EL COMUNISMO
masacotov26 de Febrero de 2015
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LA CAÍDA DEL COMUNISMO
La perestroika llevada a cabo por Gorbachov tuvo sus repercusiones en los países satélites de la Europa del Este. Conforme se aflojó la presión soviética sobre estas repúblicas –sumidas todas como la URSS en una grave crisis económica- se despertaron las fuerzas opositoras que en otros intentos anteriores habían sido acalladas: nacionalismo, liberalismo, Iglesia...y estas corrientes estaban dispuestas a acabar con años de dictadura comunista. La reacción de Gorbachov contribuyó en gran medida a su desarrollo, ya que, lejos de reprimir estos movimientos, les apoyó y les hizo ver que la Unión Soviética se quitaba de en medio. La URSS no podía ya mantener una política imperialista y se deshacía de su imperio europeo.
Estas revoluciones que se desarrollarán en el año 1989 y que harán desaparecer el comunismo de esta zona, responde, por lo menos a tres modelos distinto según quiénes son los protagonistas:
a) Ruptura con lo anterior desde dentro de los partidos comunistas (Hungría y Polonia);
b) Movilización popular contra el régimen comunista (RDA, Checoslovaquia y en parte Bulgaria);
c) insurrección popular violenta contra el régimen (Rumanía). Un caso aparte es la caída del comunismo en Yugoslavia y su traumática fragmentación cuyas consecuencias estamos viviendo todavía hoy.
CAUSAS GENERALES DE CAIDA DEL COMUNISMO
La falta de libertades y la dictadura Partidos Comunistas.
La resistencia a los cambios de la burocracia o nomenclatura en el poder.
La “perdida” de la batalla ideológica con el capitalismo
El peso de los gastos militares
El aislamiento económico
La baja productividad.
Necesidad de cambios para compaginar ·
El mantenimiento de un papel internacional de gran potencia
La mejora del nivel de vida de la población.
CAMBIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES.
Medidas para lograr un aumento de la disciplina y la responsabilidad en el trabajo
Medidas para promover el incentivo personal: Plus, diferenciación de sueldos
Responsabilidad de empresas y trabajadores ante las pérdidas.
Creación de Sociedades Laborales
Introducción del Mercado
CAMBIOS POLÍTICOS LA GLASNOT
Libertad de expresión
Petición de Responsabilidades.
Nuevo planteamiento en Política Exterior:
o Iniciativa de conferencias de desarme: Renuncia a la Guerra Nuclear y propuesta de disolución de Bloques.
o Independencia de cada país del bloque. Garantía de no intervención
EL FIN DE LA URSS
1.989 se permiten candidaturas independientes e incluso opuestas al comunismo.
Descontento Social:
Desabastecimiento
Descenso producción.
Oposición conservadores PCUS.
Descontento Político: Desarrollo del Nacionalismo.
Enfrentamiento Gorvachov /Yeltsin
Gorvachov intenta un nuevo tratado de la Unión.
19 de agosto 1.991. Golpe de Estado
Resistencia Popular
Yeltsin con el apoyo del parlamento suprime el PCUS y confisca sus bienes.
I. LOS MODELOS REVOLUCIONARIOS DE 1989.
La oleada de revoluciones que en el otoño de 1989 produjo el derrumbamiento en cadena de los regímenes comunistas en los países del Este. Fue un proceso ante todo inesperado, que nadie podía vaticinar, y en muchos aspectos de gran originalidad, en cuanto que era un proceso sin antecedentes, aunque la casualidad haya querido que se desatara coincidiendo con el bicentenario de la Revolución Francesa. En lo que podríamos denominar el otoño de los pueblos, de la misma manera que en 1848 se habló de la primavera de los pueblos, pueden analizarse tanto revoluciones de palacio, en una especie de harakiri que se atrevieron a iniciar algunos dirigentes, como movilizaciones populares.
Su carácter pacífico fue la nota sorprendente. Porque todo se consiguió sin violencia. Revolución de terciopel, se ha denominado al proceso de cambio político de Checoslovaquia, quizás el ejemplo más puro. El detonante fue la perestroika. De haberse opuesto militarmente Moscú, el proceso hubiera sido frenado en sus primeras fases. Pero el gobierno soviético dejó que se manifestaran libremente las fuerzas sociales en vez de movilizar las unidades militares de ocupación, rompiendo así Gorbachov claramente con la doctrina anteriormente enarbolada por Breznev de la soberanía limitada.
En conjunto creemos que en estas revoluciones populares se pueden distinguir tres modelos:
a) Ruptura interior, con disolución del partido comunista. Los ejemplos son Hungría y Polonia.
b) Movilización popular. Casos de la República Democrática Alemana y Checoslovaquia. Menos claro, más bien parece un modelo mixto de ruptura interior y presión en la calle, es el caso de Bulgaria.
c) Insurrección. En Rumanía el estallido popular adopta la forma insurreccional con apoyo del ejército y de sectores del régimen.
La caída del comunismo país por país, principales hitos.
En todos los casos el protagonista fue el pueblo, aunque en diferentes grados, y en la mayoría se produjo el desmontaje del modelo anterior sin que existieran fuerzas políticas o sociales rupturistas, excepto en el caso de Polonia. Aunque de forma breve examinaremos los tres modelos.
II. LAS REVOLUCIONES PAÍS POR PAÍS.
1. LA RUPTURA DESDE EL INTERIOR DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS EN HUNGRÍA Y POLONIA.
a) Hungría.
Hungría partió de una situación de relaciones comerciales con Occidente más fluidas, particularmente con Austria, que suponían un intento de recuperar su espacio centroeuropeo. El P.C., dirigido por Kadar, había asumido una estrategia reformista para superar los inconvenientes de la planificación centralizada y los efectos de una crisis económica que se materializaban en una elevada deuda externa, pero en 1988 el modelo parecía agotado. Apenas se reunía el Parlamento y la parálisis política acompañaba a la crisis económica.
Los sectores más aperturistas del partido comunista, dirigidos por Poszgay, consiguieron controlar e impulsar a lo largo de 1989 una serie de reformas, entre ellas la ley de asociaciones, que contemplaba la existencia de otras organizaciones políticas y las libertades de reunión y expresión, y el diseño de un proyecto de Constitución con separación de poderes y voto popular directo para elegir entre varias listas o varios candidatos. Suponían estos acuerdos en el momento de su aprobación una conmoción en el inmóvil mundo político del socialismo real. Sobre esta política reformista actuó como detonante un contagio exterior, el paso de los alemanes del Este en huida, flujo que se inició al abrir Hungría sus fronteras con Austria.
Entre los días 6 y 8 de octubre se produjo en Budapest una revolución de salón. A propuesta de Poszgay, el partido comunista decidió autodisolverse para formar un partido socialista democrático, cambió el nombre del Estado -de República Socialista de Hungría a República de Hungría- y se sentaron los acuerdos que llevarían a la elección de presidente en enero de 1990 por sufragio universal, lo que barrió del protagonismo a los reformistas en beneficio de nuevos políticos, y a la convocatoria de elecciones en marzo.
b) Polonia.
El caso polaco se singulariza porque la revolución siguió el impulso adquirido tras la convocatoria de elecciones libres. En realidad era el único país del Este donde existía un movimiento social organizado capaz de ganar unas elecciones al comunismo en el poder. De la oleada huelguística de agosto de 1980 había nacido el sindicato Solidaridad, con su carismático líder Walesa al frente. A pesar de la declaración de la ley marcial por el president Jaruzelski en diciembre del año siguiente, con el objetivo de impedir una invasión soviética, Solidaridad mantuvo una actividad clandestina. Por añadidura, en Polonia posee una influencia decisiva la Iglesia Católica.
Todo predisponía al cambio en el momento en que se produjera cualquier debilidad del poder. La crítica situación de la economía y la oleada de huelgas entre mayo y agosto de 1988 inclinaron al gobierno a la convocatoria de una mesa redonda, protagonizada por el ministro del interior Kisczak y Walesa. Se acordó la convocatoria de elecciones para junio. Y en ellas se produjo el triunfo de Solidaridad, que ocupó 99 de los 100 escaños del Senado y los 161 reservados en la Cámara Baja, un tercio del total, pues se había acordado reservar los restantes para los candidatos comunistas.
A pesar de este curioso acuerdo, que ilustra sobre el realismo de los polacos, era evidente la derrota popular del régimen. De esta forma, por aceptación del propio partido comunista, se nombró el 12 de agosto jefe del gobierno a Mazowiecki, formándose el primer gobierno no comunista en un país del Este. Se trató de otra revolución de antecámara, pues todos los pasos fueron acordados en conversaciones, sin barricadas ni tiros, aunque al cambio contribuyera la existencia de organizaciones sociales anticomunistas, como Solidaridad y la Iglesia Católica.
2. MOVILIZACIÓN POPULAR EN LAREPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA Y CHECOSLOVAQUIA.
a) República Democrática Alemana.
El proceso de la revolución en la Alemania del Este ha sido asombroso. El país se encontraba amenazado por la deserción de su población, en la tesitura de encontrarse sin médicos,
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