Cárdenas (Recuperado).

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Contenido

Política interna        

La toma de posesión.        

Conflictos a los primeros meses de gobierno        

Agitación religiosa        

Agitación laboral        

Crisis de junio de 1935        

Regreso y expulsión de Calles        

Unificaciones obrera y campesina        

Política de masas        

Posición cardenista sobre el capital y el trabajo        

Confederación de Trabajadores de México        

Confederación Nacional Campesina        

Reorganización del Partido de la Revolución        

La sucesión presidencial en 1940        

Política exterior        

México ante los conflictos Internacionales        

Participación de México en la guerra        

Economía        

Política Industrial        

Industrialización y sustitución de importaciones        

Comercio        

Finanzas públicas        

Sociedad y Cultura        

Política indigenista        

La educación socialista        

Bibliografía        

Introducción

Cárdenas emprendió la tarea de depurar la política, con el fin de eliminar las lacras resultantes del proceso revolucionario de Calles. Sus políticas estaban cimentadas en las ideas de Obregón, a las que Calles había dado continuidad; pero Cárdenas supo renunciar a la tentación de dejarse seducir por el poder.

Imprimió a la presidencia la autonomía y el poder de la Constitución de 1917, buscando la conciliación de clases con una ideología de corte socialista, en conjunto con su política de masas, la reforma agraria, el nacionalismo y la industrialización; buscaba conocer y valorar las costumbres de los grupos indígenas. A pesar de poseer una ideología populista, Cárdenas rechazaba el fascismo y se oponía al imperialismo.

No todos sus actos fueron aciertos, pero es verdad que consolidó las instituciones políticas y sentó las bases para el crecimiento económico que se produciría en México en el periodo de 1940-1970.

Política interna

La toma de posesión.

Lázaro Cárdenas asumió el poder el 1 de diciembre 1934, se creía que sería un periodo más en el que Calles controlaría el poder político, como había sido hasta entonces. Aseguraban que pasaría lo mismo que con Ortiz Rubio, no habría de llegar al fin del sexenio, que no rompería el orden interno y por lo tanto no podría llevar a cabo lo estipulado en su toma de posesión.

La toma de posesión fue un acto nuevo: el mandatario no vestía el acostumbrado traje de ceremonia, después habría de negarse a usar el Castillo de Chapultepec como residencia oficial, en su lugar se instaló en una menos ostentosa conocida actualmente como Los Pinos.

El discurso de inauguración aseguró que su plan de acción estaba basado en las desigualdades existentes en el país, donde regiones enteras eran ajenas a toda civilización material, espiritual y de conocimientos. Las injusticias a las que estaban sometidas las masas trabajadoras.

Cárdenas prometía un gobierno apoyado en las masas obreras y campesinas procurando su mejoramiento económico, político y social, que intervendría en la vida económica del país para obtener una justicia social, impulso a una escuela socialista tanto en el campo como en la ciudad y prometió acelerar la reforma agraria, hasta conseguir la máxima igualdad.

Conflictos a los primeros meses de gobierno

El callismo derivo grandes cantidades de problemas en los primeros meses de Cárdenas en el poder. Las medidas sociales que tomó consistieron en clausurar casas de juego en todo el país de las que eran propietarios algunos callistas, a respuesta lucharon por conseguir un rompimiento entre Calles y Cárdenas. Provocando disturbios sociales importantes: una agitación laboral y religiosa.

Agitación religiosa

La revitalización del anticlericalismo por los callistas inconformes y exaltados enemigos del clero tomaron como pretexto acabar con el poder de la iglesia y el fanatismo religioso, diciendo que el clero obstaculiza las conciencias de los mexicanos impidiendo el progreso,  iniciando nuevamente con las persecuciones religiosas.
Todas estas agitaciones de la política conservadora de Calles creaba un factor de divisionismo en el gobierno de Cárdenas para levantar al pueblo católico en su contra, y así obligarlo a recurrir a la intervención de Elías Calles.

A finales de 1934 los camisas rojas, gente que seguía al más radical anticlerical Tomás Garrido Canabal (ex gobernador de Tabasco y ministro de agricultura en el gabinete de Cárdenas) provocaron una agitación religiosa en el templo de Coyoacán donde insultaron a los fieles que asistían, produciendo un disturbio en el que resultaron 12 muertos católicos. Se encerraron a los responsables, se liberaron tiempo después gracias a Canabal.

Otro suceso desfanatizador en la ciudad de México, se llegó a encarcelar al arzobispo Pascual Díaz por violar la constitución al portar hábitos religiosos fuera de los templos y aceptar limosnas de los fieles. Esto detonó la paciencia de los creyentes y se unieron contra el gobierno, pidiendo apoyo a los sectores católicos de Estados Unidos para que su gobierno se pronunciara en contra de la persecución religiosa en México.

Cárdenas no respondió a las provocaciones de los callistas y gradualmente aplicó ciertas reformas económicas y sociales que le permitieron ganarse el apoyo del pueblo. Los cardenistas procuraron a los grupos católicos haciéndoles evidente que la “educación socialista” que proponía el presidente no se centraba en luchar contra el clero, si no en ser objetiva y neutral. Evidenciaron el anticlericalismo de los callistas y de esa manera se frustro el intento de éstos por desatar el caos y resurgir otra guerra religiosa.

Los callistas al darse cuenta que no funcionó tomaron medidas directas contra Cárdenas provocando una agitación más peligrosa.

Agitación laboral

Al inicio del periodo cardenista, el viejo colaborador de Calles Luis N. Morones y sus trabajadores buscaron el enfrentamiento con los grupos que dirigía Vicente Lombardo toledano, haciendo más conflictiva la lucha obrera. Se intensificaron huelgas, en cantidad y agresividad.

Este conflicto se llevó al congreso entre los diputados cardenistas que eran la minoría que estaban a favor de los derechos de los trabajadores y los aun ligados a Calles como mayoría que se declaraban en contra de las huelgas.

Crisis de junio de 1935

Para el 12 de junio de 1935 se publicaron las llamadas “declaraciones patrióticas” de Calles ante un reportero, donde llamaba al gobierno a reprimir el movimiento obrero, atacaba a los cardenistas de querer controlar el Congreso, advirtió que estaba ocurriendo lo mismo que con Ortiz Rubio cuando se decían ortizrubistas y callistas. Esto en medio del problema de la lucha obrera desencadenaría una crisis política. Numerosos sindicatos de obreros expresaron que defenderían sus derechos con todos los medios a su alcance.

El 14 de junio el presidente Cárdenas respondió a las declaraciones de calles expresando que no permitiría excesos de ninguna especie, justifico las huelgas y manifestó su entera confianza en las organizaciones obreras y campesinas.

Tomando acciones hizo renunciar a miembros de su gabinete y destituyo a los jefes militares que tuvieran relaciones con Calles, los diputados callistas fueron desaforados, en las entidades federativas se cambiaron gobernadores incluso se anularon elecciones.

Existieron callistas que ante estas acciones criticaron el Maximato y ofrecieron su colaboración al nuevo régimen. Cabe mencionar que es la primera vez en 25 años que una crisis política se resuelve sin necesidad de violencia.

Cárdenas formo un nuevo gabinete el 17 de junio procurando que estos nuevos funcionarios dieran confianza y calma a los católicos y trabajadores.
Gracias al apoyo y defensa que brindo el presidente obtuvo el apoyo de diversas organizaciones laborales, que acordaron respetarse mutuamente, muchos trabajadores rurales y urbanos, estudiantes universitarios e intelectuales manifestaron su adhesión al presidente. Con esto las provocaciones de Calles fueron las mismas que llevaron al Maximato a su fin, para el 16 de junio Calles acepto su derrota y anunció que se retiraba de la política y viajo a Estados Unidos. Días después los “camisas rojas” de Garrido Canabal intentaron causar problemas al gobierno, pero esta vez en el estado de Tabasco contra un grupo de jóvenes que se oponían a Garrido. Hecho que disgusto a Cárdenas y expulso a Garrido del país.

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