Democracia Y Participacion 1961 1999

Venezuela es un país democrático, sus textos constitucionales han establecido los principios en los cuales se basa nuestra democracia, y a través de reformas y de modificaciones totales se ha buscado profundizar este aspecto. La constitución venezolana de 1961 nos establece en su Título III, Capítulo VI los derechos políticos de los ciudadanos y se refiere al voto como un derecho y también como una función pública, declarándolo obligatorio conforme a la ley, los demás aspectos referentes a los procesos electorales y otros principios son delegados a leyes orgánicas y reglamentos externos a la constitución.

La constitución de 1961 tuvo varias modificaciones referentes a las elecciones, ya que a través de una reforma se dio la oportunidad a los ciudadanos de escoger directamente a sus gobernadores, cargo que hasta ese momento era de libre nombramiento y remoción por parte del Presidente. Esta reforma le dio lugar al voto directo y podríamos afirmar que significo un crecimiento importante en materia de derechos electorales para la población Venezolana. Los principios que regían nuestra democracia en aquel momento eran la participación y la representación de las minorías, es decir, no solo tenían un lugar los candidatos que lograran mayoría, las minorías recibían también su representación en el congreso, y aunque esto fue en menor medida, las voces de los que eran electoralmente débiles también eran escuchadas.

Con la llegada de la constitución de 1999 se introducen diversos cambios en materia electoral, uno de los más significativos es la nueva democracia “protagónica”, donde se le otorga al pueblo la capacidad de convocar referendos sin necesidad de aprobación por parte del congreso. El ejercicio del voto en esta nueva constitución no es obligatorio, es directo, secreto y es universal, si bien podríamos establecer que se realizaron muchos cambios que nos otorgan derechos nuevos y favorables, la representación de las minorías fue olvidada en la nueva legislación, poniendo en duda el verdadero progreso de nuestros derechos políticos, es muy bueno poder como ciudadanos influir en decisiones políticas, más es una desventaja que ya no se considere la representación de las minorías, que no sean escuchadas y las mayorías tengan la potestad de controlar las decisiones de manera casi absoluta.

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