EL ARMAMENTO DE LOS IBEROS

El armamento de los iberos

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Pablo García Fuente

INDICE

1- Introducción        3

2- Desarrollo        4

2.1- Aspectos sociales        4

    2.1.1- Sentido social y misticismo        5

    2.1.2- Ritos y diferenciación social        7

2.2- Aspectos materiales: evolución, tipología y funcionalidad        8

    2.2.1- Elementos ofensivos        11

    2.2.2- Elementos defensivos        13

3- Conclusión        16

4- Apéndice        17

5- Bibliografía        18

1. INTRODUCCION

   Las armas son un componente destacado de la cultura material de todo pueblo con marcado carácter guerrero, como es el ibero. No solo nos revelan aspectos meramente prácticos, como puede ser la praxis militar de estas sociedades, sino que son un vivo reflejo de otras importantes facetas cuyo conocimiento permiten ampliar. En estas dos líneas, el desglose primero, de las implicaciones estructurales y superestructurales del armamento ibérico, y después su tipificación, se mueve el análisis de este trabajo. En lo referente al primer tema,  entre otras cosas, podemos hallar cambios en las estructuras de su civilización según la naturaleza del armamento. Los elementos bélicos están entre las principales cosas a analizar cuando se trata de desvelar el esquema de estamentos ibero, al tiempo que nos expresan los valores guerreros de una sociedad muy militarizada.

   La mayor parte de los objetos militares iberos que han sido encontrados, estaban situados en un contexto funerario, de lo que se deduce la enorme carga espiritual que llevan implícita estos materiales; como son las importantes connotaciones místicas de las armas, basadas en una ideología general, que exaltaba al héroe. Este hecho se refuerza con las representaciones halladas en monumentos y ornamentos donde las armas ocupan un lugar clave.

   Los restos arqueológicos, serán una de las principales fuentes para extraer conocimiento sobre nuestra materia, a lo que se suman los testimonios romanos, los que deben tratarse con cuidado, debido a su naturaleza sesgada. A pesar de contar con una lengua propia, esta no ha sido aún descifrada, lo que posiblemente sea el mayor problema al que nos enfrentamos a la hora de investigar este grupo.

   Si entramos en el terreno exclusivamente militar, como característica clave esta su variabilidad en general, la cual expresa por una serie de cambios sociales, culturales y militares. Si el análisis se atiene a las características morfológicas y prácticas, hallaremos una gran efectividad, admirada por sus enemigos, una gran maestría en las técnicas de creación, así como  un interesante sincretismo cultural.  

1. DESARROLLO

2.1 Aspectos sociales

   Para entender a priori la gran importancia que tenían las armas para los iberos, deben trazarse las líneas generales de este pueblo. Las representaciones pictóricas y los relatos, nos indican como los iberos prodigaban un gran amor hacia la guerra y la caza. Livio nos cuenta cómo iban a la guerra saltando y bailando, como si se tratara de una celebración. El mantenimiento del espíritu guerrero era acometido por las mismas madres, que se encargaban de narrar a sus hijos las hazañas de sus antepasados; según Salustio, conocían el poema épico, y la historia, la cual plasmaban en su indescifrado alfabeto. Se ha sugerido que un terreno pobre, con una distribución desigualitaria de los recursos entre los distintos grupos de población, seria la causa del belicismo ibérico; un pueblo que se encuentra en constante amenaza y pelea por la supervivencia, es inevitable que acabe desarrollando un modo de ser fuertemente guerrero^[1]. Las batallas entre vecinos eran continuas, y el saqueo una parte más de la economía; con la consecuente creación del contexto perfecto para el nacimiento de tales gentes^[2].

   Prueba indiscutible de su carácter guerrero, son los numerosos testimonios sobre la valentía que los iberos mostraban en combate, valentía que les llevaría como mercenarios por todo el Mediterráneo, y más tardíamente, a formar parte activa de las legiones^[3]. Trogo, un galo romanizado, vio en los habitantes de la antigua Hispania las virtudes que creía ya perdidas por los romanos: “Los cuerpos de esta gente pueden sobrevivir el hambre y la adversidad; sus almas están prestas a la muerte (…). Dura y austera sobriedad en todo (…). Prefieren la guerra a la paz, si un enemigo escasea, pronto buscan a otro nuevo (…). Cuando son torturados, muchos han muerto manteniendo su silencio; hasta tal punto poseen fuerza, que mantienen la templanza incluso hasta la muerte”^[4].

2.1.1 Sentido social y misticismo

   Como ya se ha dicho, las armas, en su profundo valor religioso, expresan la belicosidad ibera. La percepción social de las armas, se plasma a través del misticismo y la simbología. El militarismo es el eje que conforma los pilares de la sociedad, lo que tiene una obvia manifestación en su visión mística. Un ritual muy famoso, era la devotio ibérica, por la cual, el guerrero ibero ataba su vida a la supervivencia de su jefe, mediante un ritual en el que encomendaban el juramento de fidelidad a una divinidad, debiendo proteger al señor con sus armas y su vida^[5]. A su vez, la exteriorización de todo esto, es la presencia de una serie de símbolos y rituales.

   Es importante a efectos de conocer las costumbres iberas, analizar los ritos fúnebres en relación a la panoplia militar. Tal y como cita Aristóteles,  existía la praxis de rodear el enterramiento de un guerrero con tantas lanzas como enemigos hubiera matado^[6]. En la misma línea, la estela de Caspe muestra un escudo y tres lanzas, como heroización del guerrero caído, lo que podría indicar una relación entre ambas costumbres y una prueba que apoye lo contado por el filósofo^[7]; si bien debe matizarse que no tiene por qué hacerse extensivo a todas las representaciones la relación entre número de armas y enemigos abatidos. Así mismo, la costumbre de clavar armas sobre las tumbas se practicaba en otras sociedades, y ha llegado hasta nuestros días^[8]. En la necrópolis de El Raso de Candeleda, o el Cigarralero, aparecen puntas de lanza clavadas en el suelo. Sin embargo, la espada o el escudo tenían entre los iberos mayor valor simbólico que la lanza, según lo que se deduce de lo transmitido en su legado de imágenes; aunque en las inhumaciones aparezcan normalmente asociadas la espada y la lanza, pues este era el equipamiento básico del guerrero, por lo cual, tales enterramientos consisten en una panoplia guerrera. Valga señalar, que sí que existía una supremacía simbólica de la lanza en el área bajoaragonesa^[9]. En las representaciones de guerreros vemos a estos empuñando la famosa falcata junto con el escudo. La espada no se desprendía en combate a diferencia de la lanza, y tenía por tanto un carácter más personal, al igual que el escudo, el cual podía servir para incluir motivos personales; poseían un carácter individualizador, en una sociedad en la que el esfuerzo bélico tenía una naturaleza egoísta frente al grupo, y en cierto modo homérica, frente a otros pueblos más evolucionados; las representaciones de lucha que aparecen son casi siempre duelos individuales, especialmente en fases antiguas, cuando esta ideología aparece en su máximo esplendor. La relajación del individualismo tiene su razón de ser en unos cambios sociales y materiales que hacen más igualitaria la sociedad ibera, lo que cambiará su cosmovisión. La iconografía se considera que tendría a aristócratas por protagonistas, lo que nos muestra la clara concepción guerrera de la nobleza ibera^[10]. Llegada la época romana, al incorporarse a los auxilia romanos, la guerra seguirá estando en sus bases, ya que con la amonedación, la numismática nos ilustra sobre los diversos aperos militares que portaban los iberos al servicio de Roma, lo que también permite diferenciar que arma predominaba en cada región, según el área de hallazgo de la moneda. Ahora bien, el estricto espíritu de disciplina militar romano, hace muy probable que estas representaciones hayan perdido su anterior función glorificadora; el soldado debe anteponer, frente a su gloria personal, el correcto funcionamiento de la maquinaria de guerra^[11].

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