Breve reseña biográfica Arturo Durazo Moreno
OSWALDYBiografía3 de Julio de 2013
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Arturo Durazo Moreno (Cumpas, Sonora, México, 1924 - Acapulco, Guerrero, México, 5 de agosto de 2000) fue un personaje del ámbito político y policíaco en México durante las décadas de 1970-1980. Se desempeñó como jefe del Departamento de Policía y Tránsito de la Ciudad de México durante el gobierno del Presidente, José López Portillo. Alcanzó gran notoriedad a principio de los años 80, cuando se revelaron algunas de sus millonarias propiedades y, sobre todo, por la publicación del libro Lo negro del "negro" Durazo, escrito por quien fuese uno de sus ayudantes, José González González.1
Índice
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• 1 Breve reseña biográfica
• 2 Jefe de la policía capitalina
• 3 Hechos célebres durante su ejercicio
o 3.1 El homicidio del matrimonio Flores-Izquierdo
o 3.2 La masacre del Río Tula
• 4 Culto a la personalidad
• 5 El "Partenón" y las residencias del Ajusco
• 6 Luis Miguel
• 7 La Renovación Moral
• 8 Libertad y muerte
• 9 El libro "Lo negro del negro"
• 10 En años posteriores
• 11 En la cultura popular mexicana
• 12 Referencias
• 13 Enlaces externos
Breve reseña biográfica[editar]
De extracción humilde, Arturo Durazo nació en Sonora en 1924, y emigró a la ciudad capital en busca de oportunidades económicas. Durante su infancia y adolescencia vivió en la colonia Roma de la ciudad de México. Ahí entabló amistad con José López Portillo, lo que le redituó el ser considerado por éste para ocupar la jefatura de la policía durante su gobierno. De acuerdo con el periodista, escritor e historiador Humberto Musacchio, Durazo Moreno estudió en la ESCA del Instituto Politécnico Nacional y después, durante el gobierno del general Manuel Ávila Camacho y durante parte del gobierno de Miguel Alemán Valdés, fue empleado del Banco de México. Hacia finales de 1948 cambió de funciones y se desempeñó como Inspector de Tránsito de la ciudad, hasta 1950. Poco después se convirtió en agente de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y posteriormente, hacia 1958, obtuvo su ascenso como comandante de la misma corporación. Se presume que a finales de los años 60 y principios de los 70 formó parte de la dirección de las "Brigadas Blancas", agrupación gubernamental encubierta destinada a actuar como represora de los movimientos políticos y sociales durante la "Guerra Sucia".
Jefe de la policía capitalina[editar]
Al lograr su ascenso al poder, José López Portillo lo nombró jefe de la desaparecida DGPyT (Dirección General de Policía y Tránsito) de la ciudad de México, cargo en el que se mantuvo durante todo el sexenio lopezportillista (1976-1982). Según las investigaciones efectuadas años después en los archivos de la desaparecida institución y también según el testimonio de muchos oficiales de policía, se encontró que el ambiente que prevaleció durante su ejercicio fue la "mordida" o "entre" que todos los oficiales debían entregarle. La extorsión a sus subalternos era materia conocida por muchos. Instauró también, en 1976, la creación de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), institución cuya siniestra fama de albergar a agentes policíacos corruptos y despiadados fue célebre entre la población. Dicha corporación fue dirigida por su amigo Francisco Sahagún Baca. Era común que los policías adscritos a esta división "amadrinaran" (protegieran) a delincuentes probados para liberarlos posteriormente a su captura, bajo un espectro de corrupción muy extendido y enraizado. Dentro de esta premisa, los mismos policías capitalinos, ante dicha impunidad, tuvieron libertad de realizar asaltos a bancos y a diferentes comercios, así como también la extorsión y privación ilegal de la libertad de muchos ciudadanos que transitaban como cualquier otro en las calles de la ciudad para "sembrarles" delitos varios como tráfico, lenocinio, homicidio, robo, violación etc, para inculparlos por estos delitos que no habían cometido y solapar a criminales de su propia corporación policiaca. La impunidad fue, pues, uno de los rasgos notables de su desempeño como jefe policíaco. La tortura fue otro de los aspectos que prevaleció en esta corporación, ya que cualquier delincuente que era remitido y no era considerado dentro de los cotos de poder era sometido a interrogatorios bajo actos de tortura, ya fuese para confesar sus delitos o para aceptar otros no cometidos. Incluso mucha gente inocente fue víctima de sus métodos. También durante sus funciones fue creado el Colegio de Policía.
Durazo fue nombrado por el presidente General de División sin haber cursado una carrera militar, lo que le ganó la antipatía de muchos militares, entre ellos el Secretario de la Defensa Nacional, el general Félix Galván López. Sus amistades cercanas le aplicaban el mote de "El Moro de Cumpas", en referencia a un corrido mexicano muy famoso, y también el mote de "El Negro", por las características de su rostro. El sobrenombre de "El negro Durazo" fue el común entre los habitantes de la ciudad. El evidente abuso del poder se puso de manifiesto al implementarse operativos arbitrarios, los cuales las más de las veces eran efectuados para favorecer a algún familiar o conocido cercano. El enriquecimiento ilícito e injustificable adquirió alturas insospechadas pero evidentes. Por mucho tiempo se le vinculó sobre sus posibles nexos con bandas de narcotráfico.
Hechos célebres durante su ejercicio[editar]
Al mando de la Dirección General, Durazo afrontó diversos sucesos históricos que evidenciaron su peculiar estilo para dirigir la secretaría.
El homicidio del matrimonio Flores-Izquierdo[editar]
El 7 de octubre de 1978 un suceso conmovió a la sociedad mexicana: el político nayarita Gilberto Flores Muñoz (ex secretario de Agricultura durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, ex gobernador de su estado natal y presidente, en ese entonces, de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera) y su esposa, la escritora Asunción Izquierdo fueron asesinados, a machetazos, en su residencia de las Lomas de Chapultepec. Las pesquisas comenzaron, y la presión sobre la policía capitalina era enorme. Las versiones preliminares suponían que el doble homicidio se debió probablemente a un robo en complicidad, pero no había pruebas suficientes; se buscaba inculpar a alguno de los empleados del matrimonio victimado -quizás en busca de resguardar a la clase política e influyente. Sin embargo, al final, a partir de las averiguaciones efectuadas por quien en aquel entonces era jefe de la policía judicial, Jesús Miyazawa Álvarez (amigo y colaborador de Durazo) y sobre todo por la confesión del nieto de las víctimas, Gilberto Flores Alavez, el caso se cerró, pero la exhibición ante los medios -por parte de Durazo y sus colaboradores- del asesino confeso, quedó en la memoria de muchos como síntoma de una práctica común en él. Gilberto Flores Alavez sería confinado a la Penitenciaría de Lecumberri.2
La masacre del Río Tula[editar]
Otro hecho que posteriormente se relaciono con el desempeño de Arturo Durazo al frente de la policía capitalina, fue el de la aparición de 12 cadáveres,-el 14 de enero de 1981- en la lumbrera #8 del emisor central del sistema de drenaje profundo, ubicada en San José Acoculco, Municipio de Atotonilco de Tula, Estado de Hidalgo, pertenecientes presuntamente a varios hombres de origen colombiano. Los cuerpos presentaban signos de tortura extrema, mutilizaciones y unos pocos de ellos habían sido decapitados.
Las averiguaciones posteriores apuntaban a que Durazo Moreno, Jefe de la Policía de la ciudad de México, fue responsable intelectual. Y su colaborador Francisco Sahagún Baca habría sido el autor material en complicidad con algunos de sus subalternos. Solo 8 cuerpos fueron identificados dos años después. Moreno huyó de México en 1982 cuando el nuevo presidente inició investigaciones de corrupción policial. Sin embargo, Durazo Moreno sería capturado más tarde y extraditado a México.
Culto a la personalidad[editar]
A la mitad del sexenio López Portillista la imagen de Durazo recibía varios elogios por parte de los medios y de las personalidades destacadas de la sociedad, su intervención en la frustración del secuestro de la hermana del presidente: Margarita López Portillo, ideado por la Liga 23 de septiembre le ganó elogios de la cúpula en el poder, recibió distintos reconocimientos, recibió El micrófono de oro por parte de la asociación Nacional de Locutores, fue nombrado miembro de la Legión de Honor y para contrariedad de algunos juristas fue nombrado "Doctor Honoris Causa" por el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal -sin tener antecedentes como jurista-no obstante algunos periodistas ya indagaban sobre sus dudosas actividades privadas.
El "Partenón" y las residencias del Ajusco[editar]
En las postrimerías del gobierno López-portillista, la prensa, y algunos ciudadanos comunes se percataron de las propiedades del "General" Durazo, plenas de fastuosidad y un lujo inimaginables. Durazo mandó construir dos mansiones ubicadas en el Ajusco, al sur de la ciudad de México, con marcadas influencias suizas.
Sin embargo la propiedad que causó revuelo entre los medios fue la que se ubicó en la bahía de Zihuatanejo, Estado de Guerrero. Con una patente influencia del Partenón original y del arte griego. El acceso, y las instalaciones, aun existentes, revelan el despilfarro enorme y un lujo inconcebible que sorprendieron
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