El SIMCE

El SIMCE

El SIMCE es un producto de las políticas neoliberales en educación impuestas por los civiles que trabajaron para el régimen encabezado por Augusto Pinochet (1973-1990). En 1980, una nueva constitución fue adoptada por el Estado chileno, cambiando su naturaleza, organización y concepción. En educación escolar, el impulso constitucional realizado por la dictadura de Pinochet generó una serie de reformas bajo la retórica de la "modernización". Los principales elementos de esta modernización fueron la disminución drástica del gasto para la educación pública, la distribución de recursos mediante subsidios a la demanda, y la apertura del sistema a emprendedores educacionales privados para que compitieran con las escuelas públicas por la matrícula escolar.

El propósito principal de SIMCE es contribuir al mejoramiento de la calidad y equidad de la educación, informando sobre el desempeño de los alumnos y alumnas en distintas disciplinas y sobre el contexto escolar y familiar en el que aprenden. Para cumplir con este propósito, SIMCE fomenta el uso de la información de las pruebas nacionales e internacionales por parte de distintos usuarios.

Estrés estudiantil

Se piensa que el SIMCE no ayuda mucho a los colegios ya que se supone que pone a prueba el conocimiento que tiene el alumno en las materias y asignaturas. Los profesores los preparan para las evaluaciones del SIMCE, no se debería hacer pero igual lo hacen para tener mayor puntaje y los premian con una torta para todo el curso si tienen un puntaje alto en alguna asignatura.

Gran mayoría de los colegios comienzan a realizar una serie de pruebas ensayo para preparar a los estudiantes para el SIMCE, o algunos dictan clases especiales de una asignatura que directamente llaman SIMCE. También existen espacios en los que se focaliza toda la atención en reforzar a los alumnos de mayor promedio para que ellos empujen el promedio general del resto.

Según los estudios del psicólogo Jesús Redondo, esta situación es inadmisible e ilógica que niños y adolescentes sean víctimas del estrés e inquietud conectada a elementos exteriores que deberían ser interesantes e interactivos.

Si un menor de edad leer le provoca estrés, este niño no va leer bien. Lo primordial para el aprendizaje de un alumno es una motivación positiva, sin embargo la importancia y seriedad que ponen los colegios ante este sistema (SIMCE), genera una reacción en contra de los exámenes por parte de los estudiantes.

Se piensa que el SIMCE no demuestra al 100%  en conocimiento entregado a los estudiantes, ya que como dijimos anteriormente tanto los ensayos, como los exámenes en sí, provoca un ambiente de estrés lo que conlleva una reacción de hostilidad hacia estas pruebas, cuyo resultado concluirá en un puntaje falso, ya que no todos los conocimientos del estudiante se demuestran en ese sistema. Si bien el hecho de que el colegio prepare a los estudiantes para el SIMCE no es del todo legal, es mas no se debería realizar, situación  que es omitida por el colegio, con la simple razón de obtener mayor puntaje. El colegio que obtenga un mayor puntaje en el SIMCE recibirá una ayuda de tipo económica, y los alumnos, una torta para compartir.

...