el que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario; que se declare que lo nuestro ya es nuestro y para nuestros hijos, que tengan una fe, una causa, bajo la cual todos juremos morir, antes que verla oprimida, como lo está ahora, y que cuando ya sea libre, estemos listos para defenderla…”

Para terminar, creo que este pequeño discurso, es una de los recuerdos mas valiosos que tenemos del Generalísimo, y al leerlo, te conecta, emana cierto poder de búsqueda de verdad en ti. Cuando lo nombraron Generalísimo, y el rechazo toda clase de méritos, vemos la grandeza del hombre que en realidad era. Cosa que debería estar vigente aun en nuestro días y en nuestra gente. Pienso que Morelos, no es reconocido como un verdadero héroe, como un pensador, como un estratega; en nuestra historia, es solo un nombre mas, una estatua mas, un billete mas. El fue el caudillo mas desequilibrante, el que mas veía por nuestros derechos, el que era mas semejante a nosotros.

Me gusto mucho desarrollar este ensayo, me costo un poco de trabajo, pero el conocimiento que me llevo, es invaluable. Ahora, llevare siempre presente, la vida de este magnifico hombre, y siempre que me sienta perdido, sabré donde reencontrarme.

Anexos:

Bibliografía:

Guedea, Virgnia; José María Morelos y Pavón, Cronologia. Primera edición. 1981. UNAM.

Vargas, Ubaldo; Morelos, Primera Edición, Porrua, 1966

Herrejón Carlos; Morelos Antología documentada, Primera edición. 1985. UNAM

Brom, Juan; Esbozo de Historia de México. Tercera Edición, 2009, Grijalbo.

...

Descargar como  txt (31.2 Kb)  
Leer 20 páginas más »
txt