Bolivar, El Hombre De Las Dificultades

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”

Núcleo – Barquisimeto.

Participante:

Fonseca, Sorelys. C.I. 21.055.707

Prof. María Barcos

Sección: “A”

Curso: Catedra

Simón Bolívar, el Libertador tuvo que abandonar su país, desterrado, sin amigos y sin dinero, prácticamente con nada, llega a Jamaica, como un mendigo, todo lo perdió por culpa de sus ideales de revolución, estaba muy desolado, creía que todo estaba perdido, buscaba ayuda de otras naciones entre ellas Europa para liberar a América pero esta le había cerrado las puertas.

Un día en la oscuridad de su cuarto, recibió una carta proveniente de Caracas, que según el eran buenas noticias que le devolvieron las ganas de seguir en la lucha. El presidente de la rebelde Haití acepta recibirlo y escuchar sus propuestas. Esta noticia le devuelve el ánimo. Lo que ignora es que ya en la isla está listo un complot para asesinarlo.

Estando en una playa dijo la famosa frase, no daré reposo a mi alma, ni descanso a mi brazo hasta que pueda romper las cadenas. En esa fecha fue cuando escribió la famosa carta de Jamaica, donde exponía las razones del principio de su causa y su pensamiento liberal. Hasta allí había llegado un hombre al que le llamaban Polaco, era un enviado de España, planeaba asesinar al libertador. Había un negro, un muchacho, ahijado de Bolívar, que le servía y que había estado intimidado por el Polaco y le había sembrado la espina de que su amo y señor Bolívar tenía a los de su raza esclavizados. Este muchacho trato de matar al Libertador, creyendo que el que estaba en el chinchorro era él, le asesto varias puñaladas hasta matarlo, no sabiendo que era su secretario que estaba en su lugar. Bolívar sufrió mucho por esa causa, quería a su ahijado como un hijo, y al final este muchacho fue llevado a la horca por la muerte del secretario.

Una noche, Bolívar tuvo un encuentro con una mujer, alguien a quien tenía mucho tiempo sin ver, su hermana María Antonia, estuvieron hablando horas y horas, ella tratando de persuadirlo para que dejara toda esa locura de la revolución y se fuera con ella a Puerto Rico, lejos de todo y el por su parte empeñado en seguirla, en ir tras la libertad de América.

Como dijo el, su estancia en Jamaica había llegado a su fin, se embarcó rumbo a Haití con su ayudante de campo. Al llegar allí fue recibido por el presidente

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