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Biografía de Napoleón y su importancia en la historia de Francia

Bam51Biografía28 de Noviembre de 2012

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E

studiar la Revolución Francesa es estudiar el producto final de la Ilustración y estudiar a Napoleón es estudiar el producto de la Revolución Francesa. Aun que no se le puede comparar al emperador de los franceses (1804-1815) con los grandes intelectuales del siglo XVIII es claro que su interés por estos es lo que lo llevo a marcar un capítulo importante de la historia mundial. Vincent Cronin, su mejor biógrafo, diría que Napoleón leería frenéticamente a los revolucionarios intelectuales de la época y lo catalogaría como una rata de biblioteca .

Pero no sería eso lo único que haría de Napoleón un personaje importante dentro de la historia.

Infancia

El día 2 de junio de 1764 un abogado de 18 años, Carlo Bonaparte se casaría con Letizia Ramolino de 14 años, cuya familia poseía una dote de 7,000 liras en Génova, Italia. Ambos de la ciudad de Ajaccio, en la isla de Córcega, independiente en ese tiempo. Cinco años después, la pareja vería nacer a su segundo hijo el 15 de agosto de 1769, Napoleón, el hermano menor de José I Bonaparte. Sería bautizado como Napoleone Buonaparte (El carácter italiano del nombre de Napoleón se debe a que la familia de Letizia, los Ramolino descendían de los condes de Collalto, en Lombardía y llevaban 250 años en Córcega) en honor a un tío de su madre, muerto en combate en la guerra contra Francia.

Pero Napoleón no nacería con nacionalidad corsa realmente. Después de ignorar el tratado de Versalles de 1768, en mayo de 1769, el general de los corsos, Paoli, del cual era secretario Carlo, había perdido una aguerrida batalla en contra de los franceses, así, la isla pasaría a manos de Francia. Los intelectuales ilustrados como Voltaire destacarían la resistencia de los corsos y lo veían como el primer desafío para el Ancien Régime. Napoleón consideraría a Paoli un héroe y sería uno de sus modelos a seguir.

La familia del corso era una familia de la nobleza, pero no vivían con comodidades. En Córcega era muy común que las familias nobles no tuvieran el suficiente sustento económico para darse el lujo de no tener que laborar, incluso se decía que los trabajadores de la familia de los Bonaparte solía tratarlos a estos como sus iguales.

El pequeño “Nabullione”, como pronunciaban su nombre sus compatriotas, terminaría su instrucción primaria en Córcega, en una escuela diurna mixta dirigida por monjas para después, a los nueve años de edad trasladarse a Francia sin saber hablar francés e ingresar en la academia militar Brienne le Chateau a los diez años de edad. Terminaría cinco años después la academia y en 1784 ingresa a la École Royale Militaire, de París, donde se graduó como teniente segundo de artillería. Dos años después estaría sirviendo al ejército francés con dieciséis años de edad. En la escuela no destacaría por su dedicación al estudio, sin embargo sería brillante en las áreas de matemáticas y geometría.

Meses después de haber finalizado sus estudios en la École Royale Militaire, fallece su padre, pero antes de morir tendría una visión premonitoria. Cuenta Isabela Herranz :

Napoleón nunca lo creyó, así como tampoco creyó la que su tío Luciano había hecho antes donde en su lecho de muerte le dice a José:

En la escuela real militar de París, Napoleón desarrollaría su vocación por la lectura y escritura, admiraba a personajes como Alejandro Magno, Julio Cesar y en especial a Federico II. Llegaría a escribir la historia de Córcega e intentaría escribir una novela. En la primera describió la derrota de los corsos ante los franceses con un odio inmenso hacia Francia:

“Treinta mil franceses se lanzaban contra nuestras costas

ahogando el trono de la libertad en olas de sangre.

Los llantos de los moribundos, los gemidos de los

oprimidos y las lagrimas de los desaparecidos rodearon mi

cuna desde el momento de mi nacimiento ”

Primeros Pasos

Napoleón se encontraba en Córcega el 14 de julio de 1789, el día que La Bastilla cae en manos de los revolucionarios. Hasta ese momento solo había estado en Valence y Auxonne como oficial del ejército francés, pero sin ver acción alguna. Napoleón que antes de la revolución no se consideraba revolucionario se une a los jacobinos, y fue nombrado segundo comandante de la Guardia Nacional de Voluntarios que operaba en Córcega.

Constantemente hacía notar sus deseos de cambiar a Francia:

No debemos ajustarnos siempre a lo que ya haya existido

anteriormente, como si fuese imposible hacerlo mejor .

A sus veintitrés años, luego de la insurrección de Córcega y de haber tenido un encuentro con su ídolo, Pasquale Paoli, gobernador de la isla, regresa a París el verano de 1792, desterrado, pues su familia sería considerada traidora y enemiga de la patria y al año siguiente es designado comandante de artillería de la división francesa que sitiaba la fortaleza de Toulon.

Napoleón haría un trabajo aparentemente sencillo pero que marcaría su acenso en el ejército francés. Para dispersar los fuertes que protegían a Toulon y se encontraban sitiados por tropas inglesas. Napoleón se desplego fácilmente y consiguió derrotarles, algo que pudo haber hecho otro general, pero que por el azar lo pondría a él en buena posición ante los ojos del ejército francés. Después de aquel episodio Nabullione ya era parte del generalato francés sin haber demostrado todas sus capacidades militares. Dicha oportunidad se le daría dos años más adelante al repeler a los monárquicos que cercaban la Convención en el Palacio de las Tullerías, con la intención de dar un golpe de Estado, Napoleón, con un ejército escaso y organizado a los apuros, tuvo su oportunidad de demostrar de lo que era capaz. En ese momento, el corso se toparía con Joachim Murat y Paul Barras. El primero sería, además de su cuñado, el general más poderoso de sus ejércitos. El segundo, por entonces líder del Directorio que conducía Francia, sería quien le haría conocer a su futura esposa y le asignaría la misión que ningún jefe militar quería conducir.

Napoleón estaría a un paso de convertirse en “el pequeño cabo”, título que lo perseguiría hasta sus días como emperador.

Dos días antes de viajar rumbo a Italia, el 9 de marzo de 1796 contrae matrimonio con Marie Josèphe Rose Tascher de la Pagerie, de Beauharnais, de quien siempre estaría enamorado. Aquel día le regalaría a Josefina un medallón esmaltado en oro, el cual tendría la inscripción “Au destin” (hacia el destino).

Entonces con el rango de general de división, se pondría al frente del desanimado ejército francés varado en Italia. Aquel ejército no significaba una situación nueva para Napoleón. Tras la muerte de Carlo, la familia Buonaparte había quedad en la ruina, llena de deudas y teniendo que comer lo que se podía, que muchas veces era nada, algo a lo que ya estaba acostumbrado el corso (Letizia en varias ocasiones había hecho dormir a Napoleón y José sin comer aun cuando había que comer).

Entonces, el general fue enviado a los alpes italianos. La primera coalición anti francesa estaba formada por Gran Bretaña, Prusia, Austria, España, Cerdeña y los Países Bajos, pero en el norte de Italia eran los sardos y los austriacos quienes combatían contra las tropas francesas.

Era una tarea grande para Napoleón, tenía que animar a un ejército con hambre y sin ilusiones. Aquí demostraría una vez más su capacidad para liderar a las masas :

Soldados: están mal vestidos y mal alimentados. El gobierno les debe mucho y no les ha dado nada. Yo los llevaré a las llanuras más fértiles del mundo. Grandes provincias y ciudades serán suyas. Allí hallaran el honor, la gloria y la riqueza.

Así empezaría su misión, retar al impero austriaco y a sus aliados italianos.

Su ejército, alrededor de 38mil franceses se enfrentarían a 39mil austriacos y sus aliados, 25mil piamonteses. Bonaparte planeo aislar a los austriacos de los piamonteses y luego conquistarles por separado. Primero atacaría al Piamonte. Se dirigió a las montañas y desplego sus fuerzas, así, el enemigo no sabía dónde estaba por lo que también empezó a desplegar las suyas. De manera rápida y sorprendente, espero el momento justo para concentrar sus fuerzas, de esta manera consiguió la superioridad numérica necesaria y les venció.

Era un ejército muy rápido, podían recorrer hasta 40 kilómetros diarios, mientras que los piamonteses se les dificultaban 5 kilómetros. En solo dos semanas ganaría seis batallas, haría miles de prisioneros y acabaría con el ejército piamontés. El 26 de abril el Piamonte se rindió. Bonaparte pidió oro y plata para pagar a sus tropas que no habían recibido dinero real en mucho tiempo.

Napoleón se lanzaría contra los austriacos que se retiraron hacia el este, cerca de Lodi.

El general francés empezaba a demostrar su hambre por el poder y su forma de pelear sorprendía incluso a sus súbditos, peleaba de noche y de día sin importar si estaba lloviendo o nevando, era increíble su hambre por luchar. Una forma de hacer guerra muy diferente a la conocida, insaciable.

En Lodi, los austriacos pensarían en defenderse para parar al ejército francés, allí fortificaron un estrecho puente de madera con catorce cañones y tres batallones desafiando a Bonaparte a cruzarlo. Napoleón atacaría de manera frontal

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