CHAMANISMO EN LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS DE LA COSTA ECUATORIANA

CHAMANISMO EN LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS DE LA COSTA ECUATORIANA

El persistente anhelo de buscar una realidad con un considerable sentido y alcance es antiquísimo, tal podría ser el asunto de la presencia del chamanismo en el periodo precolombino, experiencia que se permitía consentir a niveles de conciencia más sublimes. Aquella destreza es considerada el reflejo de la visión, pensamiento y filosofía de los pueblos ancestrales, pues este sistema de creencias manifestaría la cimentación de su sistema social, económico y político. Para ello se tratará de reflejar la naturaleza de la actividad chamánica en las culturas precolombinas, haciendo énfasis en la región costa del Ecuador, con las culturas: Chorrera, Bahía, Jama Coaque y Tolita.

Existe una escasez de documentación etnohistórica de la práctica del chamanismo en la costa ecuatoriana, entonces no se puede argumentar plenamente a profundidad la naturaleza de la misma, sin embargo, su valiosa cerámica ha dado la oportunidad de revelar algunos de sus mágicos secretos, ya los mismos que constituyen la única manifestación ideológica que ha sobrevivido en el tiempo. Es así como se ha intentado descifrar e interpretar la actividad, a través de su impresionante arte.

(Capua, 2002) puntea:

He llegado a la persuasión de que las piezas arqueológicas de la costa ecuatoriana constituyen una fuente de información muy rica para descifrar el comportamiento chamanístico de la época precolombina, ya que sus elementos y detalles iconográficos manifiestan una estimulación mágico-religiosa. (p.123).

Entonces, dicha práctica es realizada por la figura del chamán, personaje a quién se le atribuían poderes mágicos especialmente se lo caracterizaba por su capacidad de conectarse con otros planos de la realidad, gracias a la ingestión de substancias alucinógenas. (Capua, 2002) señala que “el chamán reúne en su persona cuatro funciones diferentes: las de sacerdote, curandero, protector del grupo y conjurador de espíritus”. (p.120).

El chamán, tomaba las riendas en los ritos, ceremonias o fiestas, jugando un papel de gran importancia en la jerarquía de la época, el mismo estaba encargado de proteger la ordenanza espiritual y social de su comunidad. La finalidad de la realización de todo este tipo de rituales era reestablecer la conexión existente con los niveles del espacio universal.

En los restos arqueológicos encontrados de cerámicas que se encuentran pintadas con pigmentos de plantas, muestran una gran importancia de veneración a animales como: la serpiente, el jaguar y las aves, que eran tomados como carácter simbólico de los elementos naturales y de los tres mundos del cosmos.

Con estos datos significativos podemos detallar un poco más sobre la actividad del chamanismo en la costa ecuatoriana. Con la cultura Tolita el culto a los difuntos es uno de sus elementos más relevantes, ya que la Tolita pudo haber sido un terreno de absoluta reserva para los muertos, por lo menos en las superficies fúnebres, probablemente la diligencia del grupo encargado, no consistía solamente en efectuar las ceremonias de inhumación, sino también el chamán al ser encargado directo realizaría todas las actividades a que el muerto descanse en paz y posteriormente no se manifieste mediante maleficios.

En los restos de cerámica de la cultura Chorrera, se han encontrado varios platos cuencos de un personaje en meditación mística, que podría reflejar la meditación a la que se ponían para la interactuación con el mundo espiritual, con la finalidad de pedir ayuda para que sus tierras sean fértiles y el diagnóstico de enfermedades.

La riqueza expresiva en las figurillas de la cultura Jama – Coaque de personajes adornados como representación de los chamanes, máscaras de arcilla con la forma de felinos. Sin embargo, se puede argumentar que los sacerdotes eran venerados hasta después de la muerte y de gran importancia para esta cultura por sus emotivas representaciones.

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